domingo, 10 de agosto de 2008

mujer y cultura

¡MUJERES AL PODER!












Escribí hace algún tiempo las, a mi apresurado juicio, veinticinco características para ser un líder extraordinario, agrupándolas por orden alfabético:

-aguantar la presión: confía en ti mismo y mantente sereno y flexible

-atención a los detalles: la diferencia siempre está en los detalles

-auto motivación: el líder está sólo, debe motivar y saber auto motivarse

-capacidad de trabajo: a veces, sólo eso, es la llave del éxito

-creatividad: no hace falta ser ni Leonardo ni Bill Gates pero si ser creativo para buscar nuevas soluciones a viejos problemas

-curiosidad: sólo los curiosos aprenden

-eficiencia: no tienes tiempo de hacerlo bien, pero ¿cuánto tiempo necesitas para hacerlo?

-enfoque: concéntrate en tu tarea

-estilo de vida equilibrado: hay que hacer algo más que trabajar

-estrategia: busca la forma de maximizar tus características para aprovechar las oportunidades de tu entorno

-ética: aunque definir lo que es ético es más fácil que comportarse éticamente es preciso actuar éticamente

-ingenio: con buenos medios se consiguen resultados, los ingeniosos saben cómo conseguirlos sin ellos

-iniciativa: procura que las cosas ocurran, no esperes a que ocurran ni caviles sobre cuándo ocurrirán

-integridad: trata a la gente como te gustaría ser tratado

-inteligencia: los hay de nacimiento, otros aprenden a serlo

-lealtad: no es sustituible por nada, con gente leal se puede abordar cualquier cosa

-no tener miedo: sólo descubres las alturas si tienes el coraje de volar

-objetivos: nunca nadie consiguió nada sin proponérselo

-orientación al resultado: competitivo, motivado por los retos

-persistencia: inténtalo de nuevo, no se suele lograr algo extraordinario a la primera

-responsabilidad: asume siempre las consecuencias de lo que haces

- sentido del humor: sólo los incompetentes están tristes y con cara de preocupación

-sentido de la propiedad: créete que el negocio es tuyo tanto si lo es como si no

-trabajo en equipo: haz equipo y trabaja con él

-visión: anticípate

¿Son características más femeninas que masculinas? No lo sé, pero yo visualizo más fácilmente a una mujer con esas características que a un hombre así.

¿Existe una manera femenina de ejercer el liderazgo? ¿Esa manera de hacer femenina tiene ventajas? La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dice que ella “no pretende gobernar mediante la imposición, sino por el consenso”. Me pregunto: ¿hay otra forma eficaz de hacerlo? Las mujeres son más proclives al consenso, delegan mejor, fomentan el trabajo en grupo, están orientadas a lograr la cooperación y la colaboración mejor que los hombres. Las mujeres tratan de construir estructuras que favorecen este consenso. Son mejores buscando el pensamiento grupal y en general son más competentes emocionalmente que los hombres, gestionan mejor el tiempo, son muy firmes en sus decisiones y son muy organizadas.

Como le decía a Ishtar en un comentario reciente, los hombres deberíamos tratar de emular muchas de las virtudes femeninas. La mayor diferencia en el comportamiento que afecta a la capacidad de dirigir de unos y otros es la asertividad. Los hombres -machos territoriales de mamífero- son demasiado agresivos: Confunden la firmeza con la rigidez y no saben ser flexibles en la firmeza. Las mujeres sí. Saben decir no sin aspavientos y con dulzura. Los hombres sólo saben decir ¡NO!

Ciertamente las mujeres tienen mayores dificultades para liderar por la discriminación a que han estado sometidas, por los estereotipos culturales que les asignan determinados roles, tal vez por falta de modelos cercanos de otras mujeres líderes, y, cuando alcanzan la cumbre, suelen estar más solas que los hombres, les faltan redes de contactos –usualmente masculinas-, por la difícil compatibilización de su trabajo con la familia, porque su relación de pareja se suele resentir, y porque suelen tener un conflicto entre su maternidad y su trabajo.

Pero todo eso debe corregirse. Debemos ayudar todos a que las mujeres puedan asumir los puestos de liderazgo; ellas deben poder desarrollar una carrera profesional y tener una familia; que puedan ser madres y mujeres de éxito profesional a la vez. Vamos a perder mucho si las más aptas de entre ellas no llegan a dónde por sus méritos deberían llegar.

¡Las necesitamos!

14 comentarios a “¡MUJERES AL PODER!”
ishtar terra
24 de Julio, 2008 a las 3:22 pm
Yo soy un caso tristemente de soledad, aprendí a superarme en soledad y creo que seguiré ya así por mala costumbre.

En su momento no quise asociarme con los hombres que tenía a mi alrededor porque no podía sentirme a gusto. De los apoyos que tuve intenté sacar de ellos todo lo más valioso que yo vi. Creo que fui luchadora. Lo que pasa es que mi falta de vocación práctica para mi carrera me hizo difíciles las cosas. Y el mundo de la investigación por entonces con posibilidades se iba abriendo.

No obstante, yo tengo que decir que vivo ahora mismo de rentas inmobiliarias, pero que son suficientes para mí, tampoco muy grandes.

Ishtar, blandiendo un arco y quebrando la ballesta!!

ishtar terra
24 de Julio, 2008 a las 5:11 pm
Quisiera añadir una reflexión más:

La cultura nos ha enseñado a consumir el cuerpo de la madre -natural o espiritual- sin sentirnos deudores y, en lo concerniente al mundo de los hombres a omitir la apropiación de su nombre.
En realidad estamos asistiendo a una modificación del uso de la lengua por parte de ciertos filósofos que están volviendo al origen de su cultura.
Este gesto va unido al recurso a un estilo próximo al de la tragedia, al de la poesía, de los diálogos platónicos, de la expresión de los mitos, parábolas o actos religiosos, es una vuelta hacia el momento en que la identidad masculina se constituye como patriarcal y como falocrática.
Así Nietzsche, Heidegger (y antes Hegel) cuestionan sus fundamentos griegos y religiosos, y Derrida, su relación con los textos del antiguo textamento.
¿Será cuestión de paciencia? ¿Tenemos el deber de ser pacientes ante las decisiones que se toman en nuestro lugar? Se trata, en mi opinión, de preguntarnos sobre la manera de dar identidad al discurso científico, religioso, político y de situarnos dentro de él como sujetos de pleno derecho. Nuestra identidad tiene que ver con las relaciones genealógicas, con el orden social, lingüístico y cultural.
¿Buscan los hombres el medio de despojarse de sus propios poderes? Es deseable. Tal voluntad implicaría una invitación para que las mujeres compartieran la definición de la verdad y la ejercieran junto con ellos.

~

Ishtar, brandishing an arch! Lovely!

ishtar terra
24 de Julio, 2008 a las 7:14 pm
Estimado amigo:

Voy a seguir completando mi opinión. Es que me has sacado un tema que me afecta de lleno, por mi investigación académica también, no quiero ocupar o relevar tu protagonismo.

Los sexos se diferencian de múltiples maneras: por su carga genética, por las gónadas y características sexuales secundarias, por sus hormonas y también por su estructura y funciones cerebrales.

“No es de extrañar que existan enfermedades que afecten más a un sexo que a otro, su existencia es como una confirmación del dimorfismo sexual del que venimos hablando”, así se pronuncia Francisco José Rubia, catedrático de la universidad complutense de medicina de Madrid.

En el caso del lenguaje en los estudios realizados con modernas técnicas de imagen cerebral mostraron que las mujeres se basan en funciones de ambos hemisferios para ciertos aspectos del lenguaje mientras que en hombres el lenguaje está más lateralizado en el hemisferio izquierdo en la inmensa mayoría de los individuos.

Otro tema es el importante papel que juegan las hormonas en la determinación temprana del sexo. El cerebro del hombre termina de madurar en la adolescencia, al menos las regiones filogenéticamente más modernas y es de esperar que durante todo ese tiempo las influencias medioambientales, entre las que se cuentan las hormonales tengan una enorme importancia.

Estamos ante dos individuos de diferente sexo con capacidades y cualidades complementarias. Algunas de ellas tienen ventajas sobre otras del sexo opuesto; otras desventajas. De ahí que no se pueda deducir la superioridad de un sexo sobre otro, sino simplemente constatar que son diferentes y como he dicho antes complementarios.

El hecho histórico de la opresión del sexo femenino por el masculino en la historia de la humanidad no debe llevarnos a considerar que el ideal sea la igualdad total entre los sexos. Una cosa es el papel social que cada uno debe jugar y su igualdad ante la ley y otra sacar de ello la conclusión de que deberíamos ser completamente iguales desde el punto de vista biológico.

Las mujeres suelen ser más rápidas en la percepción y en la memoria visual. Suelen ser por término medio más sensibles en todos los órganos de los sentidos, excepto en la visión. Se ha podido observar en las mujeres una mayor sensibilidad para los gustos y para los olores, sensibilidad que varía dependiendo de los niveles de hormonas circulantes durante la menstruación y el embarazo.

Dijimos que excepto en la visión las mujeres superaban a los hombres en los demás sentidos excepto en el reconocimiento de caras familiares, en la expresión facial o en el tono de voz que son facutades que dependen probablemente del hemisferio derecho del cerebro y de sus mejores conexiones con el sistema límbico, aquí las mujeres superan a los hombres, quizá porque para las madres es fundamental entender la expresión facial de sus bebés.

Aparte de la percepción visuoespacial donde nos superan los chicos en cuanto al lenguaje en individuos normales se pudo constatar que las chicas tenían mayor habilidad verbal que los chicos, las chicas cuando empiezan a hablar lo hacen antes que los chicos, tienen mejor vocabulario, hablan con mayor corrección gramatical y son más fluidas en pruebas que requieren la generación de palabras.

Al parecer respecto al lenguaje el hombre tiene las funciones ingüísticas más lateralizadas en el hemisferio izquerdo mientras que las mujeres tienen el lenguaje más biletaralizado

La diferenciación en las capacidades visuoespaciales están desarrolladas en el hemisferio derecho y el sexo masculino y se deben probablemente a su lateralización del lenguaje.

La capacidad visuoespacial ocupa regiones del lóbulo témporo-parietal derecho que normalmente están empleadas en el lenguaje en el hemisferio izquierdo, de manera que esta lateralización más pronunciada en el hemisferio izquierdo en el hombre hace que el lóbulo parietal derecho esté plenamente ocupado con las habilidades visuoespaciales, mientras que en la mujer la mayor bilateralización del lenguaje ocupa zonas del hemisferio derecho que se encargan de la capacidad visuoespacial por lo que esta capacidad está disminuida.

En cuanto a las emociones la mayor amplitud de algunas partes del cuerpo calloso y de la comisura anterior en el sexo femenino ha servido para explicar una mayor capacidad de la mujer para juzgar las emociones de los demás, ya que especialmente la comisura anterior une -al parecer- regiones del sistema límbico.

Aunque la amígdala tiene como función principal dar significado emocional a los estímulos que le llegan también está implicada en el juicio de las emociones ajenas, lo que explica que se hayan encontrado diferencias en la amígdala de los dos sexos.

En otro apartado estudios realizados con técnicas de imagen cerebral demuestran que el hipocampo es más grande en mujeres que en hombres.

Los estrógenos pueden alterar la excitabilidad de las células del hipocampo, la formación de sus dendritas y las uniones con receptores o neurotransmisores (adrenalina, serotonina, acetildolina) que están en relación con el aprendizaje y la memoria.

Hoy se sabe que los estrógenos no sólo regulan las estructuras cerebrales que están en relación con la síntesis de hormonas sexuales sino que tienen una influencia sobre funciones cognoscitivas como el aprendizaje y la memoria así como sobre estrategias de comportamiento y solución de problemas. Y esto se aplica tanto al hombre como a la mujer ya que la testosterona se convierte en el cerebro en estrógeno y el cerebro es el que determina también la conducta.

En cuanto a la agresividad la relación entre agresividad y hormona masculina, testosterona, no es una relación simple. El problema radica en que la testosterona es responsable de la agresividad pero la agresividad aumenta los niveles de testosterona también, luego puede ser tanto causa como efecto.

En cualquier caso la testosterona se relaciona con la violencia física y aumenta desde el comienzo al final de la adolescencia y disminuye en la edad adulta.

Aunque las glándulas adrenales y los ovarios producen testosterona aumentando su producción durante la adolescencia muestran una diferencia entre los sexos que llega a ser veinte veces más alta en varones que en hembras.

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Por tanto, yo creo que aquí es donde está sobre todo la diferencia Gustavo, en la produccion de testosterona, que es superior en el hombre y durante la adolescencia sobre todo. Las demás diferencias pueden concurrir pero no son tan amplias en proporciones relativas.

Por eso si queremos lideres jovenes, agresivos, estamos destacando ese aspecto de la diferencia, otra cosa es que deseemos tal vez buscar un liderazgo mas calmado que de mas seguridad, no sé, pero desde luego así es como respondería la estructura cerebral.

Todos estos datos están extraídos del libro de Francisco J Rubia: “El sexo del cerebro”.

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Aunque sin negar que los condicionamientos psicosociales hayan podido tener una influencia en costumbres y comportamientos característicos de un sexo al final nos encontraremos siempre con la diferenciación sexual que la naturaleza desarrolló en algún momento de la evolución seguramente por determinadas ventajas y ese dimorfismo sexual afecta al cuerpo, al aspecto físico pero también al mental y al cerebro.

Pero tenemos que ser cautos porque asumir que las diferencias de sexo sean sólo debidas a la biología esto sería cometer el error opuesto al que se vio en los años sesenta cuando era frecuente asumir que todas las diferencias de sexo reflejaban la socialización.

Nadie puede negar la importancia que tiene el entorno sobre los comportamientos y su evolución, los genes no sólo necesitan del entorno apropiado para expresarse sino que además ellos mismos son frutos de la interacción del organismo con su entorno a lo largo de la evolución.

Es cierto de que nos acercamos cada vez más a ese ideal de la igualdad y a la comprensión de la diferencia con iguales cargas de valor, es decir, comprender la diferencia entraña advertir las ventajas y el carácter complementario de los comportamientos a través de la evolución y el respeto de esta diferencia es lo que igualaría la carga de valor y de sentido entre la diferencia sexuada, hablamos por ello entre las mujeres de la igualdad de la diferencia.

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Ishtar, quebrando la ballesta y disparando desde el arco más causal!!! Lovely Brother!! Que pases una feliz tarde!!

Gustavo Mata
24 de Julio, 2008 a las 8:19 pm
Gracias Ishtar, es una maravilla contar con tu autorizada opinión en este asunto y en todos los demás.
Éste es también tu blog.
Gracias en nombre de todos, y en el mío propio otra vez.
Un saludo muy afectuoso.

carmen
31 de Julio, 2008 a las 2:53 pm
Se agradece que un hombre con la trayectoria de Gustavo Mata valore las cualidades que las mujeres tenemos y a veces no usamos. Creo, con mucho riesgo de equivocarme, que los principales problemas que se dan entre los hombres con cargos directivos son las luchas por las cuotas de poder. Pienso que el género masculino necesita más el reconocimiento social para fortalecer su autoestima, por eso se crean tantos problemas en las estructuras con las cuotas de poder. Las mujeres, en general, entendemos el concepto de poder como capacidad de servicio y estamos históricamente acostumbradas a servir sin recibir nada a cambio. El punto de partida frente a la realidad del poder es radicalmente distinto porque el objetivo final es distinto. Tenemos, como mujeres, una tarea importante por delante en nuestras organizaciones, no olvidarnos de que cuanto más alta es la responsabilidad más importante es llevarla a cabo de forma íntegra y más bien se puede hacer en el entorno de influencia. Nuestra mayor responsabilidad está en nuestro entorno más cercano, profesional y familiar, que es el entorno en el que es desempeño brillante es más complejo.

Daven
31 de Julio, 2008 a las 10:49 pm
Buenas noches Carmen,

No creo comprender que tipo de argumento “competitivo” a favor del genero femenino es éste:

“Las mujeres, en general, entendemos el concepto de poder como capacidad de servicio y estamos históricamente acostumbradas a servir sin recibir nada a cambio”

Por el antecedente, no se sigue lógicamente el consecuente:

“El punto de partida frente a la realidad del poder es radicalmente distinto porque el objetivo final es distinto”

Es muy posible que mi dominio de la lógica no sea muy relevante, pero si el argumento “historicista” revela alguna fuerza lógica esta sería una suerte de “punto de partida”. Por lo cual soy bastante escéptico sobre el hecho que, al igual que el sexo débil a nivel de cromosomas, ustedes no converjan hacia las mismas miserias que arrastra el poder y sus fastos mundanos.

Quedo a sus pies, rendido y sollozando por la “culpa ajena” (la película de Griffith)

Lord Gordon Byron, erotómano

ishtar terra
1 de Agosto, 2008 a las 12:15 am
Estimado Daven:

El sexismo es la forma más inconsciente de racismo y da lugar a multitud de contradicciones antes de desvelarse.

Así los hombres son los creadores y se quieren administradores de la mayor parte de la cultura actual, sin embargo son las mujeres quienes les enseñan en la mayoría de los casos, ya que este tipo de trabajo se asimila a una labor materna, adjudicada a mujeres y de hecho mal pagada.

Los ejemplos de irracionalidad en el reparto trabajo-salario son numerosos, cada vez más numerosos, y sin embargo continúan realizándose. Ello supone una forma enmascarada de violencia dentro de lo que pasa por ser un orden social.

La fuerza de la lógica en el terreno económico estricto interviene en las siguientes decisiones:

-La contratación para puestos masculinos y femeninos, la tasa de despidos para cada sexo y los motivos que se aducen, por no hablar de las distintas reacciones de los sindicatos; el porcentaje de parados, variable según los sexos. No hay nada desde el punto de vista de la rentabilidad o el beneficio que justifique para un empresario semejantes criterios de elección.

La mano de obra femenina es, por lo general, más concienzuda y eficaz. Bebe menos, se droga menos, es globalmente menos susceptible de cometer infracciones que impliquen sanciones penales. ¿Por qué elige un empresario contra sus propios intereses?

En cuanto a los puestos accesibles a las mujeres, el hecho de ser mujer frena la cualificación profesional. Las mujeres se encuentran masivamente en los sectores laborales poco o menos cualificados. Son raras las que alcanzan los puestos más altos y sin duda lo pagan muy caro. Bien porque de una u otra forma acepten casarse o incluso prostituirse para alcanzar un puesto elevado, bien porque renuncien a sus cualidades de mujer para que se las acepte en el cumplimiento de tal o cual función (en este caso, no habrán accedido a su puesto en tanto que mujeres).

La infravoloración de los sectores profesionales ocupados en su mayoría por mujeres también es un hecho, cualquiera que sea su interés para la producción o reproducción social, sectores agrícolas, industriales, culturales.

Por otra parte la coartada de la fuerza física como argumento para valorar el salario masculino es fácilmente cuestionable a la luz de algunos hechos reales: la presencia de las mujeres en el sector agrícola, donde la fuerza física es una necesidad, o la evolución de las necesidades productivas hacia un trabajo que no exige mucha fuerza física, es un argumento que desvirtúa aquel otro. Por otro lado, si la mujer resulta que es una mano de obra excelente -como se afirma- aceptar que se ausente algunos meses para criar un hijo no representa un gran coste para la empresa teniendo en cuenta su rendimiento habitual, y su despido no sería más que un gesto económicamente irracional.

Las leyes de organización del trabajo están todavía determinadas por los hombres y responden más a valores culturales inconscientes que a los imperativos de la producción. Es una organización favorable a la mano de obra masculina que dispone de una mujer en su casa, sierva y guardiana de los hijos.

Si se admite que toda persona tiene derecho al trabajo para satisfacer sus necesidades y su dignidad humana, ¿por qué una parte de la humanidad debe someterse a la voluntad de la otra en cuestiones relativas a la naturaleza de la producción? Así, fabricar armas, mantener o aumentar la contaminación, recargar el mercado de cosas fútiles, son raramente resultados de decisiones reales por parte de mujeres.

Con mayor frecuencia, Daven, y en esto tengo que disentir puesto que no creo que ellas converjan hacia un mundo igual que el del hombre, tampoco se puede inferir que mejor -pero no estaría justificado en base a tu argumento tampoco, ya que no responde a una evidencia lógica lo que sería partir de una probabilidad o una hipótesis. Más bien por estadística y teoría sociológica yo me sentiría más proclive a reafirmar que las mujeres suelen situarse a favor del mantenimiento de la paz, de la salubridad de ambiente, de un nivel de bienes que se corresponda con las auténticas necesidades de la vida, de las opciones humanitarias.

No digo que vosotros los hombres no tengáis dicha conciencia y de hecho no la hayáis manifestado y declarado multitud de veces con vuestra racionalidad y sensibilidad, pero las opciones de grupos financieros, de bloques militares, como la voluntad de la supremacía de una moneda o de un país sobre otro, estos son objetivos bastantes ajenos a las mujeres.

Trabajar no es sólo ganar dinero. El trabajo tiene un valor humano, individual y colectivo, y loque quiere decir Carmen precisamente a mi entender es ello, que casi siempre la mujer ha entendido mejor esta disponibilidad a trabajar por menor dinero porque ella cumplía o sentía que estaba cumpliendo otra función con igual valor y de igual necesidad. Por tanto la valoración social del trabajo debería igualarse a través de otros valores, no sólo el dinero, sino el tipo de trabajo, el modo en que se ejerce, la forma en que el trabajador se relaciona con los bienes adquiridos, el uso que se hace de su persona y de su producto a través de los medios y canales publicitarios, y existen muchos más.

Espero no haberme extendido demasiado, como siempre, afectuosamente!

Ishtar, lady of the firmament!!Lovely Brother!!

Daven
5 de Agosto, 2008 a las 11:50 pm
Estimadísima esposa de Baal (su amo y señor):

Repetiré cuidadosamente el razonamiento defectuoso para que no nos dejemos arrastrar por el gatillo salvaje del oeste y hagamos mutuas demostraciones de ostensible demagogia:

Los conjuntos M y W tienen elementos caracterizados por tener dos entradas en una serie temporal (nacimiento,muerte), pero distinto spin o sexo.

Si durante un periodo delta finito de la serie temporal decimos:

La mayor parte de los elementos W(n,m) contenidos en el periodo delta tienen la propiedad “acostumbrados a servir sin recibir nada a cambio”, al contrario que los elementos M(n,m) que tienen la propiedad contraria (no es el caso que…)

Esto arroja una moda durante la serie temporal que, racionalmente, no contiene suficiente legitimidad para arrojar el aserto “sub aespecie aeternitatis”:

La mayor parte de los miembros W(n,m) en cualquier período de cualquier serie temporal tienen el atributo P, descrito anteriormente, mientras que la mayor parte de los M(n,m) tienen el atributo opuesto.

Desde el punto de vista matemático este razonamiento es una falacia de generalización o post-hoc (causa insuficiente).

Q.E.D.

Lord Daven, la cólera de Newton.

P.D.: dejo a la audiencia el comentario de los numerosos “ad populum”, “ad novitatem” y “ad consequentiam”, que salpican y condimentan su generosa pluma.

ishtar terra
6 de Agosto, 2008 a las 10:43 pm
Estimado Daven:

Se cometería una falacia de generalización o post-hoc, en tanto mi premisa o base para el juicio no esté legitimada racionalmente por un principio o por una ley universal, de acuerdo con un código ético moral.

Pero otra cosa es la afirmación de la realidad racional contrafáctica, por la que puedo cambiar las reglas del lenguaje y esa realidad, y por tanto poder oponer una objeción a esas leyes de generalización.

Todo esto desde una ley científico-causal cuesta verlo porque tiene que apreciarse con otros elementos como el consenso, o con la realidad racional contrafáctica y pragmática. Y con lo que también Wittgenstein diferenciaba con el nombre de argumentos de validez y argumentos de poder. O la distinción entre un consenso fáctico o “convención” y un “consenso racional” o contrafáctico.

~

La filosofía analítica del lenguaje por eso hoy día pone el énfasis en la “intencionalidad” de lo que quiso decir el sujeto comunicante, más que en lo que dijo realmente, de ahí que se diferencie entre un lenguaje ilocucionario y un lenguaje perlocucionario, donde lo relevante estaría en la reacción que queremos provocar en los demás (Austin y Searle, sobre todo).

Y esto tambien se puede analizar así en el llamado ultimo Wittgenstein y en buen seguimiento después con el actual filósofo alemán Jurgen Habermas en tanto a esa lógica se la llama lógica de la argumentación o del discurso que sería una “lógica pragmática” -más bien que la sintáctica o semántica de la estricta lógica formal- que se ocupa de determinar en qué estriba la “capacidad de convencimiento” (Triftigkeit) de los argumentos en orden a la obtención discursiva de un consenso en torno a un juicio dado.

Por “argumento” habría ahora que entender la base o justificación que nos motiva a reconocer como satisfecha la pretensión de validez de dicho juicio, tanto si éste consiste en un aserto como si en un precepto.

Por tanto es muy necesaria la argumentación, cosa que a los científicos o matemáticos os cuesta a veces, pues todo lo medís como si fuese el resultado de una operación, y es necesario la explicación de los motivos que dieron lugar a la base del establecimiento de nuestras premisas.

El carácter precisamente pragmático es lo que hace que diversas funcionalidades de tipo cultural, moral, psicológicas, de hábitos o de socialización estén presentes y sean interpretadas de acuerdo con el valor de la comunidad a que se pertenece. Y con este valor deben ser interpretadas.

Y esto es lo que te permite afirmar que en racionalidad se ha cometido una “falacia de generalización”.

Frente a la “monológica” razón centrada en el sujeto, Habermas nos invita a recurrir a una razon dialógica o “razón comunicativa” (kommunikative Vernunft) cuyo ejercicio implica el diálogo entre los miembros de una “comunidad de sujetos”.

Se trataría de llevar esa generalizacion no al infinito sino a los límites del discurso y de los comunicantes que están afectados por una pretensión.

La teoría de la argumentación racional sólo puede estar basada en el diálogo, y en el reconocimiento de éste es donde se muestra nuestra capacidad de racionalidad.
Y podemos defendernos acudiendo a las herramientas de la persuasión y el convencimiento.

Para ello no sólo necesitaríamos de un principio de corroboración o de inducción o como quiera que la filosofia de la ciencia le llame, sino que sería necesario un principio de “universalización”, destinado a colmar la aspiración de nuestras máximas morales, para decirlo en términos kantianos, a ser también consideradas leyes universales, o bien, a aquello que de “común acuerdo” puedan querer también los demás.

Pero sí caben aquí también las reglas de la inferencia lógica dentro del discurso de la racionalidad, la inferencia de analogía, e contrario, ad absurdum o a fortiori, pero veremos que muchas veces es necesario fundamentar la base de las premisas que configuran el silogismo, y que esto no siempre es fácil, a veces es problemático.

Tambien Wittgenstein después reconoció y dejó claro en sus Investigaciones filosóficas que era posible hablar de la diversidad de lenguajes y diversidad de códigos morales y cada código es un lenguaje como lo pueda ser un paradigma científico.

El lenguaje sería como el hombre un producto a la vez histórico y natural, en tanto que histórico su consideración nos pondría a salvo de cualquier veleidad absolutista, en tanto que natural y dado que -con él- los hombres somos lo que somos y estamos hechos como lo estamos nos permitiría escapar al relativismo.

Luego entonces ahora tendríamos que el ejercicio de la racionalidad ética parece hallarse confinado al interior de un código moral. Cuando hablo de una concepción intralingüítica o convencional quiero decir que en ella el bien y la verdad no nos vendrían dados o impuestos desde fuera sino que serían construídos por nosotros, pero tendríamos una referencia puesta en el principio de universalización también, puesto esto dotaría de consistencia racional a la argumentación moral.
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Y te doy la razón en cuanto a la premisa que has sentado, desde el principio, en estricta lógica “ad subaespecie aeternitatis” se sentaría un mal precedente, de ser así.

Por tanto es mejor explicar los motivos a que han llevado el construirla así e intentar buscar otros valores o funciones a la consideración subjetiva del trabajo de la mujer.
~

Las mujeres a veces no somos sino los rehenes de la reproducción de la especie, su derecho a la vida exige que afirmemos su subjetividad, sorprende que los hombres dependientes de la mujeres durante su infancia y vivos gracias a esa dependencia se permitan trastocar hasta ahí las cosas. Desde luego los hombres se apresuran a reconocer que ser madres es dedicarse a cosas materiales y no espirituales. En un increíble gesto de desconfianza se han hecho sospechosas de negarse a preservar la vida el día en que adquieran el derecho a ser ellas. Todas estas generalizaciones las he afirmado en mi propio juicio ético porque lo que quiero en realidad es sentar una realidad racional contrafáctica, un principio de ética que tenga en cuenta la subjetividad y la igualdad de las mujeres, como principio universal.

Y hoy día lo que compromete a nuestra libertad individual (lo que, por descontado, no garantiza que no continúe habiendo alienación, como tampoco garantiza que no continúe habiendo causalidad social)- sigue siendo apremiante, y lo es incluso más que nunca, en la tecnología social de nuestros días, so pena de que ésta se reduzca lisa y llanamente a “ingeniería social”. El problema por tanto no es sólo de las mujeres, también es de los hombres en su identidad y género.

Pero se está poniendo la cosa de una forma que se tendrá que regular muy claramente, la protección o penalización provisional y parcial contra todas las formas de violencia pública o privada que se ejerce sobre las mujeres, lo que debe ser un objetivo que ha de estar regulado claramente en el Código Civil y Penal; así como la regulación del abuso del cuerpo femenino con fines publicitarios o pornográficos; la discriminación en la definición y el uso sexista del cuerpo, de las imágenes, del lenguaje; las violaciones, secuestros, muertes y explotación de niños.

Se trata de encontrar la fórmula jurídica para definir la vida de las mujeres como ciudadanas.
Me dices que he intentado aprovechar un error para “publicitar una causa” y créeme que no tengo a nadie que me siga ni gano nada explicando estas cosas salvo el disfrute que me produce la reflexión ética.

O ¿es que el ser científico te da una conciencia de la realidad superior a la de muchas otras personas que también sufren como tú o que esperan que alguien se acuerde de ellas?

Veo ultimamente mucha violencia y además entre vosotros también, a veces las cosas se solucionan a golpes todavía, lo que yo intento es darle, por eso, autoestimación y confianza a la mujer, esto es muy importante para nosotras, ¡no sabes cuánto lo es! Ya sé que me puedes decir que esto es un argumento emotivista que se mueve por la persuasión psicológica.

Se tiene la creencia de que fuera del terreno de lo científico sólo nos movemos entre la persuasión y el convencimiento -en el mejor de los casos- y en el peor, entre un puro intuicionismo en ética y un emotivismo, que se mueve por corrientes de ideas de acuerdo con la fuerza de ciertas personas más influyentes.

Pero no olvidemos que el sistema de valores común para quienes comparten una forma de vida constituye el presupuesto de racionalidad para la interpretación y la argumentación racional. Pero ante la comunidad social, como auditorio universal, la racionalidad se materializa a través de la persuasión y el convencimiento (Perelman, Habermas y también Wittgenstein).
~
Hombres y mujeres están ahora igualados o en vías de estarlo, pero hombres y mujeres no son iguales y orientar el progreso en ese sentido me parece problemático e ilusorio. Por tanto si no sabemos encontrar una racionalidad donde descanse el respeto de la “diferencia” seguiremos actuando con ese sentimiento de incoherencia por ambas partes.

Sé que este tema también está relacionado con la “globalización, con la cultura y las identidades” y si queréis en un futuro se puede emplazar ahí el estudio de este mismo tema, para no estar siempre discutiendo sobre la identidad femenina. Tal vez sea mejor reconducirlo a este otro tema que tiene también una problemática y una visión actual.

En cuanto a ti, Daven, te pido perdón si he herido tu susceptibilidad como científico, pero no me parece bien que al menos en tu fuero interno practicamente me hayas dejado sin derecho a una palabra, estimo por ello que ahora aquí puedo compensarme de ello y espero que en nuevas ocasiones podamos seguir hablando de ética y racionalidad.

Depressive greets from Ishtar, doom or be doomed eternally!!

*(Ishtar, no está considerada en la mitología mesopotámica una diosa madre, ni de la tierra, porque su inspiración no sirve de refugio, sino más bien de inspiración celeste para la acción vital).
~

Gustavo Mata
6 de Agosto, 2008 a las 11:22 pm
¡Cuánto aprendo!
Aunque no entienda todo
Inspirada diosa

Rendido ante tu cultura y talento.

Un saludo muy cordial.

Daven
7 de Agosto, 2008 a las 1:03 pm
Estimada señora, señorita pero jamás divinidad:

Por más que retuerza sus palabras y las llene ora con alegatos, ora con oprobios mas luego, en rectificando, con enmiendas y perdones, no me persuade a cambiar ni una sóla sílaba de lo aquí referido.

De lo que usted me atribuye en otros medios o alega en sus propias páginas, no es el caso exponer su discusión aquí. Prefiero afeitarme la barba con sus cuchillos que devolverlos a ciegas.

Desde luego una persona que gasta o desgasta con más de 2000 palabras sus comentarios, tiene una causa, no una opinión. Éste es, claramente, su caso.

Así pues, en contraste seré breve y expeditivo, como suele ser costumbre entre los hombres y mujeres de Laconia:

1) Se atribuye el aserto del comentario de Carmen. No sé por qué razón tiene interés en usurpar su razonamiento, aún cuando claramente no es correcto.

2) “Wittgenstein diferenciaba con el nombre de argumentos de validez y argumentos de poder” en esta y la mayoría de las opiniones que atribuye al austriaco ¿sería tan gentil de decirme cual es su fuente?. Ni en las investigaciones, ni los cuadernos azul y marrón exponen ni residualmente dilemas de poder o moral.

3) Los niveles de la persuasión clásica, anteriores a Galileo son tres: Logos, ethos y pathos. ¿Cúal le parece más oportuna? Mi apelación persuasiva sobre un error se apoyaba en el Logos. Las intenciones y demás buenos propósitos están en el terreno del “ethos”, que aún nos conmueve, o en el más pantanosos del “pathos”, donde en nuestra patria no conocemos su aguijón.

4) Si quiere poner en duda el discurso de la racionalidad, debo poner en evidencia mi mayor laguna en filosofía, jamás he leído a Enmmanuel Kant. Pero desde luego, los lenguajes formales tienen un nivel de convenio y certeza que ha evolucionado durante el siglo XX gracias al trabajo de grandes lógicos cuyos nombres tal vez ignore (Tarsky, Gödel, Pierce y el austriaco). Le recomiendo encarecidamente la lectura del trabajo de Tarsky sobre la verdad en los lenguajes formales.

5) Todo lo que ha aprovechado de mis, creo que oportunas, matizaciones o falsación del argumento de Carmen, no el suyo, es pura demagogia. Y la ha extendido como una mancha de aceite, personalizando en mí todos sus demonios.

Así pues esta es la situación, me quedaría sencillamente petrificado si su mirada pudiera competir con la de la Gargona.

Suyo, pero a distancia oportuna, librando liebres libra a libra
Ajústase la chistera y, espantando moscas, desaparece en las tinieblas a trote de caballo

Lord Gordon Byron, socialiste

ishtar terra
7 de Agosto, 2008 a las 7:05 pm
Estimado Lucifer:

El Wittgenstein de que hablo es el Wittgenstein maduro de las “Investigaciones filosóficas” publicadas postumamente en los años cincuenta. Pero con anterioridad al filo de la primera guerra mundial había publicado otra gran obra, el “Tractatus Logico Philosophicus” que no siendo en manera alguna una obra positivista influyó decisivamente en el neopositivismo.

Para volver al Tractatus de Wittgenstein si el mundo es la totalidad de los hechos está claro que en él no caben los valores, puesto que los valores no son hechos. De donde se desprende que, si el lenguaje y realidad son isomorfos, tampoco en el lenguaje quedará ya lugar para la ética. La ética, por consiguiente, se hallará más allá de lo que se puede decir y habrá que emplazarla a ella también en el dominio de lo inefable, de lo que llamará Wittgenstein lo “místico”, a saber, aquello sobre lo que, no siendo posible hablar más vale guardar silencio.

Los neopositivistas que aplaudieron la consigna wittgensteiniana de silencio la interpretaron en el sentido de que en efecto más vale callar más no porque haya algo acerca de lo cual guardar silencio, sino porque en rigor no hay nada que decir.

Para decir todo esto me baso en textos de filosofía, entre ellos el de Javier Muguerza, “Desde la perplejidad”, catedrático de la Uned de Madrid y miembro de CSIC, actualmente se encuentra ya jubilado, con 72 años, es una de nuestras mejores cabezas.

Y también me baso en un intérprete tan sagaz del pensamiento de Wittgenstein como Derek L. Phillips. La expresión argumentos de validez y argumentos de poder por tanto se refiere a este autor posterior en sus comentarios y no al mismo Wittgenstein, he de corregir.

Solo citaré un párrafo textual de Wittgenstein donde situará la persuasión en un plano diferente al del convencimiento, y por la importancia que tiene para las teorías de la racionalidad:

“Sobre la certeza”: “El juez podría bien decir: ‘ésta es la verdad -en lo que yo puedo conocerla-. Pero ¿qué efecto tendría esta coletilla? (’más allá de cualquier duda racional’). ¿Es erróneo dejarme guiar en mis acciones por las proposiciones de la física? ¿Debo decir que no tengo ninguna buena razón para hacerlo? ¿Y no es precisamente esto lo que llamamos una ‘buena razón’? Supongamos que encontramos gente que no lo considera como una razón plausible. Diciendo que esto es erróneo, ¿no nos salimos ya de nuestro juego lingüístico para combatir el de los demás? ¿Y tenemos razón o sería injusto combatirlo? Naturalmente apoyaremos a nuestro modo de proceder con todo tipo de palabras de orden (de eslóganes). He dicho que “combatiría” el otro juego lingüístico, pero entonces, ¿no le daría quizá razones? Ciertamente sí, pero ¿hasta dónde llegan? Cuando acaban las razones está la persuasión” (Wittgenstein, 1969).
~

La interpretación de los neopostivistas (que repito es una corriente que surge a partir de Wittgenstein) es que ellos aceptaron la inmersión de la ética en el más absoluto irracionalismo. Sólo cabe que intentemos contagiar emocionalmente a nuestro interlocutor de nuestras propias actitudes o persuadirle -mediante un hábil despliegue de nuestra capacidad retórica- para que se comporte como nosotros deseamos que lo haga.

Pero ya en las Investigaciones filosoficas y en los inicios de dicho giro lingüístico en la obra de Wittgenstein a quien hemos presentado como un pionero de la concepción del lenguaje como comunicación, esto es, de la concepción pragmática del lenguaje, es lo que marca la ruptura de la filosofía analítica con el positivismo.

La posición de Wittgenstein difiere en consecuencia de la del relativismo ético para el que el lenguaje determinaría lo real y la del absolutista que simplemente invertiría esta relación.

Todos los esfuerzos han venido despues de la filosofia analitica del lenguaje así como también y muy destacadamente de la ética comunicativa de Habermas y la escuela de Frankfurt, en cuanto a la racionalidad y la posibilidad de racionalidad en la ética. Es lo que se ha llamado: “cognoscitivismo y no cognoscitivismo” en ética.
~

Evidentemente por todas las cosas que me has dicho o integras la lógica formal en el discurso ético y por tanto hemos de hablar de racionalidad, y partir desde otras filosofias subsiguientes. O por el contrario te quedas con los neopositivistas y a partir de ahi nos abstenemos de hacer un juicio valorativo ético de las cosas.

Sólo serían posibles hacer juicios de hecho, en tal caso.

Arrojaríamos a la ética al mundo de lo inefable y de lo inexistente, pero en buena gnoseología no me parece de recibo y creo que a ti tampoco, porque veo que quieres llevar la logica hasta sus ultimas consecuencias y a veces hasta un formalismo causal que vendría a negar el historicismo y el naturalismo.

O desde luego, no has alcanzado a expresarte, y tengo que deducir de tus entrelíneas los argumentos. Por eso a veces yo me he aplicado en escribir más, para no ser malinterpretada.

Y ¿a qué causa te refieres, entre ellas, a la de la mujer o a la de razón? Pues ambas me importan igualmente, como comprendrás.

En mi forma de entender ni siquiera cabría aquí la escisión entre un mundo de hechos y un mundo de valores. A primera vista sólo existe un mundo, que es el mundo físico, el que se presenta en aprehensión primaria, pues bien ésta es la realidad física, la fuente primaria de todo el conocimiento.

Los hechos se vuelven valorativos, no obstante, precisamente cuando ante su multiplicidad nos vemos obligados a elegir entre ellos. A partir de ese momento, se crea el “logos”, que sería lo que tambien se llaman juicios de segundo orden, o juicios de afirmación. Pero en tal caso el “lenguaje”, el “logos” debe ser un instrumento de afirmación de la realidad primaria. Y no solo eso, el “logos” es también una modalidad física de la realidad, aun cuando tenga su propia caraterización.

Luego si queremos que haya logica e inferencias de razonamiento deberá exitir el mundo valorativo acerca de los hechos físicos. Siendo que la realidad fisica (ethos y pathos) es la que mueve al logos y no el logos el que mueve a la realidad fisica, al menos en su primera aprehensión -esto seria una forma de historicismo o de realismo-.

Por tanto, si de verdad te interesa la filosofia y el razonamiento logico, hay que decir que la division entre logos, ethos y pathos está superada radicalmente por la filosofia fenomenológica a partir de Husserl, si tu prefieres seguir con la filosfía aristotelica y spinoziana allá tú, eres tú el que te condenas al solipsismo en ética y a la logica de las dicotomias. Y es muy probable que la lechuza de Minerva te haya expulsado de sus bosques.

De todas formas, no creo que sea un error partir de todas estas filosofías como tu haces y he elogiado tu intuición para las mismas muchas veces.

Pero reconoces y asumes que hay muchos autores que no has leído. Yo tampoco he leido a Gödel o a Tarsky, pero sí he tenido que leer a los filosofos de la lógica jurídica como Von Wright, Amadeo Conte, Jerzy Sztugold, Jorgen Jorgensen, Eugenio Bulygin. Es reconocer la existencia de diversidad de lenguajes en lógica y diversidad de códigos atendiendo a una comuniad de intereses.

Llegados a este punto tengo que decir que si vas a seguir en ese tono hablando conmigo yo no voy a seguir con esta conversación, puesto que lo considero una falta de lealtad hacia mi persona que se me trate con esa increíble desconfianza. Creo que nos conocemos desde septiembre pasado, ya va a hacer casi un año. Y aunque sé que te gusta reflejar la intensidad de tu emoción en tus razones y argumentos no creo que pueda tolerarlo, mas cuanto la demagogia para mí sería esto, el no querer mostrarse abierto a ningún tipo de razonamiento o diálogo. Y ademas la imposibilidad de alcanzar ningún consenso aunque sea mínimo.

Ahora estoy leyendo o releyendo “Etica minima” de Adela Cortina, en nuestro país tenemos buenos filósofos y pensadores. Y ella es una mujer para mí ejemplar, catedrática de Etica en Valencia. Y en cuanto a las teorias de la argumentacion racional se pueden leer a Habermas, Alexy y a Manuel Atienza.

A mi amiga la Gorgona te la mando desde aquí, tres hermanas monstruosas llamadas Esteno, Euríale y Medusa. De ellas, Medusa era mortal, las otras dos inmortales. Las tres tenían el mismo aspecto espantoso: las serpientes se enroscaban por encima de sus cabezas y alrededor de sus cinturas, poseían alas, garras y unos afilados colmillos.
Su mítica existencia está estrechamente vinculada a la del héroe Perseo, hijo de Zeus y Dánae, que dio muerte a Medusa y esta petrificó con su mirada al Monstruo Marino.

~
Hails ….till Satan!!!! Evil never dies!!!!

~

Ishtar, on a car thrown by seven lyons!!

Daven
8 de Agosto, 2008 a las 12:24 am
Estimada divinidad dadivosa en palabras:

Así pues, creo entender que conoce las ideas del austriaco a través de terceros. Vaya, y yo que he leído todos esos textos: TLP, los cuadernos azul y marrón, las investigaciones y “on certainly” -su última obra-, además de investigaciones sobre los fundamentos de las metemáticas y también sobre la rama dorada de Frazer. He perdido el tiempo, porque desde luego la interpretación que hice de mis lecturas no fue que Wittgenstein “diferenciaba con el nombre de argumentos de validez y argumentos de poder”. Eso no está escrito en ninguna obra del austriaco que yo “directamente” conozca. Debe ser porque soy más “luterano” que “católico”. Pero esas grandes cabezas son honradas, al igual que son honradas todas las que las admiran.

Logos, ethos y pathos son los caminos principales de todos los recursos retóricos que conozco. Su realidad “gnoseológica” fuera de la persuasión solo me interesa dentro del “logos”. Que me hable usted de Husserl me indica que, o bien soy tan obscuro como el de Efeso, o bien prefiere no entender lo que escribo. La antythesis, una de mis figuras favoritas, es una forma retórica creativa del “logos” derivada de la “identificación de contrarios”. Así que cómo pudiera condenar las dicotomías. Pero usted es una mujer íntegra, así como todas aquelas que en su blog la jalean.

Sobre la ética, mi idea es clara y coincide con los principios orientales: ésta se practica, no se publicita, ni se coquetea con sus lazos de seda o sus racimos de parra. Hágase el favor de leer el fundamental fragmento de los escarabajos encofrados de las investigaciones filosóficas (de forma directa), si en algo le interesa mi opinión convergente con el austriaco sobre la “exposición” del intuicionismo y los leguajes privados. Sin embargo, usted me rebaja por “arcano”, circulando alrededor de mí filósofos que afirma como “superados”, cuando ni siquiera se toma la molestia de interpretar mis pensamientos -qué son míos- y no interpretaciones de otros cráneos privilegiados, Ah! Bien cara he pagado mi ambición. Pero Isthar es una diosa honrada, igual que son honrados todos sus adoradores.

Sé perfectamente que soy irritante, que produzco escozor, que la gente no me aguanta y que, posiblemente aunque no lo crea, sea el más cruel y sádico de los hombres. Pero:

“No es que me falte amor por los hombres, sólo que prefiero a la Naturaleza” Childe Harold’s Pilgrim

Lord Gordon Byron

P.D. Contesto a su pregunta: Claramente su causa es la de la “mujer”, no la de la “razón”. No son contrarios “absolutos”, excuso decir.

Para aumentar su auto-estima le invito a hacerse un buen regalo, y disfrute usted misma de las “Investigaciones Filosóficas”. Honrados son los hombres que ante la falta de virtud no se arrodillan, siguen caminando, ciertamente, su “propio” camino.

ishtar terra
8 de Agosto, 2008 a las 12:44 am
Extraigo un comentario tuyo desde Libro de arena, para que veas que tengo recogidos más de un pensamiento de ti, y que he intentado aprender de ti mucho, y lo he reconocido también. Aquí es donde está el texto que mencionas de Ludwig Wittgenstein.

lo dijo Daven 12 Febrero 2008 | 06:50 AM

Estimada señorita:

Para empezar creo recordar que el cuadro que ilustra su artículo es de Caspar David Friedrich, icono del movimiento romántico al que tuve la desdicha de iniciar.
De las dos vías que usted apunta ambas son condicionantes. No habría espíritu humano sin cultura (y el Romanticismo es prueba de ello, es una reacción conservadora e individualista contra la Ilustración). No seríamos la especie explotadora de la Naturaleza sin haber competido con otras especies (No quedan más que restos de la rama Homínido salvo los que estamos aquí).

Así pues, negar los condicionantes que nos han puesto aquí y ahora es absurdo. Sin embargo, por pura materia genética y cultural somos individuos irreproducibles (esto sin contar con la clonación y los medios homogéneos de aprendizaje). Para comenzar a arrojar luz, la antropología moderna propone modelos estructurales (Levi-Strauss), teselas de comportamientos en los que cada individuo es un punto dentro de una red a nivel de relación familiar, modelo de comunicación y espacio espiritual.
Para cerrar el circuito de condicionantes, sugiero añadir modestamente estos dos:

- El condicionante económico. Los individuos nacemos en sociedades que a nivel geográfico y local nos hace depender de un modelo de subsistencia determinado de acuerdo con segmentaciones mercantiles.

-El condicionamiento lingüístico. Puesto que compartimos localmente un mismo idioma, tenemos un modelo de referencia de pensamiento encajado en tal idioma. No podemos aportar nada que no sea expresable y transmisible a nuestros prójimos. Hay una paradoja al respecto de Ludwig Wittgenstein sobre los hombres que tenían escarabajos en un cajón y hablaban de ellas, siendo regla de este juego no poder observar el escarabajo del otro. En este juego de lenguaje lo irrelevante es si hay o no hay escarabajos en las cajas. (Investigaciones Filosóficas. L.W.)

Si cree que el cuadro es funesto, me parece muy bien optar por la rebeldía. Siempre que no sea bajo el precio de abandonar la consciencia. Queda la singularidad de cada individuo, sus oportunidades vitales y sus decisiones. Aún teniendo tales condicionamientos y siendo seres sociales, hacemos música, creamos libros irrepetibles, y existe la inspiración tanto artística como científica, con mayor o menor modestia en cada individuo. Queda así apaciaguado el dilema. Cualquier salida hacia el irracionalismo es pura perdida de consciencia, nigromancia y protesta contra el progreso. Platón no trató de hacer otra cosa y su coste se ha extendido por todos los siglos.

Queda suyo, muy apacible, haciendo Chi-Kung

Lord Gordon Byron, socialiste


RETOS DEL SIGLO XXI. ¿CUÁNTOS CABEMOS AQUÍ?


La capacidad de explotar el medio es lo que ha condicionado el crecimiento de la humanidad. Llevamos 100.000 años, más o menos, aquí. Los primeros 90.000 fueron de escaso éxito para la invasión de la tierra por parte de los hombres. La caza, la pesca y la recolección limitaban los recursos disponibles y, por ende, la población.

La agricultura supuso un gran salto; cuando aparece ésta, hace 10.000 años, se estima que había en el mundo algo más de 200 millones de habitantes; a partir de entonces el crecimiento de las poblaciones de humanos se disparó. Comienza la deforestación para liberar áreas para el cultivo. Aparecen las ciudades. La tierra empieza ya a cambiar mucho por efecto de la actividad humana. Ya hemos hablado de ello en otro post. Domesticamos animales para el trabajo de la tierra, aparece la ganadería extensiva e intensiva, aterrazamos las laderas de las montañas, construimos canales para el riego, plantamos especies de más rendimiento -arroz, trigo, maíz- que las originales de los ecosistemas naturales. Sobre todo en Asia eso propicia una gran explosión demográfica. En 1830 había ya 1.800 millones de personas sobre la tierra.

La segunda gran explosión se produce con la revolución industrial. Desde entonces, en menos de 200 años, hemos llegado, desde esos 1.800 millones, hasta los 6.500 millones actuales. La causa es la utilización de las energías almacenadas por la tierra en forma de combustibles fósiles. El carbón, el petróleo y el gas han posibilitado ese incremento espectacular. Aunque hizo falta incrementar la producción de alimentos y eso se consiguió, sobre todo, por la utilización de los fertilizantes químicos nitrogenados -que en definitiva se producen desde esos combustibles fósiles, con su energía-, lo que ha permitido que la producción de alimentos esté a la altura de las demandas de una humanidad hambrienta y en crecimiento imparable.

No sólo somos cada vez más, cada vez empleamos mecanismos más sofisticados para dominar la naturaleza y cada vez somos más ricos, lo que implica que cada vez tenemos mayores necesidades. El impacto sobre el medioambiente es una combinación de todos esos factores que tienen efecto multiplicador sobre la utilización de los recursos, hasta el extremo de que empezamos a ver, de forma clara, que la dinámica actual no es sostenible. Ya hemos hablado del agua y del petróleo. Otros recursos también se agotan. Por ejemplo las pesquerías están ya agotadas. Hace unos años tuve un encargo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para estudiar estrategias de apoyo a la internacionalización de la flota pesquera española, y me quedé aterrado. Estábamos acabando con los recursos pesqueros en todo el mundo. Muchos de forma irreversible. Desde entonces la situación no ha parado de empeorar. Literalmente hemos colocado a la mayor parte de las especies marinas en situación de colapso por sobrepesca. Se necesitarían muchos años de moratoria para intentar la recuperación y se duda que sea posible en muchos casos, aún con la utopía de que no pesquemos para lograrlo. Ya sé que la acuicultura nos ha ayudado mucho, pero el impacto ecológico de ésta es tremendo. Baste señalar que el cultivo de camarones casi ha acabado con el ecosistema del manglar entre los trópicos y el ecuador.

¿Debemos pensar que hay también un límite a la población? ¿Hay una población sostenible? Hay dos corrientes principales de opinión, la de los optimistas que sostienen que no hay un límite porque la tecnología cada vez proveerá de más y mejores soluciones, y eso hará que cada vez quepamos más humanos en la tierra, y la de los pesimistas que creen que el impacto de la actividad humana sobre el medio está llevando ya al planeta al colapso. ¿Hay una tercera opinión? Claro, la intermedia -“in medio est virtute”-; hace falta una transición razonable desde las actuales tendencias de crecimiento, para nosotros, insostenibles, hasta alcanzar una población compatible con la conservación del planeta.

Creo que es imperativo controlar la población total sobre la tierra y que la actual trayectoria de crecimiento no es sostenible. En el año 2050, dependiendo de cómo se desarrolle el control de la natalidad, seremos entre 7.800 millones si actuamos rápidamente, o 10.600 millones si no lo hacemos. Pensad que si la tasa de fertilidad TFT (número de hijos por mujer) no bajara, es decir se mantuviera en los valores actuales, llegaríamos a ser 11.700 millones en ese año. En cualquiera de los escenarios el incremento, como ya señalábamos en otro artículo de la serie, se dará en los países más pobres. Las altas TFT se asocian a la pobreza y esta se asocia a las TFT altas. Es un círculo infernal. La solución para disminuir las TFT es la educación de las mujeres, la emancipación de las mismas y una salud reproductiva y sexual al alcance de todas ellas en todo el mundo.

Entre los olvidados compromisos del milenio de la ONU están: lograr la educación primaria universal, y eso incluye a las niñas, promover la igualdad entre los géneros y la liberación femenina, reducir la mortalidad de niños menores de 5 años y mejorar la salud materna. Un aumento de la supervivencia de los niños nacidos va a determinar, casi inmediatamente, unas menores tasas de fertilidad, como también señalábamos en otro de los artículos. Si se cumplieran esos objetivos, las tasas de fertilidad en los países más pobres descenderían a niveles razonables. Eso haría que la tasa de crecimiento global se hiciera compatible con la conservación de los ecosistemas y con la conservación de las especies animales y vegetales. Habría que apoyar medidas para paliar el efecto del envejecimiento de la población. Aunque cada vez que se ha producido un ajuste de población, los viejos envejecemos más despacio y nos podemos mantener activos durante más tiempo. ¡Ved la muestra! Yo estoy como una moto nueva, para algunas cosas.

Mientras esta evidencia se instala en las mentes de todo el mundo razonable no faltan los dogmáticos fundamentalistas que claman porque sigamos llenando la tierra de humanos frente a toda razón. Uno de los representantes más genuinos de esa tendencia se llama George W. Bush, que aunque sólo tiene dos hijas, y parece que no las ha educado demasiado bien, ha cancelado la ayuda a todos los programas relacionados con el control de la natalidad de su Gobierno. La “guerra” a esas ayudas y a esos programas ya empezó durante el mandato de Ronald Reagan y de Bush padre, pero el niño les ha dejado en ridículo con su cruzada particular.

Los Estados Unidos son la mezcla de lo mejor y de lo peor del mundo. Espero que esta vez toque la de cal -ya está bien de arena con los ocho años de George W. Bush-. A ver si con los cambios que se avecinan mejora el compromiso del país, hoy por hoy líder del mundo, con los objetivos del milenio. ¡Ojalá! Tengo ganas de hablar bien de los EEUU.

6 comentarios a “RETOS DEL SIGLO XXI. ¿CUÁNTOS CABEMOS AQUÍ?”
ishtar terra
22 de Julio, 2008 a las 9:23 pm
El mundo pulsa como una bomba pero en los precipicios del arco de su brazo ni la muerte ni el caos nos amenaza.

Mientras que el único modo de constituirse el sujeto en el imaginario cultural, es decir, a través de la pérdida del paraíso, expulsión o exclusión traumatizante, conflicto de edipo, etc, no es que sean del todo falsos pero son los únicos modos que sobrevienen como ritos de entrada del sujeto en el mundo mayor al concebir el advenimiento también del lenguaje y la instancia de un tercero, que podeos llamar Padre, Ley, Nombre-del Padre. Ello permitiría la entrada del sujeto-niño en lo simbólico y el acceso al lenguaje.
En esto no participa la madre que siempre ha sido relegada y separada del niño cuando si lo pensamos él ya está separado de la madre por el mecanismo natural de la placenta.
Traigo esto a colación para percatarnos de la ceguera en que siempre hemos vivido muchas mujeres, que no hemos podido saber como ser nosotras mismas separadas de nuestros hijos, aunque este no es mi caso personal.
Entre otras cosas hoy está el sujeto sobrevalorado y esto tambien ha perjudicado a un entendimiento mejor de lo que somos.
Es necesario por tanto crear nuevos valores que unan a la mujer a ella misma, que no sean necesariamente los de su matenridad sino de su relación con otras mujeres y del intercambio de objetos entre ellas para su valoración sin quiebra de fusión, sin mitos de edipo con sus hijos.
Y por otro lado es necesario que el sujeto se revalorice de otro modo, con otra expresión.
Se mide el valor del individuo por la suma de sus desacuerdos, por su incapacidad para ser indiferente, por su negativa a ser el objeto, y de aquí la descalificación del bien, de aquí la boga del mal.
Y esto en realidad causa un perjuicio a la verdad, pues el “sujeto” existe pero en muchos casos es una “ficción” de él que se debe a que recuerda de él su biografía, pero lo único que realmente existe es la “impresion” primaria de sentir, y eso está antes que el sujeto .
Por tanto, tendríamos que hacer una redefinición de lo que es el sujeto.
La filosofía moderna, instaurando la superstición del yo, ha hecho de ella el resorte de nuestros dramas y el pivote de nuestras inquietudes, añorar el reposo en la indistinción, el sueño neutro de la existencia sin cualidades, todo “yo” es ruptura con la quietud de la unidad.
Quien se ataree en atenuar tu soledad o tus desgarramientos va contra tus intereses y tu vocación.- eso es lo que se dice, se debe pensar, estaría en boga, pero no es así, si lo piensas, no es así.
Propongo que cambiemos la idea del sujeto que tenemos y hablemos de otra forma de yo en que puede implicar una relación más amplia de cosas sin este verse discriminado o relegado de ellas. El sujeto no es lo importante.
Si no cambiamos esta forma de pensar nos veremos abocado a un mundo donde las almas son inabarcables en sí. Donde ya no cabemos pues todos no podemos realizarnos de la misma manera, eso esta claro.
~

Estimado amigo:

Quiero dejarle aún con alguna reflexión más sobre este tema.

Donde el cuerpo femenino engendra en el respeto de la diferencia, evidentemente el culto a la relación madre-hijo muestra la tolerancia femenina. Y me imagino que todo el terreno que la mujer ha ganado en la sociedad se deberá a su propia lucha y a su trabajo fundamentalmente y a su tolerancia de que ella también quiera compartirlo con el hombre.

Lo que quiero decir es que vamos avanzando gracias a tolerancias de ambos géneros, también el cuerpo social patriarcal se edifica jerárquicamente excluyendo la diferencia, sobre todo ello se ha demostrado así una vez llegamos a las cúpulas organizativas de todas las empresas o instituciones.

Las dificultades de las mujeres para lograr que se reconozcan sus derechos sociales y políticos se basan en esta relación entre biología y cultura, sobre la que nunca se ha pensado lo suficiente.

Rechazar hoy día toda explicación de tipo biológico -porque la biología paradójicamente, haya servido para explotar a las mujeres- es negar la clave interpretativa de la explotación misma. Ello significa también mantenerse en la ingenuidad cultural que se remonta al establecimiento del reino de los dioses-hombres, pero seguiremos hablando sobre ello.
~
La afirmación de que hombres y mujeres están ahora igualados o en vías de estarlo se ha convertido practicamente en el nuevo opio popular, hombres y mujeres no son iguales y orientar el progreso en ese sentido me parece problemático e ilusorio.
Así en el plano del trabajo un empresario se apresurará a decir que no quiere mano de obra femenina porque es inestable o en todo caso aceptará contratar mujeres a condición de pagarles menos sin reconocer que a menudo constituyen la mejor mano de obra por su seriedad especialmente a partir de una cierta edad.

Y lo que pasa es que las mujeres en vez de hacerse mujeres se hacen hombres. Es lo que exige el mundo masculino a falta del reconocimiento de la identidad femenina.
La dedicación profesional forma parte de la identidad de los sujetos pero esta se define también en base a otras realidades. Evidentemente, se trata de alcanzar un estatuto profesional, de tener un puesto de trabajo, pero esto es algo que no se puede poseer como cualquier otro objeto.

El género humano debiera pensar en sus dos polos de identidad e integrar en la cultura la riqueza de sus bienes relacionados con la vida.

La vida vale mucho más que todos los objetos, propiedades o riquezas que podamos imaginar.

Si no se desea regresar a la neutra indiferenciación del “estado inorgánico”, paradójica conclusión de un hincapié excesivo en la diferencialidad, no queda otra salida que someter la diferencia femenina a la prueba de la universalidad, pues “el discurso ético feminista o se universaliza o se pudre, y no precisamente para fecundar la tierra” (Celia Amorós).

Blessed be!!

Ishtar, blandiendo un arco sobre un carro tirado por siete leones.


Estimado amigo:

Un reportaje de LA VANGUARDIA a principios de este año afirmaba que “la prostitución se globaliza” e igualmente señala que el tráfico de mujeres para este “negocio” supera ya en beneficios a la droga. Por otro lado, ya decía EL PAÍS pág 32, en un reportaje el pasado 15 de enero, que el perfil del usuario ha cambiado y “la clientela” es más joven.

Es posible que tengamos que tener en cuenta tambien a este tráfico por los negocios que atrae y que camufla debajo de él.

El Tribunal de Justicia de la UE había establecido en 2001 que la prostitución podía ser considerada una actividad económica, siempre que se realizara por cuenta propia, y no mediante subordinación a un proxeneta. Esta sentencia volvió a poner de actualidad la controversia en torno a la regulación de la prostitución, un negocio que pasa por ser el oficio más estable, es decir, “el más viejo del mundo”, y sobre el que pesan toda suerte de tabúes por motivos morales, religiosos e ideológicos.

~

Por otro lado, para ser capaces de mejorar la capacidad real existente para perseguir el fraude fiscal, es sabido que el pago de los impuestos depende mucho de la reputación que posean los recaudadores como perseguidores del fraude.
Durante años, y a lo largo de diversos ministros de distinto signo ideológico, la efectividad de la Agencia se ha encontrado con resistencias políticas basadas en los posibles perjuicios para con la actividad y/o el empleo y también con una aparente falta de conocimiento de los flujos de renta de los ciudadanos.

La Agencia siempre ha cubierto objetivos por debajo de su potencial y repetidamente a remolque de las actuaciones de ingeniería fiscal. Pero ahora lo que les importa a los ciudadanos que prefieren cumplir con las leyes pagando sus impuestos, y también para aquellos que están casi exclusivamente sujetos a las retenciones por IRPF, es que aumente rápidamente el grado de eficacia de la lucha contra el fraude. Porque si no fuese así, surgiría de manera inevitable la necesidad de incrementar la presión fiscal.

Sería de agradecer que, en esta dirección, el responsable de Hacienda consiguiera presentar un modelo razonable y consensuado políticamente de Plan de lucha contra el fraude con unos objetivos cuantificados y creíbles para el año que viene.

Otro saludo afectuoso!!

Gustavo Mata
17 de Julio, 2008 a las 8:38 am
Gracias de nuevo, estimada amiga, por tus interesantes aportaciones. Respecto a lo que nos comentas de la prostitución, a mí me gusta el modelo de lucha sueco en el que se penaliza a los “clientes” de este indecente y degradante comercio, que degrada, sobre todo, a quien se sirve de él instrumentalizando a las pobre prostitutas.
No puedo estar más de acuerdo en lo de incrementar la eficacia y el compromiso en la lucha contra el fraude fiscal.
Un saludo muy cordial y afectuoso.

madres e hijas

Las dificultades de las mujeres para lograr que se reconozcan sus derechos sociales y políticos se basan en esta relación entre biología y cultura, sobre la que nunca se ha pensado lo suficiente.
Rechazar hoy en día toda explicación de tipo biológico -porque la biología, paradójicamente, haya servido para explotar a las mujeres- es negar la clave interpretativa de la explotación misma. Ello significa también mantenerse en la ingenuidad cultural que se remonta al establecimiento del reino de los dioses-hombres: sólo lo que se manifiesta con formas de hombre es hijo divino del padre, sólo lo que presenta un parecido inmediato con el padre es legitimable como hijo portador de valor. Los deformes y los atípicos se ocultan con vergüenza. Las propias mujeres deben habitar la noche y la casa, entre velos y despojadas de su identidad por no ser una manifestación de las formas correspondientes a los cromosomas sexuados masculinos.
Así pues para obtener un estatuto subjetivo equivalente al de los hombres, las mujeres deben hacer que se reconozca su diferencia. Deben afirmarse como sujetos portadores de valor, hijas de madre y de padre, respetuosas del otro en ellas y exigiendo de la sociedad idéntico respeto.
Pero todo el marco de su identidad está por construir, o reconstruir. Me gustaría indicar aquí algunos sencillos ejemplos para fomentar las relaciones de identidad entre madres e hijas, el espacio menos cultivado de nuestras sociedades. Así es, ya que se encuentra doblemente excluido de las culturas patriarcales, pues la mujer es rechazada como mujer-sujeto, y la hija no recibe un reconocimiento paritario como hija-sujeto. Los valores dominantes en nuestras culturas son los que manifeiestan visiblemente su pertenencia al género masculino.
¿Cómo salir de este engranaje endiabladamente riguroso del orden patriarcal falocrático? ¿Cómo dar a las hijas la posibilidad de un espíritu y un alma? Eso puede realizarse gracias a la existencia de relaciones subjetivas entre madres e hijas. Ofrezco aquí algunas sugerencias prácticas para cultivar este tipo de relación:
1.Volver a aprender el respeto a la vida y a los alimentos. Ello significa reencontrar el respeto a la madre y a la naturaleza. Con frecuencia olvidamos que las deudas no se pagan sólo con dinero y que no todos los alimentos pueden comprarse. Este punto, que concierne también, como es evidente, a los hijos varones, es imprescindibe para las mujeres si quieren redescubrir su identidad.
2.Es conveniente colocar hermosas imágenes (no publicitarias) de la pareja madre-hija en todas las casas y lugares púbicos. Resulta patógeno para las hijas encontrarse siempre ante representaciones madre-hijo, especialmente en la dimensión religiosa. Propongo, por ejemplo, a todas las mujeres de tradición cristiana que coloquen en las habitaciones comunes de sus casas, en las de sus hijas y las de ellas mismas una imagen que represente a María y a su madre Ana. Existen en esculturas y pinturas fáciles de reproducir. Les aconsejo también exponer fotografías en las que figuren al lado de su(s) hija(s), e incluso de sus madres: madre, padre e hija. Estas representaciones tienen como meta dar a las hijas una figuración valoradora de su genealogía, condición indispensable para constituir su identidad.
3.Propongo a las madres suscitar ocasiones de emplear con su(s) hija(s) el plural femenino. Pueden también inventar palabras y frases para designar las realidades que experimentan e intercambian, pero para las que no poseen un lenguaje.
4.Es igualmente necesario que madres e hijas descubran o fabriquen objetos intercambiables entre ellas para definirse como un yo -nosotras- y un tú femeninos. Digo “intercambiables” porque los objetos que se pueden compartir, fraccionar, consumir en común pueden prolongar la fusión. Los únicos asuntos que habitualmente intercambian las mujeres son los referidos a los niños, a la comida, y, a veces, a su arreglo personal o a sus aventuras sexuales. Pero ésos no son objetos intercambiables. Y para bien hablar de los otros y de sí mismas, es útil poderse comunicar a propósito de las realidades del mundo, poder intercambiar alguna cosa.
5.Sería útil que las madres enseñaran muy pronto a las hijas el respeto a la diferencia no jerárquica de los sexos: él es él; ella es ella. El y ella no se reducen a ser funciones complementarias, sino que corresponden a identidades distitnas. Mujeres y hombres, madres y padres, hijas e hijos, poseen formas y cualidades diferentes. No pueden ser identificados sólo por sus acciones y sus roles.
6.Para establecer o prolongar las relaciones consigo misma y con el otro es indispensable disponer de un espacio. A menudo, las mujeres quedan reducidas a los espacios internos de su matriz o de su sexo, en la medida en que estos son útiles para la procreación y el deseo de los hombres. Es importante que dispongan de un espacio exterior propio que les permita moverse de dentro afuera de ellas mismas, de experimentar su condición de sujetos libres y autónomos. ¿Cómo conceder una oportunidad a la creación de este espacio entre madres e hijas? Veamos algunas propuestas:
a) Sustituir, siempre que sea posible, las magnitudes artificiales por las magnitudes humanas.
b) Evitar alejarse de los espacios naturales, cósmicos.
c) Jugar con los fenómenos que produce el espejo y los de simetría y asimetría (especialmente derecha-izquierda) para reducir la proyección y la anulación en el otro, y los fenómenos de indiferenciación con el otro, ya sea la madre, el padre, la futura pareja amorosa, etc.
d) Aprender a no moverse siempre en el mismo sentido, lo que no significa dispersión, sino un saber circular de dentro afuera y de fuera adentro de una misma.
e) Interponer entre la madre y la hija pequeños objetos realizados a mano para compensar las pérdidas de identidad espacial, las fracturas del territorio personal.
f) No contentarse con describir, reproducir o repetir lo ya existente; saber inventar o imaginar lo que aún no ha tenido lugar.
g) En los intercambios verbales, crear frases en las que el yo-mujer hable al tú-mujer, especialmente de ella misma o de una tercera mujer. Esta clase de lenguaje, prácticamente inexistente, contrae enormemente el espacio de la libertad subjetiva de las mujeres. Podemos empezar a crearlo sirviéndonos de la lengua habitual. Madres e hijas pueden practicarlo bajo la forma de juegos afectivos y didácticos. Esto significa concretamente que la madre-mujer se dirige a la hija-mujer, que utiliza las formas gramaticales del femenino, que habla de cosas que les conciernen, que habla de ella misma e invita a su hija a hacerlo, que evoca su genealogía, en especial la relación con su madre, que habla de ella misma, que habla a su hija de las mujeres que tienen una dimensión pública en la actualidad y de aquellas que la tuvieron en la Historia o en la mitología, que pide a su hija que le hable de sus amigas, etc. Cuando las hijas comienzan a frecuentar el colegio aprenden el discurso del él/ellos o del entre-él/ellos. En cuanto a las escuelas mixtas, aunque presentan ciertas ventajas, desde este punto de vista serán poco favorables al desarrollo de la identidad de las niñas mientras los códigos lingüísticos -gramatical, semántico y lexicológico- no evolucionen.
Sólo la madre está actualmente en condiciones de preocuparse de dar a su hija, a sus hijas, una identidad como tales. Las hijas que somos nosotras, más conscientes de aquellas cuestiones que conciernen a las necesidades de nuestra liberación, podemos también educar a nuestras madres y educarnos entre nosotras. Todo ello me parece indispensable para los cambios sociales y culturales que estamos necesitando.

Andrómeda
(y Luce Irigaray)
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Ya es hora seguramente de que se ponga en cuestión toda la filosofía de la historia soteriológicamente inspirada y fundamentada en un problemático realismo de los universales y de que empecemos a pensar que, si no la salvación, al menos el adecuado criterio está en orientarnos hacia un sano “nominalismo”.

Una razón, en fin, menos esencialista, más nominalista, más orientada al valor intrínseco de todo lo que dice el nombre.

Sobre la mujer
“La asociación conceptual de la mujer con la naturaleza -concepto nunca dado, claro está por la propia naturaleza, sino siempre social e ideológicamente construido desde las definiciones que la cultura se da a sí misma- no aparece creemos como algo que se pueda derivar sin más de su proximidad a la vida por ser dadora de la misma...
Pensemos que la recurrencia en la adjudicación de los lugares en las contraposiciones categoriales responde a la generalizada situación de marginación y de opresión -cuando no de explotación- en que se encuentra la mujer, opresión desde la que se define -pues en ellos consiste la operación ideológica fundamental de la racionalización y legitimación- como aquello que requiere ser controlado, domesticado y superado”. La dicotomía cultura-naturaleza sustenta sobre sí, por encabalgamiento, otras muchas parejas dicotómicas, desde el par “razón”-”sentimiento” al par “público”-”privado”, por citar sólo dos que se dan cita en Rousseau.
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Abogar maniqueísticamente por una sociedad exclusiva de mujeres liquidando al macho -lo que lleva consigo la destrucción de las condiciones de reproducción de esa misma sociedad, ¡tanto peor para la autoperpetuación como producto de la megalomanía machista!- es constituir el discurso de la diferencia como discurso de la liquidación al mismo tiempo que liquidar el discurso de la diferencia”.


Si no se desea regresar a la neutra indiferenciación del “estado inorgánico”, paradójica conclusión de un hincapié excesivo en la diferencialidad, no queda otra salida que someter la diferencia femenina a la prueba de la universalidad, pues “el discurso ético feminista o se universaliza o se pudre, y no precisamente para fecundar la tierra”.

La dedicación profesional forma parte de la identidad de los sujetos pero esta se define también en base a otras realidades. Evidentemente, se trata de alcanzar un estatuto profesional, de tener un puesto de trabajo, pero esto es algo que no se puede poseer como cualquier otro objeto.
Para tal liberación la lengua representa un instrumento de producción indispensable. Debo hacerla evolucionar si quiero tener derechos subjetivos equivalentes, si quiero intercambiar lenguajes y objetos.
El tema de los derechos civiles y sociales no es el tema específico que yo quería traer hoy aquí, no obstante está enlazado con él a través del problema de la referencia lingüística del género, y como son sexuados los bienes a través del objeto o bien del género del poseedor.
En este caso ser poseedor de los bienes de intercambio da un poder, y hoy día ya tenemos mujeres empresarias o capitalistas también, no obstante el mundo simbólico y de representación juega un papel importantísimo a la hora de introducirse en la sociedad, y a través de los medios de publicidad.
Es cierto que las leyes están hechas de un modo, que guardan por vigilar la leal y libre competencia, los criterios de oportunidad y méritos, los derechos sociales y laborales, pero aún así el mundo legislativo a veces está a años luz del mundo real, que en muchos casos enlaza aquí con el mundo de la inmigración y de la explotación.
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Tal vez ya no sea posible que vuelvan a existir los modelos que tuvimos de referencia cuando niños, ese modelo protector de la familia y al mismo tiempo eficiente en su trabajo y en la sociedad.
El modelo de mujer va evolucionando y la rebeldía es lo que nos hace madurar. Se complementan y son indispensables.
A lo mejor esa antigua seguridad hemos tenido que cambiarla por la seguridad personal, por el individualismo con que nos protegemos de los demás. Tal vez en eso sí hemos ganado, pero ya no es lo mismo, no.

Donde el cuerpo femenino engendra en el respeto de la diferencia, evidentemente el culto a la relación madre-hijo muestra la tolerancia femenina. Y me imagino que todo el terreno que la mujer ha ganado en la sociedad se deberá a su propia lucha y a su trabajo fundamentalmente y a su tolerancia de que ella también quiera compartirlo con el hombre.
Lo que quiero decir es que vamos avanzando gracias a tolerancias de ambos géneros, también el cuerpo social patriarcal se edifica jerárquicamente excluyendo la diferencia, sobre todo ello se ha demostrado así una vez llegamos a las cúpulas organizativas de todas las empresas o instituciones.
Las dificultades de las mujeres para lograr que se reconozcan sus derechos sociales y políticos se basan en esta relación entre biología y cultura, sobre la que nunca se ha pensado lo suficiente.
Rechazar hoy día toda explicación de tipo biológico -porque la biología paradójicamente, haya servido para explotar a las mujeres- es negar la clave interpretativa de la explotación misma. Ello significa también mantenerse en la ingenuidad cultural que se remonta al establecimiento del reino de los dioses-hombres, pero seguiremos hablando sobre ello.
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La afirmación de que hombres y mujeres están ahora igualados o en vías de estarlo se ha convertido practicamente en el nuevo opio popular, hombres y mujeres no son iguales y orientar el progreso en ese sentido me parece problemático e ilusorio.
Así en el plano del trabajo un empresario se apresurará a decir que no quiere mano de obra femenina porque es inestable o en todo caso aceptará contratar mujeres a condición de pagarles menos sin reconocer que a menudo constituyen la mejor mano de obra por su seriedad especialmente a partir de una cierta edad.
Y lo que pasa es que las mujeres en vez de hacerse mujeres se hacen hombres. Es lo que exige el mundo masculino a falta del reconocimiento de la identidad femenina.
El género humano debiera pensar en sus dos polos de identidad e integrar en la cultura la riqueza de sus bienes relacionados con la vida.
La vida vale mucho más que todos los objetos, propiedades o riquezas que podamos imaginar.
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