martes, 29 de abril de 2008

concordia discordantium (el poder de la razón)

Concordia discordantium
(Una filosofía sobre el poder de la razón y la razón del poder)



La ética espinocista

lo dijo Andrómeda a Daven
Me sorprende con sus silogismos en ética, "nacer de la razón", ahora resulta que usted va a ser más platónico que Platón.
El "pathos" es la impresión sentiente, el "logos" es el medio de relación de una impresión con otra, la "razón" es la postulación radical de la realidad a través del logos y del pathos.
Por mucho que Spinoza, judío emigrado con su familia de España a Holanda y vuelto a tener que exiliarse acusado de blasfemo, lo cual tal vez le honra más por los tiempos que les tocó pasar, y contemplando su obra con la distancia, su pensamiento, sin duda, es un avance en la ética. Incluso es una inteligencia muy refinada darse cuenta de la utilidad que tiene la manipulación del sentimiento culpable y entre otras cosas del arrepentimiento para las formas de gobiernos, pero eso es algo que ya se habían dado cuenta en el siglo XII los escolásticos, basados en la filosofia de santo tomás.
Todos los sentimientos nacen del "pathos" y de ahí algunos llegan a la razón y otros se quedan en puras impresiones primarias. Se puede nacer de la razón, pero como una forma mas del sentir así estructurada. Es más hoy desde la psicología y la filosofía no se sabe dónde está el límite entre el logos y la razón.
Los que hablan de una tecnica procedimental e institucional, los ponen aquí.
Pero es más complicado, la razón también existe por simple "modelización" de la realidad. Es la fuerza pues de la realidad la que genera la necesidad de imposición de una razón por otra. Pues la razón también es plural y multiforme.
Sinceramente,
lo dijo Andrómeda corrigiendo 19 Marzo 2008 | 10:17 PM
Perdón, es la familia de Spinoza la que procedía de judíos sefardíes de la península pero el filósofo Spinoza ya nació en Amsterdam. Y murió en la Haya, se trasladó a esta ciudad, a pesar de que se le exigió unos requisitos para su producción filosofica, pero su obra fue perseguida por criticar la religión de una forma racionalista, de hecho él no aceptó una catedra, la de Heidelberg, para dar clases por condicionar las autoridades académicas su forma de pensar.
Para él la libertad no depende de la voluntad sino del entendimiento; el hombre se libera por medio del conocimiento intelectual. Pero esta definición es paradójica porque al mismo tiempo afirma un determinismo universal, en que todo está determinado por leyes universales que lo condicionan mediante la ley de preservación de la vida.
Aún así afirma que ser libre es regirse por la razón frente a la sumisión, por ejemplo, a la religión. Pero no da una definición sino paradójica de razón. Siguiendo este planteamiento encontramos una de sus afirmaciones más importantes y que más problemas le trajo: que Spinoza afirma que los valores son creaciones humanas arbitrarias.
Cordialmente







Estimado daven,
como nuestro amigo Zenon no está en su blog he preferido seguir conversando con usted sobre la ética de Spinoza y la razón aquí en mi blog.
A veces es tan poco lo que interesa la filosofía que cualquier oportunidad merece la pena.
Transcribo aquí primero el texto de su consideración que se originó en medio de una discusión sobre la índole aceptable o no de la “culpa” y del sentimiento de remordimiento en el plano moral.
Usted decía lo siguiente:
“lo dijo Daven :
La culpa no ocupa lugar alguno dentro de las figuras del "logos". Es una apelación persuasiva que pertenece al "pathos".
Tal y como aparece en la "Ethica" de Spinoza:
Proposición LIV:
El arrepentimiento no es una virtud, o sea, no nace de la razón, el que se arrepiente de lo que hace es dos veces miserable e impotente.
(Ethica - Parte IV)
La demostración viene después. Se trata sencillamente que la conmiseración es una tristeza y como tal, una represión de la alegría, y por tanto hablando de la naturaleza ineluctable de los hechos pasados, una conmiseración acerca de estos no es adecuada a los principios de la razón.
Spinoza observa la utilidad tanto del arrepentimiento como de la humildad en las formas en que un Gobierno puede someter las pasiones de un pueblo y hacerlo más previsibles.”
A lo que yo le respondí sobre la contradicción que se creaba en Spinoza entre la razón y la libertad del hombre que era determinada por leyes universales y cómo él mismo hablaba de la arbitrariedad de los valores, así como pretendía justificar, pese a todo, en la razón el mostrarse contrario a la sumisión y los valores de una religión, de ahí su justificación de la razón. Pero la expresión “no nacer de la razón” referido al arrepentimiento me resultó chocante y le acusé de haber cierto platonismo en ella.

Y nuevamente usted me respondía así:
“lo dijo Daven
No veo ninguna contradicción en el planteamiento de Spinoza. De hecho es él quien utiliza la expresión "nacer de la razón". Esto solo significa "ser consciente de su coherencia". Aquí Platón no tiene cabida.
Utilizando el "logos", el sentimiento es relegado a su debido sitio, aparte. Sus mixturas están muy bien, son muy bonitas, pero me son completamente ajenas. Llegará con la mezcla de "Logos", "Ethos" y "Pathos" al color gris ceniza de la vuelta a la astrología y la ignorancia.
Evidentemente, los valores son convenciones humanas. No hay hechos morales (Nietzsche). Si usted no lo soporta, no es mi problema. ¿Si la tierra estalla y nos convertimos en polvo cósmico se ha realizado algo "malo"? ¿Quién juzga y función de qué? No existen valores ultramundanos, solo sociales.
Termino como siempre con el dialéctico sin vicios, Heráclito de Éfeso
"No escuchándome a mí, sino a la Razón, concluiréis que todo es Uno y lo mismo"
Yours
Lord Gordon Byron, salami's machine”
~
Hasta aquí se quedó su respuesta, después yo por no abusar del espacio de Zenon, preferí dejar la polémica suspendida pero ahora con renovadas fuerzas y tras un pausado momento reflexivo, me propongo continuar con semejante debate o charla filosófica sobre qué sea la índole de la moral o de un valor moral, así como espero que esto mismo nos lleve a una definición compartida del concepto de razón.




















La razón, una unidad de intelección

Me debo permitir empezar haciéndo la afirmación de que se trata de una "ilusión" creer que la razón existe sólo dependiente del entendimiento humano y aislada de resto de las leyes universales y ese fue el error que cometió Spinoza al igual que su predecesor Descartes. Y que después cometería Kant al postular que la razón puede aislarse en el “objeto” fuera del sujeto, lo que vendría después Husserl a enmendar.
Por tanto, bájese de su ilusión que es idealista o materialista, o mecanicista.
Sí pueden existir “hechos morales”. Lo que pasa es que Nietzsche juega con las palabras, pues él es un gran prestidigitador de las palabras y especialmente en convertir valores morales en hechos.
¿Cómo lo hace?
Pues a través de eso que él llama la “transvaloración de todos los valores” que opera cuando la clase esclavizada asciende al poder y esos valores propios de una moral de esclavos se convierten en los valores aristocráticos de la clase dominante, comenzando así un nuevo orden moral.
De esta forma se demuestra cómo la humillación y el resentimiento, así como el hecho de sentirse culpable opera una transformación psicológica en la persona que adopta como un hecho los nuevos valores. Llámese ideal guerrero o del sacerdote o moral del superhombre.

Desde el momento en que la moral aspira a realizarse aquí en la tierra y no en otro sitio puede empezar a llamarse a su afirmación la de un hecho moral o un fenómeno moral y sociológico.
Lo que caracteriza -en la lógica- a los hechos, como Durkheim decía, es que son fenómenos que pueden observarse universalmente (por tanto no estoy hablando de astrología o ciencia oculta).
Como tal de los hechos sólo se puede predicar la “verdad/falsedad” de los mismos. (De ahí su reticencia por tanto a que se pueda hablar de un “hecho moral”, como buen wittgensteiniano que es).
Pero ello no quiere decir que los mismos hechos cuando se someten entre sí a “reglas” o medidas de relación, entre ellos mismos se transformen en otras categorías de hechos y valor. Son lo que llamamos reglas o valores. Y sobre ellos se puede predicar la necesidad o contingencia, como la posibilidad e imposibilidad de su afirmación.
Aquí es precisamente cuando empieza el Logos, que empieza con la regla y el lenguaje. Por medio de estas reglas de necesidad hemos transformado al hecho en un hecho de valor (aunque sólo sea un valor psicológico, es decir no todavía normativo), pero ello no significa que haya dejado de ser un hecho.
Del mismo modo, y para determinar qué es la Razón, por mucho que queramos separarla de la realidad nunca podremos. La razón sólo existe en “unidad” de impresión "sentiente y de realidad".
La razón sería una postulación radical de la realidad desde aquí hacia el futuro aunque normalmente solemos ponerle un límite de un plazo para que se realice, esa sería su condición incondicional.
Pero la misma fuerza de los hechos y de la necesidad es lo que hace que una razón se imponga sobre otra, por ello la razón se construye homologando los hechos, verificando, certificándolos. Y ella misma es también un hecho de razón, la verdad racional. Sus postulados son universalidad e información general, y “libre” postulación de la realidad, es decir, libertad. Precisamente porque la razón es una modalidad del “sentir” o intelección sensible, por eso necesita de libertad.

La “razón” sólo es una modalidad “más” del sentir, además de la “inteligencia sensible” y del “logos”. Pero su formalidad está más recubierta sobre el sentir, el sentido del centro (cenestesia y kinestesia), de la intimidad y su ser reflexivo.
Como dice Heráclito todo es una sola “unidad” en dialéctica.
Pero sólo hay una “unidad”, que es la unidad de intelección y realidad. Esta unidad no la podemos separar, incluso por encima del sujeto (que sería otra ilusión), lo único que de verdad existe es la unidad de “inteligir y realidad”, en una sóla impresión de realidad.

Esta es la única “unidad” que yo conozco y a la que me debo, mas que le pese a usted. Ni leyes universales, ni científicas o mecánicas absolutas (a no ser que sea la revolucion de la cuántica que viene a establecer algo diferente), y no puedo saber qué hay objetivamente en la realidad, ni fuera de mi impresión, sólo podemos abarcar lo que sentimos, no puedo decir tampoco que la realidad sea en sí misma una cosa absoluta y sólo una.

un beso para todos, seguid así como ángeles que languidecen aún más lejanos a todo.

Andrómeda




















Zenon de Citio, la escuela del estoicismo

También he recibido hoy constestación de Zenon, una respuesta profunda y considerada, acerca de Spinoza y también habla de la escuela eléata y la estoica y sobre que hay dos Zenon, uno es el alumno de Parménides y otro es Zenon el Citio que es el fundador del estoicismo.Voy a citarle ahora a él, a mi amigo Zenon, en su interesante alocución que viene a dar respuesta todas nuestras conspiraciones acerca de la ética.
Me parece también acertado acercarnos una vez más al mundo ese de la culpa y de Spinoza:

Lo dijo zenon:
Condenado a no acercarme a escasos codos de cualquier ciudadano de pro de la urbe de la filosofía, me atreveré a comentar los amables comentarios.
En primer lugar, como es de rigor ser agradecido, gracias por vuestros comentarios. A Chema, cuyo comentario me anima más de lo que el supone, y a Daven por el rigor con el que pelea conmigo y con Andrómeda. A Andrómeda especialmente, pues tu comentario atiende a la condena ética que mi texto implica, y no lo reduce a una metafísica o fenomenología o psicología, que también pretende soportar. Prometo leer tu texto sobre Zenón; pero una aclaración: cuando elegí para este blog, el alias de “zenon” pensaba en el eléata, no en el estoico Zenón de Citio, que supongo que es sobre el que versa tu reseña. Aunque, en el fondo lo que ocurre es que me gusta ese nombre, suena bien. Si lo escribo huérfano de tilde, es por diferenciarme de mi tocayo el eléata en algo; más humilde me quedo en minúsculas y sin acento (es medio broma, amiga mía.). Así que Daven, acierta en referirme precisamente al posible alumno de Parménides. Sólo en eso.
Creo que debo esclarecer mi relación con aquello que se llama filosofía, sea esta lo que sea –para cada cual, creo hay una acepción adaptada a sus intereses vitales- Intentaré ser breve: me licencie en eso en la Universidad de Barcelona hace más de veinte años. Es, decir ocupé parte de mi vida a leer lo que los llamados filósofos han dejado escrito. Gentes respetables todos, en la medida que su actividad no ha tenido, en general, remuneración que no sea en las especias de la vanidad y la soberbia. No todos, por supuesto. Pero el ser soberbio no invalida el razonar de nadie. Mi vida discurre lejos de ámbitos académicos. No sé cuando ocurrió, pero a partir de un momento preferí filosofar por mis medios (y con toda mi mochila de filosofemas, aprendidos a mucha honra) que seguir estudiando filosofía (cosa que siempre se acaba haciendo...)
Me dicen que me ponga al día, con el argumento de que los eleatas, al fin y al cabo, pretendían sólo negar la realidad. ¿La Realidad? Esa es crítica que supongo que se hace desde el convencimiento de saber qué es la Realidad. En qué consiste tal cosa, de qué materia está hecha, qué leyes la rigen, si es una o diversa, etc. Parece que mi amable comentarista ha dado con la Verdad. Espero afanoso me indique donde se compra una kilo de Verdad de esa. Hace años abandoné cualquier pretensión de erudición. Sin rechazarla, pues tienen mi admiración quienes en ella porfían. Así, pues, si se me saltó la lección de la verdad verdadera, indíquenme, por favor, donde se encuentra. Me pondré, verás al día, al menos en el siglo veinte, con Wittgenstein. Tras dos mil quinientos años, concluye que es mejor no hablar de lo que no se puede: ¡y eso engloba, precisamente, mentada Realidad!
¿Es el noúmeno la “Realidad”? ¿La fenomenología es una estupidez? Recurriendo al eléata: el movimiento se muestra andando...pero andando NO se demuestra, como bien sabéis. Lo siento, pero el sentido común, sigue siendo esencial en el pensar. A pesar de lo que decía Aristóteles del mismo. Mucho seguidor de Russell, corre por acá. Pero, a mí, que tengo casi olvidada la filosofía que aprendí, me parece una renuncia mayor negar el problema del Ser, que renunciar, como sensatamente Ludwig propone –aunque puedo no hacerle repajolero caso, pues me quedaría en exceso aburrido- a hablar del mismo.
Por cierto, hablando de Federicos, gracias a quienes han comentado tan amablemente el poema que le dedico aquí. Era un homosexual, es cierto convencional; me he tomado alguna licencia...poética claro. Pero con cariño.
Y del otro Federico, Nietzsche, quisiera decir que es un creador de valores: sustituye unos con otros. Los de la tierra, frente a los del cielo (aunque ya sabéis que en él todo es metáfora, todo encierra un enigma.. Lo digo como me place, pero ¿a qué se me entiende? Dijo que tardarían cien años en comprenderle, y se quedó corto, veo. A veces creo que nos hemos caído del puente que llevaba al superhombre y somos tan necios que presumimos de ello. Sólo a veces.
Personalmente creo que es lícito seguir filosofando absolutamente sobre todo y con las herramientas que cada cual escoja. Más, pienso, cual pesimista que soy, que sólo nos queda la poesía y el misticismo. No es que nos vayan a descubrir la “verdad” o la “realidad”, simplemente es que son mas majas y, sobretodo, tienen una enorme capacidad creadora. La mirada poética genera colisiones creadoras. Hace tiempo que renuncié a habitar los mundos de la certeza. Fui expulsado al fantasmagórico mundo de las sugerencias.
¡Ay, Spinoza! ¿Sabéis? Lo mejor de su ética es su metafísica. Por ella empieza su Ethica More Geométrico. Manda huevos. Discutir, por muy ordenadamente, sobre la materia y sus atributos, para fundamentar una moral, es discutir de metafísica ¿Le diríamos a Baruch que estaba dieciséis siglos atrasado, por usar terminología aristotélica? Tengo una deuda con Spinoza. Hace mucho años, me refugié en una mansión que hay en la misma playa mediterránea de Torredembarra. Era entonces un lugar bellísimo. Un palacete burgués, de corte isabelino al que la gente del lugar llama “la casa de las palmeras”, pues está rodeado de ellas. El mar batía todo el día a escasos metros de mí. Y el mar se convirtió en la sublime metáfora de las conjeturas que leía sobre la única substancia y sus atributos. De pronto se me hizo tangible, era el mar y las olas. Somos olas de un único mar.. El permanece, nosotros nos movemos, nos dirigimos ¿a dónde? La metáfora dotaba de sentido a la pretensión geométrica. Sugerencias, sugerencias...
La serie “Frutas de la Razón Triste” la escribí hace ya más de quince años. Solo es un esbozo que recupero ahora, y publiqué en este blog sin saber si lo retomaría. La razón es subsidiaria de la biología, paridora de la moral al servicio oculto de la especie. En este sentido la razón traiciona al individuo, en tanto le utiliza con engaño..la poesía hace los contrario...con engaño también.
Es que me gustan los acertijos.
Un beso muy fuerte a todos.
~








Sobre física cuántica:


Se ha venido a demostrar que el cuerpo en su mayor parte es agua y que en cierta medida nosotros somos parte de un todo, segregamos sustancias químicas en el cerebro.
Lo que dice la física cuántica es que el pensamiento puede actuar sobre la materia, de hecho sobre el volumen de agua que somos influimos de esa manera en que creo -recreo- mi propia realidad, pues esta es parecida al volumen de las moléculas del agua y a la forma cómo éstas se mueven en la vida, mostrando una multiformeidad diversa y riquísima y unos dibujos a veces como mantras (se han reproducido fotografías del agua congelada y aparecen estrellas heladas en sus partículas más pequeñas o átomos).

De este modo también se han estudiado las adicciones que el ser humano siente en su vida, se ha intentado desde el cerebro buscar una realidad abstracta que pueda controlarlas.

Todo ello incluso escapa de la ciencia y de los límites que conocemos. Pero al menos la física cuántica viene a poner unas bases sobre el conocimiento de todo ello. No nos dice exactamente que existe “el alma” con evidencia pero sí que existen unas partículas tan pequeñas (más que el átomo) que no vemos y que se mueven con una multiformeidad infinitesimal.
De ahí también que se hable del “observador en acción pura”. La conciencia de lo real y de lo posible con todo es muy importante. La conciencia tiene un papel y es el del observador. En nuestra cabeza no hay nadie, sólo somos ochenta por ciento de agua en nuestro cuerpo y el pensamiento lo que hace es atraer formas distintas del agua y de nosotros mismos también. Recomiendo que se vea la película: “Y tú qué sabes?!”
Sin negar un determinismo natural y científico, éste por el contrario sería en su sustancia y forma tan diverso que daría lugar a elegir entre múltiples y diversas posibilidades y ello también es atraído hacia así por el cerebro.

Entiendo que no soy experta en ciencias. Tal vez otra persona pueda aclararlo mejor que yo.

No se sabe pues si la sustancia del cerebro es igual a una molécula de agua y como tal ella misma puede atraer a otras moléculas, se supone que debe ser así, igual que otras realidades se atraen y se repelen entre ellas por fuerzas físicas. Pues el cerebro aun siendo y particpando de la misma sustancia que las demás cosas y realidades podemos encontrar en él un epsacio que nos libre de las adicciones que se sufren, algunas patológicas, y depende nuestra conciencia en ultimo extremo el poder liberarse de ellas.







La comunicación y el lenguaje: wittgenstein

He recibido respuesta de Daven a lo que él llama mi refutación sobre la razón. Está aquí, tan esperada pero a tiempo:

lo dijo Daven

Caso práctico: Refutatio
Sujeto: Andrómeda
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Estimada señorita:
Intentaré avanzar en orden por su texto, escapando de lo que, en mi opinión, no es relevante.
1. "A lo que yo le respondí sobre la contradicción que se creaba en Spinoza entre la razón y la libertad del hombre que era determinada por leyes universales y cómo él mismo hablaba de la arbitrariedad de los valores" Una respuesta que intenta poner en crisis una cuestión trivial en Spinoza. De manual de filosofía. Posiblemente no encuentre en éste más que el elemento crítico y no, como en todas las paradojas de Zenon, su resolución mediante cálculo infinitesimal. Antítesis: Libertad y Servidumbre, dos contrarios ligados por un concepto ¿Cúal? El condicionamiento. Cuanto más condicionamiento tiene un sujeto menor es su libertad. El hombre, animal del planeta tierra tiene, por supuesto, unos condicionamientos a priorísticos: No tiene alas, no puede volar, todo su cuerpo está configurado para resistir una presión de 1 atmósfera, por lo que en condiciones de mayor o menor presión se deteriora. Estos condicionantes inevitables devienen de las leyes de la naturaleza que configuran el hombre en su habitat. ¿Qué hace al hombre más libre? El conocimiento y la lucha contra los condicionantes sociales: Etnia, Género, Creencias, Status económico. El conocimiento, pues nos hace más libres, frente a la realidad social histórica que nos toca vivir y en tal modo se ha de ubicar el aserto de Spinoza. (Método aplicado: Synoceiosis) Ejemplo en Spinoza Ethica Proposición XXVII,XXX, XXXV, Parte II.
2. "Me debo permitir empezar haciéndo la afirmación de que se trata de una "ilusión" creer que la razón existe sólo dependiente del entendimiento humano y aislada de resto de las leyes universales y ese fue el error que cometió Spinoza al igual que su predecesor Descartes. Y que después cometería Kant al postular que la razón puede aislarse en el “objeto” fuera del sujeto, lo que vendría después Husserl a enmendar."
Observamos una retahíla de nombres para terminar en la fenomenología. Falta una variable importante, la comunicación, siguiendo los aspectos de toda fenomenología se diría que hay un duelo entre objeto y sujeto en la observación y que en este duelo no hay más que elegir entre uno u otro lado. Falso. Si somos capaces de comunicar aquello que observamos a semejantes, mediante un lenguaje debidamente convenido y sin ambigüedades, obtenemos un juicio común. Que este lenguaje compartido exprese la multiplicidad de hechos que podemos transmitir compone una relación de homeomorfismo entre Realidad y Pensamiento transmisible. Evidentemente los elementos de razonamiento se encuentran como reglas en el lenguaje compartido: modus ponens, modus tollens et all (Figura utilizada aetiología) Ejemplo en Spinoza: Ethica Proposicion XXXVIII Parte II.
3. "Sí pueden existir “hechos morales”. Lo que pasa es que Nietzsche juega con las palabras, pues él es un gran prestidigitador de las palabras y especialmente en convertir valores morales en hechos." Falso por pura inspección del razonamiento, llega desde A a no A, de forma completamente artificiosa. ¿Ha leído de verdad el Ocaso de los Ídolos? Nietzsche frente a todo lo que digan generaciones de filósofos mediocres era racionalista y su mayores influencias son Spinoza y Lichtenberg (Falacia: ad absurdum).
Después de estos tres casos, abordaré consideraciones generales. No puede haber progreso sin transmisión de hechos constatados y reales. Para ello es necesario la adopción de uno o más lenguajes que tengan en común dos cosas: Expresividad y coherencia. Por expresividad defino el concepto de que permite la expresión de una multiplicidad de hechos referidos a lo observable y por coherencia que sus reglas no arrojen inconsistencias, es decir que de A no se pueda llegar a no A.
Usted ha abandonado la variable oculta: Lenguaje. Por ello está abocada a todas las inconsistencias paradójicas de los lenguajes privados (Investigaciones Filosóficas L.W) y, finalmente, al solipsismo.
El planteamiento histórico de la Razón, déjeme llamarlo "logos", durante el siglo XVII y XVIII, resultó ser completamente inútil, salvo en Spinoza que no la cuestionó. ¿Por qué es así? Porque sin leyes lógicas que forman parte de los lenguajes no es posible juzgar algo como contingente o inmamente. El proceso, cuyo juez es "el logos"?, cuyo jurado son "los dioses mayas"? y cuyo fiscal y defensa es el propio "logos"?, responde en su figuración a un acusatio inmerecido cuyo dictamen culpatorio ha de ser recurrido ¿a quién? al propio "logos".
Y esto no tiene fin. Aceptemos que el "logos" es trascendente (TLP L.W.), lo cual hace que nuestras ideas adecuadas puedan ser corroboradas mediante la transmisión lingüística. En otro caso, me dedicaría a la hechicería, es decir, sacar ventaja de la ignorancia de la gente.
Suyo, dispuesto a ver Fausto (F.W. Murnau)
Lord Gordon Byron, el que no lee manuales, solo autores.

















La falacia naturalista
Debemos al filósofo escocés naturalista Hume la original idea de la "empatía", en su Tratado de la naturaleza humana, a causa de su famoso pasaje del es-debe (Is Ought passage) donde se critica el tránsito de lo que es, más allá de los conocimientos humanos, a lo que debe ser; pues bien para Hume esto depende de nuestros sentimientos universales de "empatía", mediados por el punto de vista del espectador imparcial.

Por una parte con Kant se denuncia el naturalismo como lo había hecho Hume y después lo hará Moore que también en ello se siente deudor de Kant aunque Moore es intuicionista es decir no admite que lo bueno pueda ser descubierto o demostrado segun reglas científicas o probado sino que es una verdad "autoevidente" o intuitiva. Por ello muchas veces podremos encontrarnos con hechos diferentes y contradictorios y ambos ser correctos porque exponen diversos puntos de vista o diversas actitudes morales.

Posiblemente sea propio del hombre civilizado una “vida buena” en la que se satisfagan las demandas más elevadas del espíritu, una vida en la que los valores estéticos tengan el puesto más destacado.
Pero Moore se declara vinculado a su precursor Kant en el modo en que se hace esa escisión entre el mundo de los hechos y el de los valores, para ambos es preferible la construcción de un mundo mejor.
Pero también aqui su error estriba, como en Kant, en tratar de desvincular de lo natural el ámbito de la ética cuando la misión de la ética es desarrollarlo y mejorarlo, no ignorarlo.
La cuestión a debate radica precisamente en determinar en qué consite mejorar el mundo y cuál es el mundo mejor, sobre qué base podemos justificar nuestras afirmaciones acerca del mejor y el peor de los mundos.

La impronta de Kant en el siglo XX no tuvo lugar sólo a través de Habermas o Rawls, sino de un modo particular y particularmente nocivo a través de G. E. Moore con su insistencia en la autonomía de la ética respecto a la naturaleza, deseos humanos, etc. acusando implacablemente a quienes intentaban el paso prohibido de incurrir en la supuesta falacia lógica que él denominó “naturalista”.

Sólo basándose en una epistemología muy ingenua es posible postular un mundo de hechos como diferente al mundo de valores. Como Searle y Frankena entre otros demostraron con inteligencia, la propia falacia naturalista de Moore no es sino una falacia, debido a una mala comprensión del modo en que opera el lenguaje valorativo.
Ha sido una de las más importantes representantes de las éticas de las virtudes precisamente, Philippa Foot, quien ha explicado de forma acertada, inteligible y convincente la relación que existe entre los términos que utilizamos en nuestras valoraciones morales y los hechos de la vida cotidiana, al tiempo que ha resaltado que todas nuestras valoraciones, incluso las no morales, penden de hechos a los que nos referimos cuando recomendamos, elogiamos o repudiamos alguna conducta o persona. La estrategia de Philippa Foot es proceder al análisis de términos valorativos que empleamos para referirnos a virtudes puramente prudenciales, o términos con los que indicamos nuestra valoración de determinadas situaciones.

Es ya un lugar común considerar que Hume en su Tratado de la naturaleza humana fue el antecesor de Moore en su denuncia de la falacia naturalista como ya he indicado a causa de su famoso pasaje del es-debe (Is Ought passage) donde se critica el tránsito de lo que es, más allá de los conocimientos humanos, a lo que debe ser que para Hume depende de nuestros sentimientos universales de empatía, mediados por el punto de vista del espectador imparcial.

La valoración de la denuncia de la falacia naturalista por parte de Moore no puede ser por tanto ni enteramente positiva ni del todo negativa.
En más de un sentido es inteligente y sagaz con su crítica a la ingenuidad naturalista de quienes confunden lo que se puede hacer con lo que se debiera hacer pero sus críticas al hedonismo no son excesivamente acertadas y adolecen en general de un platonismo anacrónico que quiere ver detrás de cada palabra un referente natural o no natural, olvidando de que los términos no aluden necesariamente a objetos sino muchas veces o casi siempre a relaciones sujeto/objeto.

~

Spinoza.

Su ética se inscribe en una variedad de las denominadas éticas teoleológicas. Establecen que las acciones humanas han de juzgarse de acuerdo con el télos, fin o meta, y ello no implica necesariamente que este fin consista siempre en el placer, bienestar o felicidad.

Baruch Spinoza (1632-1677) parte de un hedonismo psicológico, declarando que es ley universal de la naturaleza humana que nadie descuide aquello que le parece bueno, a no ser por la esperanza de mayor bien (Tratado teológico político), lo cual adquiere no obstante tintes pesimistas que le aproximan al puritanismo kantiano, como cuando afirma que “cada cual está preso de su propio placer”.

En cualquier caso, el planteamiento spinoziano difiere notablemente del de Kant, por cuanto comparte las tesis de los ilustrados griegos que le precedieron y de los pensadores posteriores a él, herederos de la ilustración francesa y escocesa.

Afirmará así mostrando una inquebrantable fe en la capacidad de empatía y solidaridad de los seres humanos que “la verdadera felicidad”, la beatitud, consiste sólo en el goce del bien y no en la satisfacción de todos los restantes. Si alguno se juzga más feliz porque tiene privilegios de que están privados sus semejantes y porque se vio favorecido por la fortuna, ignora la verdadera felicidad, la beatitud” (Tratado teológico político, cap. III).

Lo que se trae en juego la humanidad es, precisamente, para Spinoza, conseguir prevenir y evitar las pasiones insolidarias y expandir las solidarias de modo que se prefiera la utilidad de todos a las ventajas particulares.

La diferenciación que establece entre siervo, hijo y súbdito radica justamente en que el siervo sólo atiende a los intereses del poderoso y el hijo sólo obedece a la autoridad paterna, mientras que el súbdito hace “lo que es conveniente para el interés común y por tanto para él”.

Dondequiera que miremos desde las utopías renacentistas hasta los anarquistas clásicos, nos tropezamos insistentemente con esta proclamación casi universal: busquemos el goce solidario, gocemos con el goce ajeno.

Desde Platón, Aristóteles o Cicerón en la Antigüedad clásica hasta nuestros días: la felicidad colectiva es compatible con la libertad y la excelencia individual. La generosidad es el puente que ofrece regalos y da sentido y plenitud a la vida.

Como afirma explicítamente Nietzsche -en teoría oponente radical del hedonismo ético-, “yo amo a aquel cuya alma se prodiga y no quiere recibir agradecimiento ni devuelve nada; pues él regala siempre y no quiere conservarse a sí mismo”.

El alegato de Spinoza a favor de la pasión generosa en ética es el que indica que “la felicidad no es un premio que se otorga a la virtud, sino la virtud misma y no gozamos de ella porque reprimamos nuestras concupiscencias sino que al contrario podemos reprimir nuestras concupiscencias porque gozamos de ella” (Spinoza, Ética, proposición XLII).

Es precisamente esta generosidad en el goce compartido que tanto algunos autores contemporáneos tanto neokantianos como neoutilitaristas han dado en marginar bajo el rótulo de deberes supererogatorios (es decir, excesivos y no exigibles), lo que confiere a las éticas teleológicas clásicas su mayor atractivo.

Pensemos si no en Hölderlin (1770-1843) y en su mensaje transmitido con hondura y belleza: “Me gusta imaginar el mundo como una vivienda familiar en que cada cosa, sin siquiera pensar en ello, se adpata a las demás, y donde cada uno vive para el placer y la alegría de los otros precisamente porque así le nace del corazón”. O en otro autor muy distinto como Malatesta (1853-1932), quien proclamará que cada ser humano sabe que los interes individuales se hallan diectamente insertos en las instituciones sociales decide obrar de acuerdo con el principio de la mayor felicidad para el mayor número.


La polémica más popular en el ámbito de la ética normativa es la que tiene lugar entre las corrientes teleológicas y deontológicas, al parecer arrinconadas las vetustas disputas entre éticas formales o materiales, éticas de bienes y de valores, nomenclatura que ha caído en desuso.

En un sentido amplio toda ética que se encuentre debidamente inmunizada y saneada de elementos espúreos y ajenos a la filosofía está llamada a ser una ética teleológica o, por lo menos, una ética consecuencialista (una variedad contemporánea del teleologismo ético clásico) que toma al ser humano, su bienestar y su desarrollo como fin o meta, y que, por supuesto, presta consideración a las consecuencias globales que se derivan de las acciones.
Algunos autores de nuestro entorno, como José Ferrater Mora, Quintanilla o Mosterín, se han declarado partidarios de las éticas teleológicas.
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Andrómeda







la razón, estructura de intelección

A Homero y Wnefron: Gracias por participar. Wnefron ya sé que no soy científica pero me interesa conocer la ciencia, al menos la parte que tiene de divulgación.
Sobre física cuántica ya he hablado en otra ocasión. Se puede decir lo siguiente, en cuanto a lo que respecta al conocimiento de la realidad y de la conciencia o mente: la mente puede actuar como un observador en acción pura, y se sabe que el cuerpo en us mayor parte es agua y que las moléculas de agua forman una multiplicidad de formas, a veces como mantras cuando está helada, ello hace que una materia sea atraída hacia otra; de ahí la mente también atrae hacia sí formas de agua y sustancias químicas, pero no se sabe realmente cómo está formada ni cómo actúa, pero es muy posible que sea una sustancia más de entre todas. Esta fuerza que tiene la mente para liberarse de las adicciones es lo que más me interesa (antiguamente se llamaba “alma”), y qué es el observador o la conciencia.
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A Daven: voy a dedicarle un post nuevamente pues me he dado cuenta que este tema, al menos, para mí requiere una atención más específica. Ruego lo tenga a bien, y me excuse por convocar su atención. Pero, en general, estos temas me interesan desde hace años.
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Como buen conocedor spinoziano que es suscribo lo que usted dice y me gustaría destacar estas palabras, que también me dirigía la anterior vez, para poder ahora dar una respuesta más concluída:

“Utilizando el "logos", el sentimiento es relegado a su debido sitio, aparte. Sus mixturas están muy bien, son muy bonitas, pero me son completamente ajenas. Llegará con la mezcla de "Logos", "Ethos" y "Pathos" al color gris ceniza de la vuelta a la astrología y la ignorancia”.
Por otra parte esta vez usted se atreve a ir con la razón por el camino de la comunicación y el lenguaje y nos trae a wittgenstein y ello le honra y me parece un acierto.
No obstante, voy a dar también ahora mi planteamiento abordando otras filosofías de cómo se puede pergeñar hoy un pensamiento acerca de la razón y de la racionalidad.
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Para no sucumbir al riesgo de “masividad” y de percepción nómica que tiene la concepción de una “actitud natural” ante la vida, por el efecto de la presencia masiva y real de las actitudes primarias en la vida cotidiana hemos adoptado un concepto de “subjetividad” que se lleva hasta sus últimas consecuencias, hasta su “física” realidad.

Efectivamente por socialización primaria aprehendemos un mundo efectivamente dado, en la experiencia directa, como real y mundo nómico, es decir, ordenado y jerarquizado dentro de un lenguaje y de un conocimiento más o menos típico, de receta o formulario y que considera problemático todo lo que tiene un aspecto oscuro o fuera de la presencia nómica y efectiva de las cosas.

Este efecto de masividad y de percepción nómica genera un concepto de subjetividad indefinido, por ello hemos adoptado la última crítica que Javier Zubiri (“Inteligencia y logos”) hace a Edmund Husserl.

Siendo la estructura de la intelección distintos “modos físicos” de estar ante las cosas -o siguiendo el lenguaje que nos ofrece la psicología contemporánea, serían modos de asimilación física y de integración orgánica sobre la información que recibimos de las cosas (M. Merlau-Ponty, J. Miller).

De estos modos, la “razón” sería uno de ellos, como también lo es el “lenguaje” (el logos) y la “afección primordial”.

De esta forma el efecto radical que tiene establecer la “primera impresión” en cada uno de esos modos -pues la impresión primaria tiene así mayor riqueza de contenidos que en sus sucesivas actualizaciones, aunque éstas puedan ser luego más exactas o adecuadas con su realidad actual pero se adecuan sobre la base de aquélla impresión primordial.
De esta manera se postula un determinismo desde la primera y física percepción de una cosa, según sus modos físicos, es decir, se trate bien de un “sentir primordial”, bien de una “alteración lógica” por medio de relaciones o del lenguaje, o bien finalmente como una determinación fundamental de la “razón”.

Del modo cómo sea esta aprehensión primaria así se originan las posteriores, aunque a veces corremos el peligro de encerrarnos en un universo de sentido como en un “hortus conclusus” del modo que ello puede originar conductas desviadas de la realidad o distrofias,al escapar del sentir libre.

En cuanto al problema de la “objetividad” y de la “causalidad” del conocimiento no tiene otra entidad que la de ir situando los distintos modos de “estar” en la realidad. Se trataría de convertir una tipificación social en el proceso de sus unidades de conciencia subjetiva y en internalización de la conciencia.

El mismo proceso de la tipificación objetiva de la norma lo haríamos coincidir con los distintos niveles de la estructura intelectiva, que son: la “afección primordial”, el “lenguaje” (logos y relación) y la “racionalidad” (o fundamentación), en los procesos de comunicación entre realidad y mundo social, y entre las estructuras del lenguaje y la racionalidad.

El problema quizá está en la definición de los sujetos como algo separado de su objeto, tal ocurre en un racionalismo como el kantiano o como si al contrario no hubiese más objeto que percibir que la pura percepción, lo que ocurre en un subjetivismo.

Más bien hay que definir el sujeto como producto también de sus objetivaciones y, por tanto, como producto social (Peter Berger) y de la función ideológica del lenguaje (Adam Schaff) y de las tipificaciones sociales y la burocracia (Jack Goody). En este sentido su objeto es también una percepción real suya pero en tanto que real no es sólo del sujeto. También las leyes científicas obedecen a la posibilidad de orientación lógica, pero esta orientación depende de una acción de sentido y se origina en el sentir.

Por tanto, no hay sujeto y objeto sino unidad estructural de afección de sentir y realidad. Sabiendo que “la” realidad es un constructo, un concepto construido también y que de ella se toman sus notas percibidas en una unidad y en un momento de la aprehensión “actual” de lo real.

Tanto el criticismo racionalista, como el subjetivismo, como el realismo ingenuo, no acogen este sentido de la realidad, sino que toman las notas de la realidad respectivamente como “objeto”, o como “sujeto” bien como “cosas” cuando son cualidades sensibles.

De este carácter de actualidad van a derivarse conceptos tan importantes para la lógica de la argumentación como la “coherencia”, la “consistencia” narrativa y la “adecuación” a un proceso intelectivo.

La necesidad es un “valor” y una categoría lógica de actualización distinta que la obligatoriedad pero ambas son modos de actualización de la fuerza de la realidad. La obligatoriedad sería un modo de ulterioridad sobre la necesidad, toda norma de obligatoriedad tiene intrínsecamente una condición de necesidad -o “modal” de contingencia o posibilidad- pero no a la inversa.

Por ello cabe decir de un valor moral que puede ser un “hecho moral” desde el momento que se realiza efectivamente en la realidad y puede ser observado por todos como un hecho evidente de que estamos ante una pauta o un comportamiento que se constata, eso es para mí un hecho moral.

Otra cosa es que quiera hablar de un derecho o una moral que no se cumple, ahí no hay hecho. Sólo existe el hecho de su tipificación objetiva, pero como tal se ve que no es eficiente o por desuso se ha invalidado a sí misma.

Sólo desde una epistemología ingenua se puede creer que los hechos no pueden convertirse en valores y viceversa los valores no pasan a ser hechos. Otra cosa es que los operadores lógicos del lenguaje los usemos con distinta funcionalidad. No es posible postular un mundo de hechos como diferente de un mundo de valores, es una falacia (otras veces se ha hablado de la falacia naturalista -Hume- pero su contraria también lo es), debido a una mala comprensión del modo en que opera el lenguaje valorativo (Searle, Frankena).
De los hechos sólo se puede predicar la verdad/falsedad, está bien, es así. Pero Leibniz ya dejó constatado en esta lógica que siempre cabía la posibilidad de un “tercio excluso”, es decir de algo totalmente diferente por pertenecer al concepto de lo “indeterminado”. Pues bien ahí es donde se incluye esa realidad y ese concepto que permite hablar de algo, de una cosa, que no es ni verdadera ni falsa sino que está indeterminada, generalmente porque se trata de una tipificación social y depende de su valor de actualización social en la realidad, lo cual es de difícil determinación, a pesar de todos los adelantos tecnológicos y estadísticos con que contamos.

De este modo la razón deriva hacia lo “razonable”, depende de conceptos como la habituación o la frecuencia de un lenguaje.

Por otro lado, las normas “no” son enunciados de verdad o falsedad, sino enunciados que “accionan” algo, que están en función de la alteración de algo, que actúa como mandatos e imperativos.

De una norma no se puede decir que es verdadera, y esto es lo más seguro que quizás quiso decir Nieztsche con aquellas expresión. La norma se cumple o no se cumple, de ella sólo se puede enunciar su racionalidad, su fuerza de obligatoriedad, su validez normativa.

Lo que en ningún caso debemos hacer es decir que por que se utilizan determinadas categorías morales o jurídicas estas son necesarias y convenientes e incluso verdaderas. Más bien hay que partir de la justificación de los hechos (y de ahí mi rechazo del platonismo también y del idealismo y quiero que lo entienda y que justifique así que me extienda en el discurso). Más bien habría que partir del contexto social, cultural, personal donde se sitúa la norma y ver si cumple el requisito de fundarla en un valor universalizable que justifique a la norma, y que haga posible que sea argumentable y comunicable su conocimiento de lo real y de su valor moral.
En cuanto a la “razón” usted no me da ninguna definición precisa, se limita a incluirla en el “logos”, lo cual me parece certero pero insuficiente. Y alabo su nivel de introspección filosófica como su intuición en la orientación del pensamiento hacia la historia.

Para que se construya el conocimiento de racionalidad es necesario que se cumplan los postulados de adecuación, coherencia lógica y también conformidad con la realidad (éste ultimo concepto usted no lo ha reseñado y se ha quedado simplemente en el lenguaje). La racionalidad se puede construir no sólo por “logificación” sino por “modelización” de la realidad y usted debe saberlo para no caer vencido por cualquier positivismo o lógica del lenguaje.

La racionalidad se puede construir, primero, por “modelización” o por la presentación física de la realidad -por estándares admitidos de conducta (taken for garanted), pautas orgánicas-, segundo, por “homologación” o logificación de la realidad y, tercero, por “postulación” o una determinación fundamental. Ambas modalidades se apoyan en tres aspectos de la realidad respectivamente: experiencia libre, sistematización libre y libre construcción.

Pero más que la fuerza de su propia coherencia lógica o de su sistematicidad es la fuerza de “la” realidad lo que está imponiendo una racionalidad u otra.
Por eso para mí es muy importante hablar de la fuerza de modelización de la realidad, y por eso usted me achaca en mi anterior alocución que haya eludido referirme al “lenguaje” para poder definir qué es la razón.
El lenguaje es muy importante para la coherencia lógica de la razón no lo niego pero por ello mismo se corre el peligro de eludir la otra variable: la de la presentación física, la de la primacía radical de la realidad por “modelización”.

Es esto, la fuerza de la realidad, y no el lenguaje en sí -aunque también puede serlo éste por su fuerza institucional que no podemos olvidar-, lo que constituye la dinámica y la alteración constitucional de la racionalidad. Es esto lo que da sistematicidad orgánica a un lenguaje, su fuerza de sentido psico-social y de validez normativa.
Lo que sí efectivamente Nietzsche es en teoría, es un opositor del hedonismo ético, Y en este sentido que albergo aquí, Nietzsche, sí, lo considero un racionalista también, como tú dices, pero no porque haya construido una lógica del lenguaje, ni un sistema de filosofía, sino porque se da cuenta mucho antes que nadie de la clave psicológica y la fuerza por la que se mueven los movimientos sociales. Construye la realidad por “modelización”, es decir, por la presentación de su fuerza, y en cierta manera se da cuenta del “hecho institucional” y de la fuerza que tiene este hecho en la misma experiencia de los pueblos y en la reproducción de ella, así como de los movimientos que se sucederán después, en forma de revolución o de transvaloración ética.
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En cuanto al problema de la libertad le digo también como le he dicho a Zenon lo siguiente:
La libertad sería una “ilusión”, pero una “idealización” al cabo posible, sí, así es como la veo yo, pues a pesar de nuestros condicionamientos, creencias, genética y ambiente, la realidad es tan múltiple de formas y siempre nos supera con sus leyes -llamémosle así-, que nos vemos obligados a “elegir” de alguna forma entre toda la vorágine aglutinadora que se nos ofrece.

Y ello es así aunque esta “elección” dista un tanto de ser una elección absolutamente libre y sin condicionante alguno. Casi siempre nos debemos a las impresiones primarias que tenemos de la realidad y a las que hemos aprendido en nuestra socialización primaria, o, al menos, debemos partir de aquí, de un conocimiento compartido y aprendido como “recetas” o en forma de historias contadas o modelos, en nuestra primera socialización. De nuestra libertad depende que lo cambiemos precisamente y que podamos alejarnos todo lo que sea posible de él para construir otros nuevos modelos más adecuados con nuestra percepción física de la actualidad.


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Andrómeda
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Lordbyron


1.dice:
Estimada Shilphide:
No conozco si tuvo oportunidad de leer mi "refutatio" a todos los ordenes de subjetivismo, fenomenología y crítica del accusatio de la razón en la etapa del siglo XVI y XVII.
La variable oculta es el lenguaje. El lenguaje tiene todas las complejidades adheridas a los motivos expresivos del ser humano. Es un artefacto creado para y por la comunicación y transmisión de conocimientos de varios tipos. En el plano de lo Real, replanteemos la famosa proposición de ¿por qué llamamos a esto rojo?. Escapando del nominalismo, se necesita una verificación de una regla, un índice en lo Real por el que asignamos el significado al significante. Vemos una tabla de colores en clase y nos enseñan sus nombres. La verificación del aprendizaje es que todos tenemos acceso a la plantilla real, a la prueba verificado a de que aquello que llamaos rojo corresponde en lo real a aquello por cuya frecuencia absorbida por la luz es de color Rojo. Es indispensable tener siempre una regla de verificación en la asignación. Una vez comprendida, si alguien duda de que esto o aquello es Rojo, puede consultar la tabla y verificar si está en acierto o error.
Avanzando un poco, Einstein a partir de la filosofía de Mach construyó una teoría de la transmisión de información. Es la teoría de la relatividad especial. Creo que es de mutuo interes profundizar en esta teoría y en el concepto de observadores inerciales.
El axioma de Einstein es que dos observadores inerciales ven la misma física. Es plausible desde que las ecuaciones de la física clásica hablan del mundo de campos de energía y su observación empírica en fuerzas y aceleraciones. Dos observadores inerciales se desplazan mutuamente a velocidad constante. Por tanto no existen entre ellos fuerzas espúreas.
Ya hablaremos de este tema. En cuanto al nivel convencional de la moral lo tendremos que estudiar con detenimiento, porque, en mi opinión, ya pertenece al estudio de la antropología.
Suyo desalmado y codicioso
Lord Gordon Byron
2.24 Mar 2008 | 01:03 AM # clitemnestra dice:
Sí tuve la oportunidad de leer su refutatio a tiempo, y este texto viene a ser como el ejercicio de la contra-refutatio. Está escrito para responderle y también para dar una definición más distendida y ampliada del concepto de razón. Y entro a tocar determinadas filosofías contemporáneas. Desde la sociología del conocimiento (Berger) al análisis del lenguaje como hecho institucional (Searle).
Me parece acertado lo que dice sobre el lenguaje, al acceso de todos a un aregla de verificación para poder asignar el mismo significado al mismo significante. Esto en los colores o en la percepción de determinadas notas sensibles parece que no crea problema. El problema es cuando se trata del lenguaje valorativo hay que tener un paradigma, un código interno de conductas donde tomar el modelo.
Y lo que avanza sobe la teoría de la relatividad especial de Einstein me parece muy interesante. Precisamente el hecho de la relatividad es lo que permite crear un campo de fuerzas y aceleraciones diferentes. Pero mis conocimientos centíficos son limitados y todo lo que se descubra en ello pues se lo agradeceré a usted, al menos todo lo que dice sobre los observadores inerciales.
En cuanto a la Etica de Spinoza está considerada entre las llamadas éticas teleológicas. Estas establecen que las acciones humanas han de juzgarse de acuerdo con un télos, fin o meta, y ello no implica necesariamente que este fin consista siempre en el placer, bienestar o felicidad.
Desde Platón, Aristóteles o Cicerón en la Antigüedad clásica hasta nuestros días: la felicidad colectiva es compatible con la libertad y la excelencia individual.
Como afirma explicítamente Nietzsche -en teoría oponente radical del hedonismo ético-, “yo amo a aquel cuya alma se prodiga y no quiere recibir agradecimiento ni devuelve nada; pues él regala siempre y no quiere conservarse a sí mismo”.
El alegato de Spinoza a favor de la pasión generosa en ética es el que indica que “la felicidad no es un premio que se otorga a la virtud, sino la virtud misma y no gozamos de ella porque reprimamos nuestras concupiscencias sino que al contrario podemos reprimir nuestras concupiscencias porque gozamos de ella” (Spinoza, Ética, proposición XLII).
Es precisamente esta generosidad en el goce compartido que tanto algunos autores contemporáneos tanto neokantianos como neoutilitaristas han dado en marginar bajo el rótulo de deberes supererogatorios (es decir, excesivos y no exigibles), lo que confiere a las éticas teleológicas clásicas su mayor atractivo.
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Gracias por haber mostrado interés por este artículo que empecé a elaborar ya hace algunos años para mi tesis -siempre en tentativa-, y que tenía para mí entonces mucho sentido.
Y seguiremos dándole vueltas a muchos de estos conceptos que significan adoptar una terminología más adecuada al uso de los tiempos.
La antropología sin duda aporta una información, al igual que la sociología, y la psicología. Más que una ética de las convenciones, o de la comunicación, realmente necesitamos también, como decía Aranguren, una ética intrasubjetiva, una forma humana de recuperar al sentido de la mismidad y del otro, tal vez esas técnicas que usted enseña sobre aprender a estar en silencio y en una disciplina corporal, sea una forma útil para iniciarse en ese camino.
Suya, encarecidamente























Platón

Platon

Tal vez esta comprensión peculiar de la maldad y degradación inherentes a toda situación injusta, que perjudica por igual a todas las partes implicadas, sea un hallazgo singular de Mill -influido sin duda por Platón- que pone al descubierto la fuerza moral de las reformas sociales pendientes, en función de los beneficios que de ellas se derivan no sólo para los peor situados.

La razón que otro tiempo igualaba a los hombres -si no de hecho, al menos sí en principio- comenzó a dividirlos, sacudida por toda clase de inclinaciones e intereses.

Calicles pudo aducir, así, que la moral no es otra cosa que un invento de los débiles para contrarrestar la hegemonía de los poderosos. O Trasímaco sostener que la justicia se reduce al provecho del más fuerte. Y hasta el adivino Eutrifón llegó a afirmar que lo piadoso no es aprobado por los dioses por ser tal sino que únicamente es tal por merecer su aprobación.

No es de extrañar que en medio de esta descorazonadora situación, el mensaje de Platón se alzase en lontananza como un augurio de restauración de la razón, una y la misma para todos y garante de unos valores en los cuales cupiese confíar aun cuando acaso no cupiese alcanzarlos.

No sé si el resto de la historia de la razón es como antes se ha contado. Pero, en cualquier caso, yo pertenezco a su prehistoria.

Comprendía con Sócrates la necesidad del platonismo, mas no pude abrazarlo plenamente porque, en última instancia, el error, la fealdad y el mismo mal siempre me parecieron menos inhumanos que las ideas de verdad, belleza o bien.

Aquel proyecto no remite a los cielos platónicos poblados de abstracciones, sino a una muy concreta coyuntura histórica que no había madurado todavía en los tiempos de Sócrates.

El proyecto de la razón más ambicioso que el hombre haya soñado nunca acometer es, como sabes, el de la instauración de una sociedad sin clases.

Y sólo en una sociedad así tendría sentido hablar de esa razón patrimonio de todos con que a su vez soñara Sócrates un día, sin por ello desnaturalizarla de la tierra nutricia en la que ha de arraigar todo proyecto que no quiera dejar de ser humano

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Andrómeda


























Sofistas

Protágoras

No me dolieron prendas con Protágoras cuando tuve que darle la razón y hasta con Gorgias discutiera amablemente.

Ni siquiera retrocedí en defender a los sofistas frente a Anitos pese a que ello podía reportarme consecuencias desagradables.

Pero lo que es más importante con los sofistas coincidí en que ni el campo ni los árboles me enseñaban nada, sino los hombres en la ciudad.

Y en fin con los sofistas alcancé todavía a compatir el júbilo, algo apagado ya pero sincero, de una época en que la razón podía aspirar a erigirse en guía de la actuación política de nuestros ciudadanos, ya inspirando la crítica corrosiva de las instituciones caducas y la opinión mostrenca dominante, ya alentando el surgimiento de individuos más libres y de una sociedad más justa.

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La razón era entonces versátil y proteica, además de gozosamente humana, de manera que nada hubiera habido que temer de la sentencia según la cual “El hombre es la medida de todas las cosas”. Y en rigor sólo con el tiempo y al calor de adversas circunstancias, se activaron los gérmenes letales de la razón.

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La enriquecedora diversidad que la razón había venido alimentando pasó a degenerar en una despiadada guerra de todos contra todos, dentro de la que la razón pronto perdió el papel de guía para tornarse un instrumento al servicio del éxito.

Aristócratas y plebeyos ilustrados e incultos, todo el mundo la utilizó para su propia conveniencia valiéndose de ella sin buscar otros objetivos que la engañosa persuasión y la seducción de las almas con vistas a justificar los peores crímenes.

Sofistas hubo ahora que no sentían pudor en declararse dispuestos a echar mano de la misma argumentación para defender una posición o su contraria, viendiéndola al mejor postor.
Platón y la razón
Ninguna acción era ya vergonzosa si no lo parecía a quien la ejecutaba y el deshonor y la traición pudieron exhibirse como prueba de un pragmatismo inteligente.

La razón que otro tiempo igualaba a los hombres -si no de hecho, al menos sí en principio- comenzó a dividirlos, sacudida por toda clase de inclinaciones e intereses.

Calicles pudo aducir, así, que la moral no es otra cosa que un invento de los débiles para contrarrestar la hegemonía de los poderosos. O Trasímaco sostener que la justicia se reduce al provecho del más fuerte. Y hasta el adivino Eutrifón llegó a afirmar que lo piadoso no es aprobado por los dioses por ser tal sino que únicamente es tal por merecer su aprobación.

No es de extrañar que en medio de esta descorazonadora situación, el mensaje de Platón se alzase en lontananza como un augurio de restauración de la razón, una y la misma para todos y garante de unos valores en los cuales cupiese confíar aun cuando acaso no cupiese alcanzarlos.

No sé si el resto de la historia de la razón es como antes se ha contado. Pero, en cualquier caso, yo pertenezco a su prehistoria.

Comprendía con Sócrates la necesidad del platonismo, mas no pude abrazarlo plenamente porque, en última instancia, el error, la fealdad y el mismo mal siempre me parecieron menos inhumanos que las ideas de verdad, belleza o bien.

La propia muerte injusta de Sócrates fue más cálida que la idea de justicia. Tal vez de ahí que nunca se decidiera a escribir de su puño y letra las hermosas palabras que Platón pondría luego en sus labios -como hubiera podido escribirlas, aun si no con su estilo inimitable- y prefiriese mantenerse fiel a su inconfortable perplejidad, en una suerte de tensión desacoplada entre dos mundos semejante a aquella otra en que Diotima cifró toda filosofía.

Cuando tuvo ocasión como al desobedecer a los Tiranos o al oponerse al juicio de las Arginusas, trató sencillamente de mostrar aquello que no pudo decir, lo que siempre es mejor que contentarse con decirlo. Pero pudiera o no haberlo dicho, lo cierto es que calló. Aceptadlo como otra paradoja más de Sócrates.

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Yo aunque no sé si para bien o para mal pues me temo que me haya convertido en una escéptica, en todo caso -como aquel lejano pariente mío de tierras no excesivamente acogedoras de filósofos que se llamó Juan de Mairena- lo sería tan radicalmente que bien podría decirse que, por serlo, lo soy del propio escepticismo.

(de consolatione philosophiae)

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Hegel y la razón:

Hegel no dijo solamente que todo lo real es racional, sino asimismo que todo lo racional es real ( y contra el orden en que acostumbra a ser leída, su archirrepetida fórmula comienza justamente por esta última cláusula).

Frente a la conformista aceptación de todo lo realizado, que es efectivamente susceptible de racionalización, la filosofía dejaría también la puerta abierta a la realización humana de cualquier proyecto de la razón nacido de la disconformidad de los hombres cn una determinada situación histórica.

Aun si todo lo real es, por desgracia, racionalizable, ¿no será por ventura realizable todo lo racional? La realidad no está conclusa ni hay por tanto necesidad de aceptarla tal cual es, porque lo que la realidad -en su indeterminación y contingencia- no es aún pudiera formar parte de la misma con no menos derecho que aquello que ya es.

Y algo análogo acontece con la propia razón, cuya misión no habría de ser tan sólo la sumisión a la ley de lo ya dado, sino la imaginativa anticipación de lo aún inédito.

Las escisiones de la razón: marx y la relatividad
Te explicarás como yo misma, sin por ello adscribirme a esa escolástica, no puedo menos de patrocinar su lectura. El proyecto de la razón más ambicioso que el hombre haya soñado nunca acometer es, como sabes, el de la instauración de una sociedad sin clases, pues todo ensayo de Ilustración de la humanidad se estrellará, como ha ocurrido hasta ahora, ante el escollo formidable de la escisión de esta última.

Y sólo en una sociedad así tendría sentido hablar de esa razón patrimonio de todos con que a su vez soñara Sócrates un día, sin por ello desnaturalizarla de la tierra nutricia en la que ha de arraigar todo proyecto que no quiera dejar de ser humano.

Aquel proyecto no remite a los cielos platónicos poblados de abstracciones, sino a una muy concreta coyuntura histórica que no había madurado todavía en los tiempos de Sócrates. Como Sócrates en la suya, Marx supo ver en su época la relatividad en que la historia de una sociedad desgarrada por la lucha de clases habría de sumir a las apreciaciones humanas sobre la verdad y la falsedad o el bien y el mal, así como a los mismos criterios de los que el hombre ha de servirse para avalar racionalmente sus creencias y decisiones.

Pero, a diferencia ahora de Sócrates, Marx pudo entrever el panorama de una sociedad en la que -superados los antagonismos de clase- una humanidad no escindida se encontrara en situación de superar las escisiones de la razón. En cuyo caso, la universalidad de la razón ya no comportaría tampoco el dogmatismo absoluto de las ideas platónicas, puesto que el proceso abierto de la historia sería por fin el reino de la libertad, y la razón podría alcanzar en él su más espléndida diversificación.

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Andrómeda







































nominalismo
En última instancia, lo “nominalísticamente” decisivo no son los géneros, sino los individuos. Más allá del discurso de la igualdad o de la diferencia -que, según acabamos de comprobar, pudieran verse ambos afectados por ese exceso de respeto hacia los géneros bajo el que trasluce el realismo de los universales-, el de Celia Amorós propone un programa nominalista, programa que se reitera una vez y otra a lo largo de su libro: “La verdadera diferencia es la de los individuos, no la de los géneros”, “Creo que en realidad no se iguala ni por arriba ni por abajo. La condición de posibilidad de que la operación misma de igualar se plantee es que el punto de referencia ya no sea idéntico a sí mismo, que todo esté desplazado y trastocado.

“una razón, en fin, menos esencialista, más nominalista, más orientada al valor intrínseco de todo lo individual”. ¿Querrá decir lo mismo entonces “nominalismo” que individualismo?

La cuestión del “nominalismo” para Celia Amorós vendría a representar el polo opuesto de cualquier reificación de la esencia de lo femenino. Pues pudiera ser que no todo feminismo se muestre reluctante a hablar de dicha “esencia”, esto es, de la feminidad.

Pero si los eventuales elementos soteriológicos y escatológicos del marxismo son justamente lo más caduco y lo más desacreditado, por favor ¡que no se lo endosen ahora al feminismo! (Los faraones y los escribas egipcios con su mitología de la diosa Isis eran según eso, vaya, feministas avant la lettre...) Ya está bien de vocación masoquista de la mujer y de heredar bancarrotas... Ya es hora seguramente de que se ponga en cuestión toda la filosofía de la historia soteriológicamente inspirada y fundamentada en supuestos tributarios de un problemático realismo de los universales (el proletariado, la feminidad), de que empecemos a pensar que, si no la salvación, al menos el adecuado encarrilamiento está en orientarnos hacia un sano nominalismo”.

Después de todo los mitos kierkegaardianos tienen en común el ser personajes “a-genealógicos” o “anti-genealógicos”, como lo atestiguan su Fausto, su Don Juan e incluso su Abraham, por no hablar de su Antígona, cuya interpretación contrasta con la cínicamente patriarcal debida a Hegel. Y en tanto que precursor no ya del existencialismo de un Sartre sino de un “nominalismo” cabría considerarlo un autor predilecto aquí.
Para no gravitar demasiado sobre nuestro accidente, convertimos en entidad hasta nuestro nombre: ¿cómo se va a morir uno cuando se llama Pedro o Pablo? Cada uno de nosotros, más atento a la apariencia inmutable de su nombre que a la fragilidad de su ser, se abandona a una ilusión de inmortalidad.

...Me paseo. Bajo esta cruz duerme su último sueño la Verdad; a su lado, el Atractivo; más lejos, el Rigor y sobre una multitud de losas que cubren delirios e hipótesis se yergue el mausoleo de lo Absoluto: en él yacen las falsas consolaciones y las engañosas cimas del alma. Pero más alto aún, el Error planea y detiene los pasos del fúnebre sofista.
Comentarios:
lo dijo andrómeda a zenon y a daven:
Ya es hora seguramente de que se ponga en cuestión toda la filosofía de la historia soteriológicamente inspirada y fundamentada en un problemático realismo de los universales y de que empecemos a pensar que, si no la salvación, al menos el adecuado criterio está en orientarnos hacia un sano “nominalismo”.

Una razón, en fin, menos esencialista, más nominalista, más orientada al valor intrínseco de todo lo que dice el nombre.

Sofistas hubo ahora que no sentían pudor en declararse dispuestos a echar mano de la misma argumentación para defender una posición o su contraria, vendiéndola al mejor postor. Al degenerar la historia de Grecia en guerra, la razón pronto perdió el papel de guía, sin buscar otros objetivos que la engañosa persuasión para justificar los peores crímenes.


Pero no me dolieron prendas con Protágoras cuando tuve que darle la razón y hasta con Gorgias discutiera amablemente.
Y Sócrates defendió a los sofistas frente a Anitos pese a que ello podía reportarle consecuencias desagradables.
Pero lo que es más importante con los sofistas coincidí en que ni el campo ni los árboles me enseñaban nada, sino los hombres en la ciudad.
Y en fin con los sofistas alcancé todavía a compatir el júbilo, algo apagado ya pero sincero, de una época en que la razón podía aspirar a erigirse en guía de la actuación política de nuestros ciudadanos, ya inspirando la crítica corrosiva de las instituciones caducas y la opinión mostrenca dominante, ya alentando el surgimiento de individuos más libres y de una sociedad más justa.
Aquel proyecto no remite a los cielos platónicos poblados de abstracciones, sino a una muy concreta coyuntura histórica que no había madurado todavía en los tiempos de Sócrates.

El proyecto de la razón más ambicioso que el hombre haya soñado nunca acometer es, como sabes, el de la instauración de una sociedad sin clases.

Y sólo en una sociedad así tendría sentido hablar de esa razón patrimonio de todos con que a su vez soñara Sócrates un día, sin por ello desnaturalizarla de la tierra nutricia en la que ha de arraigar todo proyecto que no quiera dejar de ser humano.

Te agradezco Zenon, al igual que a Daven vuestra defensa y vuestras bellas aserciones que en lontananza parecen un augurio de una razón, una y la misma para todos, garante de unos valores en los cuales cupiese confíar aun cuando acaso no cupiese alcanzarlos.


Lo dijo zenon:

lo dijo zenon 23 Marzo 2008 | 10:45 AM
Apreciada y, a este paso, admirada Andrómeda,
Una vez más gracias por tus inteligentes comentarios. Puedes disponer de todo el espacio en mi blog. No será un abuso, sino un honor para mí el que lo hagas.
Me hallé ayer en una disputa entre vos y Daven, provocada por uno de los textos que bajo el titulo “Frutos de la Razón Triste” escribí hace años.
Asistí con placer a vuestro ilustrado debatir, y tercié allí sobre el asunto, en respuesta a vuestros comentarios, como puedes leer en la dirección que indicas al final de tu texto.
http://www.librodearena.com/zenon/post/2008/03/14/frutas-la-razon...
Me congratula que mis parcas palabras, sobre la culpa en este caso, puedan aún fecundar tales debates.
Como veo que el asunto se ha desmadrado y ha tomado vuelo por su cuenta, quisiera, de momento y a la espera de que las musas y el reloj me permitan ampliar mis opiniones, hacer aquí algunas aclaraciones sobre mi texto y alguna de las opiniones que tan cortésmente, casi siempre, habéis proveído.
En primer lugar: si bien me place haber estimulado ajenas imaginaciones, convertir mi texto en cuadrilátero para discutir sobre el pathos, el logos y el sunsumcorde, es descontextualízalo por el siguiente procedimiento: a pesar de nombrar a la Razón en él, no es ella - a todas luces- el objeto de mi texto. Entiendo que a uno le plazca contar que se ha leído a Baruch y a lo que queda de Heráclito.
De ahí, que cual sería mi sorpresa al ver que el comentarista “Raven” sacara a colación a Spinoza y junto a este descendiente de portugueses añadiera una sorprendente, cuanto menos, opinión sobre los filósofos eleatas y sobre mí:
“Señor Eléata, haga el esfuerzo de ponerse dos milenios y medio al día. Toda la escuela Eléata no es más que un vacuo intento por negar la realidad.(Daven dixit)”.
Lo cierto es que, por poco perspicaz que se sea, tal aserto debe referirse a Parménides, Zenón (el de verdad) y cia., y no a mi humilde persona; confundir algo o alguien con su nombre, identificarlo con él, es (¡sí, hijo, sí, Andrómeda acierta!) de una excelsa actitud platónica. Repásese a Occam, que creo fue un señor que algo dejó dicho sobre la relación de las palabras, las “ideas” y las cosas. Ya se que nombrar a Occam es ir unos siglos retrasado...
Confieso, Andrómeda querida, que a estas alturas me quedo con el dadaísmo y con Bretón, antes que con muchísimos tratados de filosofía (y no digamos de psicología...): son más rigurosos, en la medida que no pretenden rigor alguno. Pedante rigor alguno; añado cual uno de los hermanos Dupont&Dupont de Tintin.
Mi admiración hacía autores racionalistas como Descartes o Spinoza (Leibnitz, era un genio y las monadas encierran más poesía que todo Ovidio), mi admiración hacía ellos estriba en que me descubrieron las miserias de la razón: dicho en plan fino, establecieron sus reducidos límites.
Me ha gustado sobremanera que sacaras a colación a Wittgenstein, algo de humildad es buena en quienes se pretenden filósofos...y ya me tienta el silencio, Andrómeda mía; pero resulta que la pedantería de cierta contestación, que oculta la falta de argumentos o la pereza mental en un par anglosajonas palabrejas, espolea mi imaginación y mi gusto por el juego. Ya sabrás, a estas alturas, que prefiero la sofistica ante la pretensión racionalista universalizadora de ciertos filósofos. Siempre he pensado que incluir citas en lenguas ajenas a los contertulios, es de mala educación (soy catalán y sé la vergüenza ajena que me provocan ciertos compatriotas al respecto); pero, permíteme que, desde aquí, responda igualmente en extranjero rajar, con unas palabras tan antiguas como las del eléata: “gate, gate, para gate, para san gate”. Vacuidad, sólo vacuidad.
Sobre Spinoza: (sobre la existencia de Dios) “las esencias de las cosas son desde toda la eternidad y permanecerán inmutables por toda la eternidad..La existencia de Dios es esencia luego..” y más adelante “ 1- que las cosas cognoscibles son infinitas, 2-que un entendimiento finito no puede comprender lo infinito”. Saco a colación estas palabras del Tratado Breve (obra póstuma) de Spinoza, porque no sé en que puñetero rincón de mi biblioteca guardé la Ethica more Geométrico, producto ello de mi habitual desorden. Pero en el Tratado- que reúne notas que usó el judío éste para su ética, hallo lo que recordaba: Spinoza, como Descarte, precisa demostrar la existencia de Dios para fundar lo que sea: un ética, una ciencia, es lo mismo. Y, por cierto, debiera sonrojar a cartesianos vergonzantes la utilización del argumento ontológico disfrazado de “nuevas vestimentas “racionales”. Como al amigo Daven, se les colaba Platón, por las puertas de san Agustin: “creo, luego soy...” el cogito ya estaba allí. Al igual que en lo citado anteriormente.
No hay filosofía sin fundamento metafísico, no hay ética sin Dios. Ética con pretensión de universalidad, no. Fuera de Dios, fuera de una última razón, de una causa final – como la entendió aquel peripatético estagirita- solo hay relativismo ¿Sólo?
Quizás la belleza abra puertas, o el arte, o la meditación...mas el humano razonar tiene los límites impuestos por su propia naturaleza, sea la que sea. Un yugo.
Como es un yugo la erudición cuando esta al servicio de un loro.
Como tengo el hábito y la impudicia de desnudarme en el ágora, te diré que profeso cierto agnosticismo (que no se diga que hurto el cuerpo en la batalla)
Para terminar, permite que te relate una escena a la que asistí hace dos mil quinientos años.
“Casualmente se encontraron comiendo un bocata, Parménides y Zenón de Elea. De inmediato se reconocieron y, tras los efusivos abrazos, se sentaron a ver pasar las aguas del río. Comentaron las últimas ocurrencias sobre los absurdos átomos de Demócrito.
- Como no se podrá dividir algo que existe en el espacio- comentaba Zenón; escandalizado, pues desconocían el cálculo infinitesimal, debido a haber nacido con veintidós siglos de adelanto.
Pasaban las horas y, al final, se les acabaron los chismes sobre los últimos filósofos de moda.
-Deberíamos hacer algo para divertirnos- dijo Zenón, que era más joven y algo travieso.
Meditaron rato, aburridísimos de ver pasar las aguas, que venían turbias de barro heraclitiano, hasta que Parménides exclamo:
-¡Lo tengo, chaval! ¿Por qué no intentamos negar la realidad?
-¡Jolines!- dijo Zenón entusiasmado- ¡Qué chulí!, ¡que gran idea! (dijo lo de idea, sin mucho contenido, pues había nacido casi con dos siglos de antelación)
-Pues, hale, vamos a buscar a más eleatas para jugar juntos.
Y se fueron tan felices a terminar con la pobre realidad, que nada les había hecho.”
Y sobre Nietzche, quizás otro día hablemos; aunque de filosofía y de Qi Gong apenas sé cuatro cosas.
Lo del Qi se me ha escapao, leches.
Disculpándome por ocupar tu espacio, recibe un afectuosos abrazo de
zenon
(Pdta: este comentario se escribió antes de leer el arriba de Daven "el que no lee manuales"...pues, hay que leerlos antes de leer autores. Claro que se supone que ya NADIE lee autores ¿verdad?
Y lo de wnefron, le añadiría que aun hay quien se cuestiona NADA mientras navega por Internet. La ciencia lo ha dicho TODO.. pais..)
Otro beso.
~

lo dijo Daven a Melón de Elea
Infame "melón":
Ya que se ha despachado a su gusto, déjeme inclinarme y reverenciar el ignota anillo de su humilde sabiduría.
Me parece que aún conociendo las más triviales reglas del cálculo infinitesimal, tiene una gran valía ponerse el nombre de tan noble impostor que de la filosofía hizo burla y de la burla filosofar. Sin embargo, el calculo infinitesimal no es bello, por tanto ha de ser apartado, no cumple la sublime ecuación bello = bueno = verdadero.
Que usted se ría y se solace es de agradecer. Sin embargo no perderé ni una sola mueca con su "melón".
Que los dioses le hagan pronto madurar y no permitan que acabe en un mercado de abastos.
Suyo queda, incordio cordiale silbando el "Exultate, Jubilate"
Lord Gordon Byron, socialiste
P.D.: No necesito muchas palabras para levantar su milenaria "Inmadurez". Precisamente esa es la barrera que interpongo entre homo sapiens emancipados y melones.
















Apogeo de una civilización

Una civilización comienza a decaer a partir del momento en que la Vida se convierte en su única obsesión. Las épocas de apogeo cultivan los valores por sí mismos: la vida no es más que un medio de realizarlos.

El individuo no sabe que vive, él vive, esclavo feliz de las formas que engendra, mima e idolatra. La afectividad le domina y le llena.

No hay creación alguna sin los recursos del «sentimiento», que son limitados; sin embargo, para el que no experimenta más que su riqueza, parecen inagotables: esta ilusión produce la historia.
En la decadencia, el resecamiento afectivo no permite más que dos modalidades de sentir y de comprender: la sensación y la idea. Ahora bien, es por la afectividad por lo que uno se entrega al mundo de los valores, y se proyecta vitalidad en las categorías y en las normas.
La actividad de una civilización en sus momentos fecundos consiste en hacer salir las ideas de su nada abstracta, en transformar los conceptos en mitos. El paso del individuo anónimo al individuo consciente no se ha dado todavía: sin embargo, es inevitable. Medidlo: en Grecia, de Homero a los sofistas; en Roma, de la antigua República austera a las «sabidurías» del Imperio; en el mundo moderno, de las catedrales a los encajes del siglo XVIII.
Déficit de una civilización
Una nación no podría crear indefinidamente. Está llamada a dar expresión y sentido a un conjunto de valores que se agotan con el alma que les engendró. El ciudadano se despierta de una hipnosis productiva, el reino de la lucidez comienza: las masas ya no manejan más que categorías vacías.
Los mitos vuelven a convertirse en conceptos: es la decadencia. Y las consecuencias se hacen sentir: el individuo quiere vivir, convierte la vida en finalidad, se asciende al rango de pequeña excepción. El balance de esas excepciones, al componer el déficit de una civilización, prefigura su desaparición. Todo el mundo ha alcanzado la delicadeza; pero ¿acaso no es la radiante estupidez de los cándidos quien realiza la tarea de las grandes épocas?
~
Andrómeda
















Deber de decencia intelectual




¿Que mayor renuncia que renunciar
a una
fe?
Si primasen nuestras debilidades
y nuestras
profundidades sería demasiado
fácil.
Todo absoluto -personal o abstracto-
es una
forma de escamotear
los problemas; y no
sólo los problemas, sino también
su raíz, que
no es otra que un pánico
de los sentidos.
Dios es una caída en perpendicular
sobre
nuestro espanto.
Pero incluso sabiendo que
nada puede llevar
a nada, que el universo
es solamente un
subproducto de nuestra tristeza,
¿por qué
sacrificaríamos ese placer
de tropezar y
rompernos la cabeza contra
la tierra y el
cielo?
Las soluciones que nos
propone nuestra
cobardía ancestral
son las peores
deserciones a nuestro
deber de decencia
intelectual.
Os confieso que hoy he
hecho una renuncia.
Y me he roto la cabeza.
Clitemnestra































Realidad fantasmática y deseo:

Lo que pasa es que las técnicas que hoy se utilizan son diferentes a las prácticas cultas medievales, pero la ritualización está presente.

Antiguamente se capturaba el deseo, sobre todo, a partir de la confesión, de una política de confesores, diría yo, la confesión asegura la casuística y ahí está siempre el sujeto y su deseo. Por eso en la edad media se desarrolló un manual sobre la doctrina de la Penitencia en que se especificaban los castigos, los diferentes grados de delitos y la clasificación de los pecados, de una forma compleja y detallada.

Hoy día no es necesario el procedimiento de la confesión para asegurar el rito institucional, pero hay otros procedimientos en que podemos decir, a través de las técnicas de la captura publicitaria por una alta restricción del deseo y del sentimiento de culpa, que siguen presentes.

La “mujer”, en su simbología, en los tratados de la Edad media era conminada a los infiernos, erigiéndola primero en el objeto del deseo, por exteriorización culpable y que había que evitar, de ese modo en el momento de la confesión el sujeto se capturaba. Son técnicas refinadas del lazo institucional que sirven al poder y al sujeto para mantener la creencia de pertenencia entre sí.

Volvamos pues a la confesión, a su forma de hacer para descargar el doble fardo al penitente: el goce-de-más del que la doctrina sobre el pecado detestable ha operado la sustracción y el aumento de angustia unida a la acusación del culpable.

Por el momento haré mención a la literatura fantasmática que asocia desde las tradiciones más antiguas el poder y las falsificaciones demoníacas con el abuso sexual, tanto de las mujeres como de los hombres.

El tema es inmemorial: “Dios castiga la lubricidad de las mujeres haciendo que engendren monstruos”; del mismo modo se dice “los demonios recogen el semen (doctrina del esperma frío) de los hombres sucios, blandos (alusión a la masturbación) y lúbricos, que se manchan ya sea en sueños, ya sea provocándose ellos mismos”.

Si nos atenemos a la literatura canónica que tiene por objeto definir el Derecho en uso, cualquiera de los numerosos tratados cultos pone en evidencia que lo importante y lo inicial para la confesión es el lugar donde se encuentra la represión del goce.

Esta materia aparentemente abandonada en la actualidad lo es solamente porque ha sido trasladada a otros mecanismos de expresión latente pero continúa su mecánica a través de las clasificaciones con un alto grado de precisión y perfección lógica sobre la casuística.

La mujer, como sujeto, por eso muchas veces no ha podido jugar sin poder salir de esta realidad, de hecho hoy día juega porque puede confesar su goce y al mismo tiempo confiesa su culpa, a través de técnicas mucho más refinadas si cabe. Lo importante es descubrir como el buen orden y el lazo del deseo institucional están presentes aquí en esta misma confesión de la culpa.

~

Andrómeda












El honor y la grandeza.-

Estimado Cyrano:

Al burgués liberal sólo le preocupa ser un poseedor y disponer de sus bienes según las figuras técnicas que se han creado en el codigo civil respecto al uso y disfrute, posesión, usufructo y enajenacion de la cosa. Eso es todo.

El que vosotros miréis a la historia para encontrar un culto en los antepasados es una necesidad antropológica de sed de inmortalidad tal vez. Para la gloria de la civilización ha quedado la definición del Estado tal como se concibe hoy día vencido el antiguo régimen y el estado pontifical y el aristocrático.

Estamos ahora como cuando nació el comercio en Fenicia. Parece que volvemos a entroncar con otras odiseas. Y además contamos con unos artilugios mecánicos que nos permiten un nivel de comunicación como nunca antes pudieron ser pensados, constituyendo una auténtica revolución de la ciencia.

Y sobre el “honor” también me gustaría decir algo:

El honor, que no el puro valor, éste es más personal, pero el honor es un valor moral que se haya regulado en una ley orgánica y en un derecho fundamental en nuestra Constitución.

El derecho al honor, regulado así por Ley orgánica 1/82, protege contra las intromisiones ilegítimas que difamen a la persona o la hagan desmerecer de la condición ajena (art. 7,7). Sólo cabe una excepción a este derecho cuando se trate de manifestar un interés científico, histórico o cultural relevante, o bien cuando se trate de la actuación de una autoridad o cargo público en el ejercicio de sus funciones siempre que se demuestre que su actuación es acorde con la ley (arts. 8,1 y 8,2). Es necesario siempre ponderar un interés público así como respetar al máximo la esfera de la intimidad.

El interés publico preponderante puede estar en el derecho a la libre formación de la opinión pública o puede estar en el buen funcionamiento de los servicios publicos, entre ellos los servicios sanitarios y la educación pública. Ambos casos son dos paradigmas que constituyen una garantía del buen servicio y de lo que se ha denominado una ética participativa.

Por tanto hoy es mejor hablar no del honor -y menos con ese sentido privatístico que tenía en el siglo pasado- sino hablar de una ética individual y una ética participativa.
~
lo dijo Daven 29 Febrero 2008 | 11:35 AM
Vamos a ver, Signore:
Lease la Iliada (de nuevo), y no me provoque con ese cartel de una película de ciencia-ficción, que es una afrenta manifiesta a la épica de Homero.
Homero puede que estuviera algo ciego, pero aquí alguno está ciego y bastante perdido.
No sigo con la parodia, porque el cartel lo dice todo. Hollywood, la meca del HONOR, VALOR, PASIÓN, GLORIA, AMOR Y HAMBRE DE DOLARES.
Si quiere honor y dignidad, pásese por "The Great Dictator" y escuche el discurso final. Eso no es tontería (como la del cartelito de arriba)
Chisterazo,
Lord Gordon Byron, que del Honor hizo arte de cetrería.
Pd: Lo peor de Usted es que se lo cree. ¿Me equivoco?
lo dijo cyrano 29 Febrero 2008 | 11:50 AM
signore
Estare encantado en leer de nuevo la iliada
1ºYo no quiero promocionar (aunque usted lo crea así) (ad consequentiam)la película de Troya. Quizá lo he puesto dado no existen documentos gráfcos salvo alguna que otra vasijas clásica
2ºLo que yo pueda o no creer, no lo sabe. Lo supone y desea que sea así (falacia Wishful)
3º ¿hay algo de malo en preguntarse por esos valores? (que aparecen en la Iliada) Yo no lo creo así
Lavese de falacias antes de entrar en mi casa. Ensucia las alfombras!
Cyrano, liberal
lo dijo Daven 29 Febrero 2008 | 12:50 PM
Oh indigno de mi! Osar que mis sucias huellas hollen tan sublime morada, cuyas paredes decoradas son rendido homenaje a los Dioses inmortales!
Escuche a este indigno visitante en su plegaria. Suelo le ruego la paciencia del magnánimo Rey cuyas rodillas nunca rozaran la azarosa tierra. Para lo cual seré breve mas intenso como la vida del errabundo:
1. "(aunque usted lo crea así) (ad consequentiam)" = su propio ad consequentiam + wishful thinking. Touché.
2. Si yo pregunto tras la hipótesis: "¿Me equivoco?", usted tiene turno de replica. Mi postura no es absoluta pues, así que evítese la defensa imitativa porque flaquea de justificación. Touché.
3. Evidentemente, nada hay de malo. Pero hay algo de malo en investigar qué fué lo que pasó realmente en Troya (Wilusa) en el siglo XII a.c. Solo le daré una pista, para que usted reconstruya los hechos con perspectiva histórica (no mitológica). Los hititas tenían hornos de hierro, fueron los primeros forjadores de armas de hierro. Los Aqueos no, usaban armas de bronce. ¿Cómo llegar a dominar el arte del hierro?. Deduzca.
He terminado, oh Rey que justificas las guerras por tu honor y la legitimidad de los Dioses. Plego a su Divina ascendencia sea clemente con este humilde peregrino que no demora su partida.
Deseándole paz y gloria. Para toda la Eternidad.
(váse)
Lord Gordon Byron, homérico vagabundo.
lo dijo cyrano 29 Febrero 2008 | 12:58 PM
jajajaja
(risa sincera)
Bravo,
Pensaré en ello
Pregunta. ¿Sería correcto poner en la Iliada y la Odisea el inicio de la cultura occidental?
lo dijo Daven 29 Febrero 2008 | 01:12 PM
No, bajo mi punto de vista. En aquella época no había oriente ni occidente. Solo la media luna fértil. El extremo Oriente corría su propio curso en el delta del Yang-Tse.
El nacimiento de la civilización tuvo lugar en la península de Anatolia, con la ciudad más antigua encontrada:
Catal-Huyuk 7.000 a.c.
La segunda más antigua es: Jericó. 6.000 a.c.
La escritura más antigua es posiblemente la acadia 2600 a.c., servía para propósitos contables en el comercio entre ciudades de la desembocadura del Tigris y Eufrates (Ur, Uruk,Lagash).
Es muy relevante la cantidad de siglos que hubo entre todos estos hitos. ¿Qué pasó? No había herencia cultural. Eramos humanos, tan humanos como usted y yo, aquí y ahora.
Lovely,
George
lo dijo cyrano 29 Febrero 2008 | 01:31 PM
Mi pregunta iba con la idea de que la iliada y la odisea originaron algo extraordinario y es la unificación del lenguaje. Unificación de el alfabeto y unificación de las ideas. Las leyes empezaron a ser públicas. y al ser el alfabeto perfectamente fonético la gente dejó de ser analfabeta
lo dijo Daven 29 Febrero 2008 | 01:53 PM
La primera ley escrita encontrada en la historia es el código de Hammurabbi, del imperio amorreo 1800 a.c. Muy anterior a la redacción de la Iliada y la Odisea, cuyo origen estuvo en la tradición oral. Los alfabetos son de origen cananeo (fenicio) en un lugar llamado Biblos siglo XIII a.c., comparte su originalidad con el alfabeto primitivo hebreo . Posiblemente la idea originaria estuvo en algunos pictogramas egipcios. Los hombres dejaron de ser analfabetos no por las ideas (siglo de Pericles) o las leyes, sino por el comercio y la comunicación entre culturas. Ese fue el acontecimiento extraordinario. La ruptura de barreras comerciales gracias a compartir un lenguaje escrito llevó a un gran beneficio en la confianza y el control de bienes entre núcleos de civilización en la media luna fértil.
Creo que hasta Von Mises estaría de-acuerdo conmigo en que el principio motor de la civilización es la transmisión cultural en la acción humana mercantil.
Disculpe mi extensión, pero la historia de la antigüedad es una de mis pasiones.
Yours,
George.
lo dijo cyrano 29 Febrero 2008 | 02:01 PM
Extiendase todo lo que quiera. Aun me sigo preguntando porqué no cogí Historia
Es curioso como coinciden o disienten nuestras opiniones según nos acercamos o nos distanciamos del 29 de febrero de 2008, verdad?
lo dijo Daven 29 Febrero 2008 | 02:16 PM
Insigne caballero:
Yo puedo ser, modestamente, muchas cosas, soy físico y me admira lo que los físicos han conseguido al describir la realidad, me gustan las ciencias sociales, las matemáticas, la economía política, las leyes, el teatro, la dramaturgia, la estrategia militar y empresarial, la sabiduría oriental, la salud, la música y la polifonía.
Pero, si es necesario, ayudaría a cualquiera sin pensarlo. Es un principio humano. Quizás yo abuse por llamarlo socialismo, si lo hago es por distinguirlo del altruismo (que denota una posición vertical). Socialismo denota una posición entre pares, una posición horizontal. Usted y yo, aquellos que reciben mis vilipendios y mis cuidados, los griegos y los semitas, los pueblos africanos, las islas de la polinesia donde reposan los huesos de Tusitala.
Todo eso está escrito, no es mío.
Es vuestro y os está esperando.
Lord Gordon Byron, socialiste
lo dijo cyrano 29 Febrero 2008 | 02:27 PM
¿ayudar entre iguales? Ahí ,disculpe monsieur, no hay grandeza. Entre iguales se puede competir. A mi me gusta competir. La palabra derrota me aterra... y más si es por dar algo a alguien que es identico a mi. La grandeza está cuando no se da entre iguales. Lo hermoso y bello es que la ayuda venga del superior al inferior. Que el general deje su caballo al anciano
Solo somos iguales en dignidad humana.... y en determinados casos... ni eso
lo dijo Daven 29 Febrero 2008 | 02:37 PM
Solo me resta decir que esa es nuestra única diferencia.
Si busca grandeza, mire al universo, a la constelación de Magallanes y sus maravillosos colores.
Si busca grandeza, encuentre la tumba de Mozart y póngale unas flores por parte de ambos.
Si busca grandeza quédese contemplando la mecánica del más minúsculo mecanismo de su mano. Donde actúa el nervio, donde el tendón, donde el músculo, el equilibrio entre los huesos.
Si busca grandeza no quiera ser mejor que yo. Nunca lo conseguirá.
La victoria y la derrota son las dos caras de una misma moneda que tan solo pueden ser vistas por aquel que tiene el valor de lanzarla.
Lovely,
George. socialiste
~
El derecho al honor, regulado así por Ley orgánica 1/82, protege contra las intromisiones ilegítimas que difamen a la persona o la hagan desmerecer de la condición ajena (art. 7,7). Sólo cabe una excepción a este derecho cuando se trate de manifestar un interés científico, histórico o cultural relevante, o bien cuando se trate de la actuación de una autoridad o cargo público en el ejercicio de sus funciones siempre que se demuestre que su actuación es acorde con la ley (arts. 8,1 y 8,2).

Es necesario siempre ponderar un interés público así como respetar al máximo la esfera de la intimidad. Desde la doctrina científica y jurisprudencial del derecho se han venido haciendo diferentes pronunciamientos al respecto, sobre dónde estan los límites al derecho, al interés publico y preponderante, al límite y salvaguarda de la esfera de la intimidad, numerosas circunstancias algunas que vienen a conformar el devenir moderno de los tiempos han supuesto una invasión nueva del ámbito de lo público y han alterado la normalidad, los modernos cambios tecnológicos y telemáticos, la nueva sociedad de la información todo ha venido a alterar cierta paz y a hacer más problemático si cabe el ámbito de los límites entre lo publico y lo personal. Hemos de ser conscientes de ello para saber deslindar mejor las diferentes notas o cualidades que son afectadas.

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Elogio del amor.
La economía (del amor) de una neurosis.
La lógica (del amor) está al servicio de la historia y del proceso que allí se organiza.
No hay institución (del amor) sin su jurista, por consiguiente sin su casuística.
La Ley (del amor) no domina a sus sujetos más que por esto: a partir de un juego de manos que sustituye el goce por una regla estricta pero tranquilizadora.
El falo después de todo no aparece allí, le parecerá al analista si interpreta ese lugar del discurso dogmático como objeto peligroso, un objeto de algún modo separado del cuerpo, aunque instaura allí el estigma de un sufrimiento, el sufrimiento de gozar por él.
La amenaza absoluta de la castración está significada. Sería el objeto transportado, sede privilegiada del apetito sensitivo (del amor) y amenazado de ser arrancado.
Por tanto para los grupos humanos solidarios de un terror igual como para el individuo víctima nos hemos especializado y refinado en un curso de estudios históricos (cours d'etudes historiques) de la ignorancia y la falsa ciencia.
~
Andrómeda
~






El estado burgués

Muy estimados amigos:
El funcionariado está dispuesto como régimen de propiedad y es por eso que esa captura de los sujetos ha permitido gaantizar por Ley el amor a los jefes.
En la época del capitalismo industrial y colonial la recuperación del pobre planteó el infinito problema político con respecto al gran temor burgués.
El débil vagamente culpable ya no es mantenido simplemente en algo aparte, el no propietario se convierte en un reprobado, siendo el enemigo clasificado.
El mito patriota de los ciudadanos-hermanos, libres e iguales en el enfrentamiento de cada uno con la ley reenvía en consecuencia a la desaparición del Padre y con ello se desmitifica el papel de lo sagrado.
Que la realidad simbólica es esencial lo es así por que el milagro de la sumisión siempre opera por una creencia. En este caso, cambiando las máscaras de todo.
Y al mismo tiempo que por una “creencia” también opera por el carácter funcional de los “olvidos”, el sistema constitucional puede construir un dogmatismo más o menos revolucionario pero lo importante es resguardar la simbólica de un asistente supremo.
Esta realidad simbólica en el milagro liberal se pronuncia en los principios de Libertad-Igualdad-Fraternidad. El ideal democrático y racionalista juega también en él a posteriori. Digamos que se ha producido la revolución, por ejemplo el ideal napoleonico luego del estrictamente burgués, y ahora se debe construir la legitimidad de un Estado llamese nacionalista o centralista y descentralizado. Las diferentes opciones pluralistas que pugnan al poder es lo que da inmediatamente la legitimidad democrática al sistema.
Pero a veces se olvida todo lo que ha quedado atrás, todo el sacrificio realizado casi siempre por el pueblo desposeído.
La filosofía de las Luces encontró un buen mito igualitario, un buen sistema de igualdad de oportunidades basadas en la creación y redistribución de la riqueza.
Hoy día los políticos en donde veo que ponen más énfasis es en la educación y en la política de empleo. Cuestiones que se han eternizado y en las que no hemos avanzado suficientemente.
Pero por otra parte una gran masa de trabajadores llegan como inmigrantes y resucitan el gran temor burgués del peligro social del desposeído que necesita creer en ese ideal y crecer con el conjunto. Es asimilado pues también alimenta el sistema de pensiones y se le permite la entrada legal con ciertas restricciones.
Napoleón recreó a un Justiniano imaginario también.
Cuando veo a los políticos hablar nos damos cuenta de que no hay un buen mito real que nos una, un gran ideal por el que todos podamos luchar juntamente.
Nos hemos cargado la familia, el matrimonio, la religión, los valores de la educación, todo se mide a partir de ahora por el único sistema del capital y los medios de producción.
Por tanto la verdadera familia es el trabajo y después el capital.
Gracias Luis Alfonso, lo importante no es una sujeción por la fuerza sino por la creencia, de esta forma todos sentimos la seguridad de que pertenecemos a una cultura, a un parentesco, que somos una comunidad pues no podemos estar solos. De ahí la función que tiene el rito o el ceremonial en la comunidad como culto y éste ha existido en todas las formas de cultura.
Y gracias Pasolosdias, yo todavía me veo que sigo siendo una alumna, un poco contestaria también, lo que me ha servido para no estar segura en ninguna escuela y menos de la Escolástica.
He de decirte que la palabra “símbolo” viene de “símbola” del griego, que significa “las dos caras de una moneda”, para querer significar aquello que une varias cosas en una, ése es el significado etimológico. Por eso la función principal que tienen los símbolos es la de unir antes que la de separar. Lo que pasa es que todo se presta a los sentidos y los símbolos mismos cambian y se reemplazan por otros.
Y gracias Ifigenia por tu alocución tan interesante, parece que este sistema en verdad no responde a otro criterio que el del Rendimiento y nuestros políticos han descubierto algo sobre lo que se puede hablar, la economía de los impuestos, sin tapujos y quitándose las máscaras.
Este realmente es el universo del patriota burgués. Todo lo ha reducido a capitalismo y a economicismo. Creyendo que así nos liberábamos de la idea misma de Estado y de la idea ancestral de Poder, incluso de la idea de desburocratización para hacernos felices, pero todo eso es una manipulación.
Lo único que la clase burguesa ha reservado en el papel heroico de esta mística de la utopía ha sido que ella misma se haya enclavada en un dogma, la lógica de los dogmas.
Y gracias Cyrano, creo que es esa realidad dogmática la que ha hecho que no se pueda todavía destruir este sistema que está anclado y construido en el culto de los antepasados por una manipulación o una subversión de los sentidos interpretativos.
Otros sistemas que se le han confrontado han sido vencidos -por ejemplos las ideologías del proletariado que acceden a un partido único-, todas ellas han contruido un dogmatismo que tenía un peor calado.
Sin embargo, ¿cuánto durará más la ideología liberal?
Creo que debemos ir a completar ese ideal del proyecto racional ilustrado, creo que la educación, la investigación y desarrollo es una asignatura que está pendiente en nuestro país en relación con los otros países de Europa. Tal vez Europa tiene todavía algún mito que contar.
Sinceramente, un abrazo para todos!
~

El lado sagrado de la lógica se justifica por estar allí en ausencia del oráculo supremo, la Palabra del pontífice, la voz viva del derecho (viva vox iuris).
Los fierabrás de la Publicidad no pueden nada.
~
Andrómeda


El poder económico de una nación

Estimado Daven:

La presente pugna política por abanderar la reducción de impuestos directos, que los ciudadanos contemplan admirados en esta época electoral, muestra a los ojos de los españoles que debemos estar pagando demasiado al Estado, y que su administración funcionaría con parecida eficiencia con menores ingresos. El volumen de devoluciones de Hacienda y el enorme número de declaraciones autoimpuestas por la Agencia Tributaria, apoyan esa tesis, la de que "se pagan demasiados impuestos directos".

Con ello se reduce el incentivo moral a cumplir con veracidad y se eleva la necesidad de Hacienda de hacer ver a la gente que la probabilidad de detección del fraude es elevada y que el castigo siempre será superior a los posibles beneficios de la evasión fiscal.

En España siempre ha habido un exceso de benevolencia fiscal porque el paro excesivo ha pesado más sobre la lucha contra el fraude fiscal que las necesidades de recaudación para reducir el déficit público.

Así una de las promesas que se leen en la prensa para el 9-M sería la de las posibles subvenciones que querrían hacer los políticos a las familias con "menos recursos". Así, el PSOE garantiza que, si gana el 9-M, ampliará el plazo de la hipoteca de forma gratuita para los hogares "mas necesitados", calculando que con ello habrá un ahorro de mil euros para cada familia (CINCO DÍAS 26 de febrero, pág 37).

En cuanto a la bajada de los tipos de interés el euro llegó a apreciarse antesdeayer hasta el 1,46 por dólar.

Por eso es cada vez más posible que la FED siga bajando los tipos de interés hasta situarlos en negativo en términos reales. El BCE tendrá que rebajarlos también, en breve, a pesar de las "amenazas" de Trichet, que sigue empeñado en enfrentarse a los políticos europeos y a la CE. La depreciación del dólar parece seguir siendo la política elegida para impulsar la economía norteamericana, y precisamente, es esa apreciación del euro la que ha impulsado la inflación en Europa.

Pero, ¿para qué los políticos quieren más rebajas de tipos? ¿No estábamos a las puertas de una nueva recuperación económica?. No parece que esté siendo así, aunque es demasiado pronto para saberlo porque los primeros indicadores siguen siendo mixtos y no indican una tendencia clara. De hecho los bancos centrales están al respecto tan a oscuras como lo están los empresarios.

Hay quien cree que no es el momento de bajar los tipos de interés, porque ahora una relajación de la política monetaria, pasaría desapercibida ante el peso de la crisis de confianza. Como no se sabe qué hacer para aumentar la confianza, se reclama que bajen los tipos de interés.

Tanto la FED como el BCE carecen de excusas reales para no bajar ahora los tipos.

A pesar del incremento del precio del crudo, la inflación subyacente todavía no es el problema de la UE, mientras que la estanflación es un problema en los EEUU.

Por eso es, que Bernanke no se opone al fuerte plan de rebaja de impuestos de Bush, mientras Trichet quiere modificar Basilea II para ayudar a los bancos.

Mejor haría Trichet si se atreviera a modificar las bandas de fluctuación en vez de objetivos fijos en la política monetaria (inflación y crecimiento de la masa monetaria).

Es decir, que, ante la ignorancia del alcance de la crisis crediticia, cada vez es mayor el recurso a aumentar la flexibilidad de interpretación de los indicadores económicos. Se trata de un abuso del BCE, que seguramente, será contestado por los bancos centrales de los países de la UE que necesiten exportar.

¿Qué tienen que ver las necesidades de la economía alemana con las de la española?¿Cual es el principio teórico en el que se apoya el fundamentalismo de Trichet?

Y volviendo a los impuestos, hay la certidumbre que todo el mundo sabe que los impuestos indirectos no sólo no bajarán sino que subirán.

Al final, como muestran las estadísticas, sube la presión fiscal.

Es un signo de la época, suficientemente aceptado, que la imposición deba reposar más sobre el consumo que sobre la renta.

La única y verdadera garantía para que pueda bajar la presión fiscal de los ciudadanos sin que disminuyan las prestaciones sociales consideradas "mínimas" es que aumente la eficiencia de la actividad económica del Estado o que se reduzca el gasto público corriente.

De eso nadie habla, de forma que, por curiosidad o interés propio, todo el mundo espera que la sesión de prestidigitación tenga éxito.

Bueno, hasta aquí más bien he hecho un recorte de prensa pero con ello he querido contestarle a lo que yo he considerado que es importante. Yo concuerdo contigo pero los indicadores de economía son varios: la confianza del consumidor (CIS, Cámaras, ICO) junto a los datos del paro, todo ello ha venido a deprimir las “expectativas" económicas últimamente. No sé si ésta es la coyuntura a la que te refieres, y permíteme que te tutee por esta vez.

Que pases una apacible noche!
~
Si Japón no ha salido todavía de su problema de deflación y EEUU va a entrar en recesión, la UE no va a ser inmune a todo ello. Frente a esa primera recesión global, todos los países van a buscar las mismas medicinas. Hay que esperar, por tanto, una nueva oleada de reducciones de tipos de interés, y estímulos fiscales e incentivos a la actividad consistentes en recortes de impuestos a empresas y ciudadanos. Como la experiencia dice que aunque una reducción de impuestos supone más renta disponible, ésta no se emplea en consumo si no existe confianza en el futuro, será inevitable un aumento del gasto público. Y, como no, las medidas proteccionistas en el marco de la Conferencia de Doha, así como la continuidad de la política "benign" de depreciación del dólar, para que sean la UE y las economías emergentes las que paguen el déficit exterior estadounidense. Un problema que heredará el próximo Ejecutivo norteamericano. De nuevo, el déficit doble interior y exterior. ¿Quién lo resolverá?.
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Andrómeda



















Una buena ciencia del poder
¿Adónde dejan ustedes una buena mitología, a saber el buen uso de una buena ciencia del poder?, ¿creen que basta un simple lógica jurídica, o una teoría economicista más o menos conservadora?
La etiqueta y las buenas maneras burguesas extrañas hoy a la antropología desviada hacia el inferior -como siempre el negro, borrado actualmente por el subdesarrollado-, tratará de reconocer aquí la huella de la cuestión de cómo se construye un buen mito.
El universo profano de lo laico demarcado por el universo sagrado del propietario con su bien erotizado, frente al universo profano asociado a la deficiencia, al mal del no-propietario, al crimen, a la suciedad.
Aquí juega la prestancia del poder.
Incluso la sociología considerada destructora de todo no se ha atrevido a aventurarse demasiado lejos.
No cuenten ustedes con que un solitario agarrado a una roca pueda ser un buen ejemplar de un mito prometeico, ni un cadette eterno a oposiciones al Estado que no tiene una visión empresarial o que no está integrado en un clan familiar de prestigio.
El burgués liberal, el auténtico señor, es el producto de una doble conquista, dice que toma el lugar del Padre, magnificado por los rasgos de los dos enemigos simbólicamente vencidos, el sacerdote y el aristócrata.
¿Cómo el matrimonio burgués se ha vuelto posible? Sólo cuenta en el código civil respecto de los bienes que se posee, como institución privada.
¿Cómo el rebelde es traducido?, ¿vuelve la revolución loco?
El gusto por los signos exteriores de la etiqueta y el prestigio es acompañado a menudo por un ostentoso desapego al dinero. Actualmente esa gran ostentación de tener las manos limpias todavía es tenida en cuenta.
Una buena ciencia del poder pasa hoy día por la Ley y por la sumisión a ésta.
Los juristas casi únicamente ellos saben por experiencia esta verdad, consideran como despreciable el discurso revolucionario, saben que la cuestión de decidir la más ínfima cuestión genera inmediatamente un sufrimiento en los sujetos que se reúnen, que cualquier insólita proposición es rechazada o revisada según un procidimiento estipulado para alivio general.
La rutina, el papeleo, el pago de cualquier tasa, por ejemplo, es, en realidad, una simplicidad lógica; su conjunto proviene de un ritual arcaico cuyo mantenimiento asegura la transmisión de ley, no es una invención de idiotas, sino un ceremonial para mantener la sumisión.
Aquí se da cuenta de alguna alegoría tradicional, de los beneficios de una Felicidad de una sociedad de conjunto, frente a la ocultación de un salvajismo -reemplazado por un subdesarrollismo- así como de un ideal aristocrático o tradicional que se encuentra también borrado y de cuyo discurso se habla a medias palabras.
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La desaceleración de la economía de un país.

Estimado señores Daven y anfitrión:
Muchos ciudadanos saben que en algún momento habrá una contradicción entre el objetivo económico del superávit fiscal, y el objetivo político de reducir impuestos directos -entre ellos el del irpf y patrimonio-.
El bloque ideológico de analistas de derechas siempre ha apoyado la economía de la oferta, mantenida por la vieja tesis de la curva de Laffer.
Una tesis que nunca ha quedado completamente demostrada en ninguna economía de la OCDE.
Mientras que el bloque ideológico de analistas de izquierdas siempre ha afirmado la necesidad de impulsar la economía de demanda, gracias al gasto social en equipamiento.
Ninguno de estos bloques ha estimado suficiente una rebaja-aumento de los impuestos indirectos y del IVA.
Los que prefieren cumplir con las leyes pagando sus impuestos directos y también los que están sujetos a las retenciones por trabajo, sí que les importa mucho que aumente el grado de eficiencia de la lucha contra el fraude: porque si la rebaja de impuestos no produce un aumento en las bases imponibles, puede ponerse en peligro el mantenimiento del gasto social que les permite tener mejor calidad de vida y mayor capacidad adquisitiva.
En realidad, el equilibrio fiscal que propone la moderna teoría hacendística, va a depender mucho del grado de inflación, y de que se alcance una tasa de crecimiento económico suficiente, pero la garantía real vendrá dada por la reducción que se logre en la lucha contra el fraude fiscal.
Andrómeda, ex-legista



LA DESACELERACIÓN DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
La opinión de los españoles acerca de la situación económica actual y de sus expectativas para el futuro, se ha convertido en un paradigma. Todos afirman que "la situación actual está todavía bien, pero la futura mal". Así ha ocurrido con los resultados económicos de la Feria de Arte Internacional ARCO, de los que se ha hecho eco ABC del 19 de febrero en página 78, cuando decía que "la Feria cierra con un incremento del 15% de ventas gracias a una nueva generación de inversores, profesionales liberales de clase media-alta".

El periodista Mariano Guindal afirma en LA VANGUARDIA pág 67 que Solbes insinúa una nueva rebaja del crecimiento en abril y señala que "es complicado demostrar que España se hunde". El mejor informe que se publica acerca de la evolución de la economía española es el realizado por la Agencia Tributaria-el último correspondiente al mes de diciembre de 2007-con el título: "Ventas, Empleo y Salarios de en las Grandes Empresas" (Ver INFORMES y COLABORACIONES).
En CINCO DÍAS pág 40 se cuenta que la CE ha rebajado en tres décimas la previsión de crecimiento económico en España para 2008, y eleva el IPC anual hasta el 3,7%. Por otro lado, el superávit fiscal alcanza el 2,23% del PIB, el más alto de la democracia, mientras que la deuda baja a mínimos hasta el 36,2%. En cuanto al superávit de la Seguridad Social, éste alcanza el 1,25% del PIB.




Ya saben ustedes que la crisis financiera ha obligado a Bush a incumplir su programa en política económica, duplicando el déficit público y todos los récords en gasto público para 2008 y 2009. Así lo contaba ayer ABC
pág 33. Como ya sabrán, el Gobierno ha desarrollado planes de subvenciones públicas desde hace meses como el de los "400 euros", el "cheque-bebé" o las "ayudas al alquiler de viviendas". Por su parte, el presidente andaluz, Manuel Chaves, ha prometido medicinas gratis para los menores de un año. El famoso economista, Miguel Sebastián, defendía en EL MUNDO pág 13 del domingo pasado, una política anticíclica frente al "ajuste brutal




LA RÁPIDA CRISIS DE LA "BURBUJA" INMOBILIARIA EN ESPAÑA
Tecnocasa, empresa de intermediación inmobiliaria, cerró el año pasado 387 oficinas franquiciadas debido a la desaceleración actual y esperada del sector. En EXPANSIÓN pág 31 se asegura que el presidente del ICO considera "importante" debatir el Plan de Créditos Blandos a Promotores, que quiere aplicar el Gobierno. Por su parte, los promotores aplauden las ayudas del ministerio de Economía destinadas a mejorar los criterios de tasación de las viviendas (CINCO DÍAS pág 42). El presidente de Asprima, José Manuel Galindo, entrevistado en página 43 de este diario, dice que la producción de viviendas caerá un 30% para poder absorber el stock.














Medidas para gobernar
lo dijo Daven 26 Febrero 2008 | 04:45 PM
Estimado anfitrión:
Expreso líbremente mi opinión sobre esas medidas desde un punto de vista pragmático, es decir sin perder la referencia de la realidad económica mundial y el respeto a las libertades dentro de la UE. Abandonemos los principios y afrontemos los temas con realismo, porque tanto platonismo nos lleva a disaster proofs o escenarios pesadilla.
Medidas "Liberales":
1. IRPF 0. constituye una mala regulación del principio de redistribución de rentas. A efectos económicos, la única baza de un ministro de economía es su política fiscal. Hay que aumentar las liquidaciones negativas en los segmentos de menor renta o con más carga familiar a costa de aumentar la presión fiscal en los segmentos de mayor renta. Esta medida es típica para afrontar una deflacción (disminución progresiva de la inflación), no una estagflación (como quisiera el partido conservador, bastante miope en estos temas).
2. El régimen de trabajo ha de mantener sus barreras de protección con el fin de no aumentar la tasa de paro. Usted mismo es un ejemplo de falta de productividad en este país, por muy liberal que sea.
3. Totalmente de-acuerdo. Aumentarían los turnos y estimularía los contratos de trabajo a tiempo parcial.
4. Los planes de energía nuclear deben ser estratégicos de cara a que la economía norte-americana no juegue su única baza por la dependencia del petroleo. En Francia, durante 10 años de implantación de centrales nucleares se bajo un 75% las importaciones de crudo. En esa situación me gustaría ver a España.
3. ¿Para bajar impuestos? No, Monsieur, para mantener los activos y las protecciones sociales -No se puede permitir poner en crisis el modelo de pensiones ni las ayudas al desempleo en estos momentos- . Me remito al punto 1 para destacar lo que debe ser una política lógica de deflacción en el marco europeo.
3. Neolítico. España debe diversificar sus puntos de educación en lenguas vernáculas, nacional y extranjeras con el fin de cohesionar y competir, no levantar barreras culturales de origen prehistórico. El Español debe ser respetado como lengua oficial en educación.
4. Ya hemos tenido experiencia de este tema y lamentamos mucho decir que el repunte de la inflación se debe a estas medidas de descontrol. Aumentar el descontrol es contraproducente. El objetivo es bajar el precio de la vivienda y proteger el estatus de los terrenos rústicos. Es necesario un replanteamiento sobre política de suelo urbanizable para evitar en el futuro el error cometido.
8. Totalmente de-acuerdo. Bajo el principio de todos somos culpables no se arregla nada. El mundo de la discografía ha de encontrar un modelo competitivo donde su valor añadido sea percibido por los compradores como valor de uso y por tanto comercializable. No hay que castigar un sector por la crisis del modelo comercial de otro. Innovación y competir por calidad (véase la tienda online de Deutzsche Grammophon)
9. Completamente de-acuerdo. El gasto público no debe constituirse en un elemento inflacionario en una crisis de deflación.
10. ¿Está usted bien de la cabeza?. El cannabis solo puede ser utilizado con fines terapeúticos. Su repercusión social sobre la juventud es muy perjudicial ya que su consumo mantenido tiene trascendencia en el nivel de motivación del individuo. Por favor, documéntese sobre el THC.
Medidas Anti-liberales:
1. En des-acuedo. El Gobierno debe mediar, sin tomar partido, en las negociaciones entre sindicatos y patronal. De esta manera se ha conseguido una consesuación de objetivos durante los últimos años que redunda en la paz social en el ámbito laboral.
2. De-acuerdo. La educación no debe ser tutelada en cuestiones de ciudadanía. Debe ser reforzada en Matemáticas, historia, lenguas y marco legal europeo. Un ciudadano tendrá así el criterio para comportarse en consonancia con su legado cultural.
3. Esos puntos ya son parte de los Gobiernos Corporativos de las grandes empresas y puntos de competitividad entre ellos. ¿Es que a las empresas no les debe preocupar que sus empleados tengan pautas de reciclado?. Por su puesto esto repercute en su política de Brand, de recruiting y de retención del talento (Obsérvese el caso Accenture o Inditex)
5. Promover la VPO es un factor esencial en una política que debe presionar a la bajada de los precios de la vivienda y crear hogares (ekonos = quien regula el hogar).
6. Ya revisado.
7. Ya revisado.
8. Diversificación de fuentes de energía alternativas al crudo son estratégicas en cuanto a la independencia del valor de este. El coste de construcción de una central de gas es menor a 1000$/Kwh. Casi la mitad del coste de una central nuclear. En el roadmap de independencia sobre combustibles fósiles, el Gas tiene un papel muy relevante. Por favor, infórmese de costes y tiempos de establecimiento.
9. La Administración pública es un bien social común. Sin ella no habría arbitrajes, ni tribunales, ni medios de intermediación, ni garantías de educación y protección a los segmentos de población de menor renta, enfermos, ancianos o discapacitados. Su articulación solidaria entre ciudadanos aumenta la consciencia de que entre todos nos ayudamos. Es un vehículo, no un fin en si mismo.
10. Ni una sola ayuda a la educación privada. Que compitan con la educación pública a través de financiación privada mediante medios, ideologías teleologistas, lobbies.
Así pues, desde mi punto de vista, sus principios no son pragmáticos y su aplicación dejaría este país fuera de las lineas de competencia tanto con el resto de naciones de la UE como a nivel internacional. Espero que jamás los principios enturbien la aplicabilidad coyuntural de medidas de contención de la inflación que debe ser nuestro objetivo a medio plazo.
Tenga usted un agradable día, ciudadano.
Lord Gordon Byron, el primo de Rajoy.

PD: Así os va en el conosur, ¿queréis una invitación para venir a la vieja Europa? Fijad la mirada en China, 10% de GDP growth en 9 años. Llámadme gachupín, vamos, lo estáis deseando.


Los funcionarios públicos
Estimados Perseo y Pasolosdias:
El hech0 de que los funcionarios, Pasolosdias, sean también propietarios está sin duda confirmado, en todo caso es verificable por el extraordinario desarrollo del fenómeno de la herencia de los numerosos niveles jerárquicos.
También se puede identificar a través del juego táctico de las oligarquías para asegurarse sus clientelas: las jefaturas de funcionarios discuten los puestos. Es aquí y ya en estado moderno donde cabe hablar en cierto modo del fenómeno de la mafia, indirectamente relacionada con el poder de ciertas oligarquías, y con el fenómeno producido por los clanes y los movimientos a grandes masas de la inmigración hacia el nuevo mundo.
La vieja roma tiene mucho que decir tanto en el estado pontifical como en el moderno derecho administrativo, eso es obvio, cómo los canonistas copiaron las figuras técnicas del derecho.
Sin embargo, la creencia y el mito -y con ello contesto a Perseo- al que se adhieren estarían peligrosamente comprometidos si se comprueba que el mundo de los funcionarios puede estar, como el otro (el mundo del Sector privado), compuesto por propietarios celosos y padres abusivos desde lo alto hasta lo bajo de la escala, incluidos los sindicatos y agrupamientos políticos entregados a la autodefensa de la buena Administración, la del Estado.
El orden de la censura se encontraría invertido y el sentido perdido.
Es por esta razón que la ciencia histórica universitaria más conformista, la de los historiadores de las facultades de Derecho en particular, trabaja para bloquear la Ley, de acuerdo con su vocación tradicionalista (comparable a la de los griots africanos): es lícito observar la feudalidad medieval en sus fundamentos familiares, está prohibido evocar la feudalidad de los tiempos modernos sólidamente anclada en la imaginaria separación que reproduce la ciencia del Derecho.
En efecto no se podría contemplar sin confusión la renovación de las segregaciones fundadas a la vez sobre la herencia y sobre la oligarquía agresiva de los nuevos señores, inmunizados e intocables como sus antepasados medievales.
La función de un derecho del Estado por mantener la igualdad paradójicamente no impide una implacable guerra civil que tiene por función mantener las fronteras entre las castas, las familias, las clientelas.
La simbólica de la que tú has hablado enuncia en realidad una Regla de la dependencia, notoriamente favorable a la explotación de los débiles por los débiles bajo la vigilancia de los grandes, erigidos como modelos omniscientes, como dadores prestigiosos y malvados, investidos por los atributos de la gran amenaza.
Perdona que hable así mezclando el pensamiento mítico salvaje con los rituales cultos medievales: el mito pontifical no tiene la rigidez de los mitos que justifica -hay que recurrir aquí a C. Levi Strauss- al pensamiento salvaje. No se trata de un sistema de relaciones tan directas entre un grupo humano especificado y un medio natural estrictamente localizado.
Sólo hay que recordar que para Graciano la “cultura” consiste en seguir los augures e interrogar el movimiento de la estrellas, y se trata de una ciencia sacrílega, para ver cómo existen líneas, trozos de mitos venidos de otra parte, tradiciones que se reducen y que se presentan como el discurso transcultural y profundamente negador de la edad científica.
Espero no sorprenderos por este lenguaje que adopto, basado en la liturgia escolástica de la época.
La institución domina recurriendo al doble sentido del goce y del temor, sin que nunca sea posible positivamente superar ese dilema.
Queda saber a qué juegan sin saberlo los nuevos manipuladores, pretendidos negadores del discurso tradicional. Sobre ello ya se abrirán nuevas cajas de sorpresas.
Que paséis una feliz y agradable noche, un abrazo!
~






El espíritu propietario y el estado

El espíritu propietario y el estado
Podemos juzgar la importancia política de las variadas formas que pudo tomar el espíritu propietari bajo sus diagramaciones jurídicas desde la época miedeval.
El estilo feudal de la propiedad contribuyó a definir el sujetamiento hereditario del campesino en la edad precapitalista, escamoteando progresivamente la servidumbre, paulatinamente modificada en una seguridad fijada en derechos referentes a la tierra.
Ese desarrollo hacia formas progresivamente elaboradas de la propiedad (con el instrumental lógico de los juristas, inteligentes copistas del Derecho romano) se manifestó igualmente a escala de las funciones reconocidas como más nobles (funciones declaradas no serviles, dignas del hombre libre de la antigüedad), especialmente las que rodean a la omnipotencia, primero la Iglesia, luego el Estado monárquico.
De este modo el beneficio eclesiástico, gratificación del titular de la función clerical, propuso su modelo a los innumerables “oficios” del Antiguo Régimen, equivalentes prácticos de las clasificaciones feudales en el interior de las cuales se esbozaba la reivindicación antiseñorial del campesinado.
Por esta escalera ha descendido el funcionario tipo, que finalmente es tan sólo un pequeño porpietario, de la misma raza que el rural, un verdadero kúlak, un hombre que sabe encarnar la cosa que posee, su derecho, su bien. Sobre todo su espacio histórico, la institución trazaba con ello su observancia.
Pero, lo he venido observando en el post anterior, el discurso de los juristas en el Estado liberal y burgués sustrajo metódicamente esta realidad, cuyo mito regulador debió sufrir algunos retoques, al menos en sus enunciados retóricos.
Es fácil descubrir la razón de ello. La transformación del Derecho administrativo acompaña el desarrollo de la civilización burguesa y moderniza las técnicas de la sujeción.
El Derecho administrativo tal como los juristas del siglo XIX lo modelaron sobre la base de los ideales, Libertad, Igualdad, Fraternidad, dispone de fundamentos simbólicos indiscutibles.
He aquí por qué la idea feudal, es decir, la confusión entre la cuestión de la protección económica y la cuestión política de la jerarquía se encontró sistemáticamente eludida por los especialistas de la burocracia, lógicos del derecho administrativo, gracias al nuevo mito de los hermanos iguales que se aman.
Esa idea feudal permanece censurada, pues pondría en evidencia la mistificación de la cultura burguesa en materia de Poder.
El Estado llamado liberal no es otra cosa que el Estado-pontífice, el estado y la jerarquía.
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Andrómeda
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El mostrar la distinción del lugar bueno y malo ¿qué es si no el lugar de los símbolos donde se expresa y se rellena la derrota de una lógica?
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El excomulgado jamás será considerado como un perseguido, pues la institución es autómata pero nunca cruel. Enuncia simplemente su lógica y la misma excomunión injusta es solamente una cuestión incidental, cuestión que se resuelve simplemente con un proceso suplementario.
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Andrómeda







La publicidad y el marketing
Tal vez la diferencia es ahora que la institución es la Publicidad y el marketing, todo lo que queda fuera del marketing es proscrito fuera de la realidad y no tiene nombre. Se le condena al silencio.
un saludo!
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lo dijo andrómeda:
Estimados amigos:
Gracias Gourmandise, no sabes qué ilusión me ha hecho!
Gracias, Claudia:
La digestión de la gran obra publicitaria en un país moderno como el nuestro marcado tan fuertemente por las antiguas liturgias del arte oficial, es indicativa del conflicto.
Por un lado de la conservación ritual de la sacralización, es decir, del amor dirigido al padre y al pontífice, y en tal caso al estado (centralista y descentralizado) dotado de los atributos complementarios de la iconografía del estado feudal y clásico romano al que pertenece por sus orígenes.
Salir de aquí ¿es posible? Es decir, ¿es posible salir del ritual litúrgico aprendido? Hoy día pasan despercibidos los límites de la institución privada y semipublica o publica, pero siguen funcionando acorde a unos órdenes parecidos.
Desde la iconología yé-yé hasta el circo Holliday incluido, los subproductos de la teatralidad hippy, o la interpretación de los temas universales de los seguros, del gran viaje al paraíso del ocio, etc., deben ser tomados en cuenta: constituyen bajo el decorado sabiamente elaborado por los gabinetes de la publicidad una representación epifánica del nuevo dogmatismo en el que se sostiene la institución social en su totalidad.
En el señalamiento de estas manipulaciones ejemplares he sido conducida a elidir la enorme producción publicitaria actual, tan elocuente en sus grandes figuraciones políticas: la creencia sexual y sus clasificaciones, el juego del goce y del castigo, un círculo de clausura conde se encierra el orden. Esta temática está en todas partes.
He aquí el juego moderno de la institución. ¿Dónde está pues el rebelde hoy día? ¿No está más bien camuflado en este juego en el que el padre ha sido reemplazado por su complejo edípico en una especie de "omniscencia" que anuncia la pulbicidad? y ¿reemplazado por las santas Imágenes, siempre la alegoría de un santurrón, un catecismo que enumera y recuenta los ídolos del amor?
El loco o el excomulgado tienen poco que decir en esta sociedad, que los omite, no existen, están bien reducidos en su reclusión perpetua del sistema. ¿Es así?
El milagro de la sumisión y la ficción perpetua de las máscaras y de las insignias, construyen su arte universal.
Volvemos a lo mismo de siempre, las opiniones pueden ser expresadas en una sociedad democrática, casi todo se puede decir, no nos escandalizamos por nada, ¿cuál es entonces la cuestión?
El "teatro cerrado", la doctrina del encierro, ¿no es ésa la cuestión?
Y ¿por qué no la vemos?
Lo esencial es que el loco proviene de una manipulación del poder, y es esto lo que quiero que se vea y que quede claro.
Lo esencial de la doctrina canónica debe señalarse: el discurso de la Ley recupera al loco en una red doctrinal donde se transparentan el temor social que inspira el demente.
El ser peligroso del que el glosador jurista hablará lo menos posible (escasez de tratados especializados sobre la locura), y el reflejo de asimilar a ese rebelde extraño en el juego coaccionante del derecho común, que pone orden en todo sujeto.
Para lo cual se inaugura en los canonistas una doctrina muy compleja donde se enuncian las grandes definiciones, que prenden al delirante en la red de la teoría general de las faltas.
Pero a menudo es percibida a través de las penas enviadas desde una "naturaleza" no racional, desde una revelación divina o natural para castigar al género humano por su desorden individual, por su pecado original, como por sus enfermedades y dolores.
La explicación racional de estos hechos los encontramos en una economía del poder y de la estructura del parentesco institucional en último extremo.
Hasta aquí llega mi reflexión, intentando complementarla con más pruebas e investigación, aunque todo lo que se diga de la institucion encierra una lógica tan estricta que no se puede hablar de ella siquiera.
Hablar de ella es lo que nos hace parecer locos, es lo que nos condena perpetuamente al mundo del ostracismo.
No sé si me entendéis. En fin ¿por qué no se habla de otra forma de hacer democracia o de adoptar valores cívicos?, ¿por qué nos tenemos que conformar con lo que tenemos? ¿qué está pasando, merece la pena estar ahí? ¿tenemos obligación o debemos pasar de todo?
Gracias, Firmin, por tu poema sobre el cielo estelar, y Clara Janés me ha maravillado.
Gracias Pasolosdías, es una tela de araña con sus connotaciones autofágicas. Sí, y estar fuera, no tener nombre es una forma de definirlo, para que negándose a sí mismo se limite a afirmar el sistema, es así. Lo que no tiene nombre es lo que no existe, así actúa la Administración.
Gracias Lucanor por tu interlocución suspicaz e inteligente, sí Foucault escribió un tratado sobre el tratamiento de los penitenciarios y estaba al tanto de cómo se actúa sobre ellos.
Y hasta aquí me voy a explicar, os dejo un beso para todos.
~

Excomulgado vitandus
Para ti la palabra está abolida. La institución lo muestra a todos en su “reserva”, y semejante ostentación para manifestar el silencio nos advierte que la inocencia pertenece al poder de la institución y solamente a ella.
Tú debes ser “evitado” (excomulgado vitandus),
Tú hablas del loco, categoría diferente de aquella donde yace el excomulgado pero que está relacionada con ella por el rodeo de una teoría general de la culpa y el pecado.
Pero lo principal es que la institución funciona a “teatro cerrado” por una doctrina del encierro, lee sobre el asunto la experta tesis de michel foucault.
La locura, en tanto que empuja a actos ilícitos, a menudo es percibida a través de las penas enviadas desde arriba para castigar al género humano por su pecado original (a igual que las enfermedades, el dolor, etc.). El derecho penitenciario es una de sus ramas para el establecimiento asilar y su rebaño de reclusos.
¿Puede el loco cometer una falta y ser penado por ello? Todos estos temas que fueron perfeccionados en la edad media hoy día están censurados en el reparto de la comedia del mundo moderno.
Pero tú no, tú no estás loco. Tú eres de los amables súbditos de la sonrisa.
En este implacable tratamiento tú eres el rebelde y el juego escolástico de las distinciones señala que la institución funciona a “teatro cerrado”. Nadie sale de la institución. ¿Por qué dices que en otra época tú habrías sido excomulgado? ¿Qué diferencia hay entre aquella época y ésta?
El discurso de la Ley recupera al loco en una red de doctrina donde se transparentan el temor social que inspira el demente, el ser peligroso.
~
Andrómeda









la insania mental

Una se explica fácilmente (lean sobre este asunto a M. Foucault, su experta tesis) que finalmente el loco haya sido recogido por una doctrina del encierro, de la que dará minuciosa cuenta, en los tiempos modernos un derecho administrativo especialmente concebido en una de sus ramas para el establecimiento asilar y su rebaño de reclusos; las burocracias de Estado se harán cargo de la insania mental después de haber sido rodeada de reglamentos por los derechos cultos medievales, especialmente el eclesiástico en su rúbrica de la beneficencia hospitalaria.

El punto de mi principal observación está en otra parte en el reconocimiento del estilo particular de los juristas para hablar del loco, categoría diferente de aquella donde yace el excomulgado pero que está relacionada con ella por el rodeo de una teoría general del pecado.

Analizando de esta manera la cuestión:

¿puede el loco cometer una falta y ser penado por ello?, se inaugura en los canonistas una doctrina muy compleja donde se enuncian las grandes definiciones, que prenden al delirante en la red de la teoría general de las faltas (notable distinción de la demencia y de los intervalos lúcidos, para determinar el grado de responsabilidad). También se puede señalar la línea de ls divergencias en la Escuela para definir el examen de la locura; como tal en tanto que empuja a actos ilícitos, no puede ser contada entre los pecados, pero a menudo es percibida a través de las penas enviadas desde arriba para castigar al género humano por su pecado original (a igual que las enfermedades, el dolor, etc.).

Sin embargo, lo esencial de la doctrina canónica debe señalarse: el discurso de la Ley recupera al loco en una red doctrina donde se transparentan el temor social que inspira el demente, el ser peligroso del que el glosador jurista hablará lo menos posible (escasez de tratados especializados sobre la locura), y el reflejo de asimilar a ese rebelde extraño en el juego coaccionante del derecho común, que pone orden en todo sujeto.

~


Andrómeda




































Dictamen de un ex-loco (brain damage)



Maria: Por supuesto que te recomiendo "el alma del samurai" y "el arte del liderazgo" de Thomas Cleary, pero no olvides pasar por el Hagakure ("Hojas Ocultas") de Yamamoto. En el está expresado el auténtico código de conducta del Samurai.
Suyo afectuosísimo, hasta que se acerque.
Lord Gordon Byron, antagonista

(El piensa que es Lord Gordon Byron)








El derecho penitenciario

Tú has sido recogido por una doctrina del encierro, lee sobre este asunto a M. Foucault su experta tesis,



El derecho penitenciario es una de sus ramas para el establecimiento asilar y su rebaño de reclusos;
las burocracias de estado se harán cargo de la insania mental después de haber sido rodeada de reglamentos por los derechos cultos medievales, especialmente el eclesiástico en su rúbrica de la beneficencia hospitalaria.









El poder de la inocencia
Freud mostró suficientemente la relación entre la progresión de la tolerancia y el debilitamiento de los lazos amorosos de los que se alimenta el sentimiento religioso.
El excomulgado debe ser “evitado” (excomulgado vitandus), la institución lo muestra a todos en una “reserva”, desde donde puede ver y ser visto. Pero para él la palabra está abolida. Si el texto y su comentario insisten en la prohibición de comunicar, semejante ostentación para manifestar el silencio nos advierte que la excomunión persigue en toda hipótesis un mismo fin: pronunciar que la inocencia pertenece al poder de la institución y solamente a ella.
El que excomulga interviene a la manera del confesor -también aquí el que sabe y puede perdonar-, pero públicamente interviene para significar la omnipotencia de la ley y su corolario, la sumisión de los sujetos.






El poder del perdon

lo dijo Daven 20 Febrero 2008 | 08:33 PM
Resumido en un Haiku:
No hay venganza
Si nada te ofende
Misericordia
en su variante bélica (sun tzu):
Un ejercito es invencible si es invulnerable.
en su variante ética (zen): Cualquier deseo, aversión o inclinación, ofuscan la claridad de la mente.
Así pues, el desapego juega un papel principal en la filosofía Oriental. Si vencemos a las pulsiones de la aversión y el deseo, el daño no nos ofende egóticamente -somos pues invulnerables, no hemos sido vulnerados-, por tanto el perdón es misericordia, y mano tendida para quien quiera dirigirse al amplio camino (Tao) para seguirlo él solo. No me he de apropiar del agradecimiento del perdón o su rechazo. No me pertenecen.
De nada nos apropiamos verdaderamente, puesto que todo lo perdemos.
No me gusta el perdón que pide un cuadro de amortización con interés fijo o variable.
No me gusta el perdón políticamente correcto ni la hipocresía.
Me gusta que me enseñen con la humildad de perdonarme por mis errores. Eso significa no-apropiación y no-vulneración.
No hay concilio entre pares salvo en estas claúsulas, el otro extremo es el cristiano: "Sin sangre no hay remisión". En medio, no hay nada auténtico.
Queda suyo
Lord Gordon Byron, el joven haijin
lo dijo Ange
El perdon no es suficiente cuando sirve como pretexto para actuar libremente sin remordimientos. La ofensa exige reparación.

lo dijo Daven 20 Febrero 2008 | 06:33 PM
Desde Oriente, el perdón es la misma aceptación de los hechos y del mundo. Desde la unidad del Yo y el mundo.
Puesto que te he sembrado y al recoger la rosa me heriste y ahora sangro. No pido conmiseración. Soy yo quien debía saber que de tal fruto habría de salir tal semilla.
(Esto es una perífrasis de una carta de Lord Byron)
En el código del samurai más selecto (Hagakure) el perdón es misericordia hacia el que ha hecho mal y aprendizaje para éste último. Jamás es un pensamiento egótico ni de liberación. ¿Quien no hizo mal de que se ha de liberar?. Esas son trampas mentales. Siempre en la más profunda sabiduría de Oriente hay un desapego y un camino que realizar solo, tendiendo la mano a los que quieran tomarlo por su cuenta.
Lord Gordon Byron, Hijo del Rey mono

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¿Qué quiere una mujer?
Hola, Kitti:
Es lo que con toda tranquilidad enuncia el psicoanálisis, en su teoría y en su práctica de la envidia del pene o del falo. Pero tal realidad corresponde únicamente a una época de la cultura y a un estado de la lengua.
En tal caso, la liberación de las mujeres no pasa por “convertirse en hombres” o en envidiar objetos o partes del hombre, sino por que los sujetos mujeres den un nuevo valor a la expresión de su sexo y de su género. Lo que es completamente distinto.
La liberación por la simple igualdad en la posesión de bienes o por el acceso a una subjetividad del mismo valor para los dos sexos es un malentendido que actualmente sostienen varias teorías y prácticas sociales: una de ellas es el psicoanálisis y otra, en cierta medida, el marxismo.
Sus discursos han sido elaborados por hombres y redactados en lengua alemana.
Andrómeda, nominalista y no esencialista.
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“La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina es ¿qué quiere una mujer?” Sigmund Freud
~Lord Gordon Byron, de regulis generalibus et communiter usitatis (Occham)
Y pudiera ser, tal es mi caso, que no todo feminismo se muestre reluctante a hablar de dicha “esencia”, esto es, de la feminidad.
Andrómeda

El desapego por el poder

El desapego a la vida engendra un gusto por la rigidez. Comenzamos a ver un mundo de formas rígidas, líneas precisas, contornos muertos. Cuando no se experimenta ya esa alegría que alimenta al devenir, todo se acaba en simetrías. Lo que se ha llamado el «geometrismo» en numerosos tipos de locura, no sería más que la exageración de esa predisposición a la inmovilidad que acompaña a toda depresión. El gusto por las formas revela una inclinación secreta por la muerte. Cuanto más deprimido se está, más se petrifican las cosas, a la espera de que se hielen.
La idea de Dios es la más práctica y la más peligrosa que se ha concebido jamás. A causa de ella la humanidad se salva o se pierde.
Lo «absoluto» es una presencia corruptora en la sangre.
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Andrómeda




El poder del lenguaje
lo dijo andrómeda:
Existe una doble posición: la del "relativista" para el que el lenguaje determinaría lo real y la del "absolutista" que simplemente invertiría esta relación.

No obstante, podríamos encontrar una tercera vía: aquella que ve en el lenguaje un producto histórico y natural.

El lenguaje sería un producto de la actividad humana en el mundo y, por ende, de los hechos de la naturaleza física y humana. Pero, al mismo tiempo, el lenguaje es también productor de significados y de nuevas formas humanas de actividad.

Por eso no me muestro dispuesta a refrendar que los hechos de la naturaleza determinan completamente nuestro lenguaje, mientras, por otro lado, me resisto a afirmar que los hechos de la naturaleza sean en su totalidad creaciones de nuestro lenguaje.

Mientras que el lenguaje en tanto que histórico en su consideración nos pondría a salvo de cualquier veleidad absolutista, y en tanto que natural y dado que -con él- los hombres somos lo que somos y estamos hechos como lo estamos nos permitiría escapar al relativismo.

Por tanto ello quiere decir que cabe una concepción intralíngüística y convencional del lenguaje pero al mismo tiempo no es monológica sino dialógica en su concepción de racionalidad.

Y entre quienes compartan las premisas de un código moral o de un paradigma científico pues siempre se podrá dialogar.

De lo contrario si no podemos hacerlo racionalmente lo único que nos queda es la persuasión psicológica.

Cuando decimos a alguien que algo es bueno sólo cabe que intentemos contagiar emocionalmente a nuestro interlocutor de nuestras propias actitudes o persuadirle -mediante un hábil despliegue de nuestra capacidad retórica- para que se comporte como nosotros deseamos que lo haga.

Siendo así que lo importante para que exista lenguaje, como dices Clitemnestra, es que haya que decir algo a laguien y que haya comunicación.

Como dices, Zenón, tu planteamiento va más allá de la comunicación dialógica pues intentas en último término llegar al fondo de un diálogo interno con un mismo, y en este caso creo que debemos encontrar una vía de comunicación racional y de actitudes y hechos que podemos comparar por nosotros, por nuestra historia, biografía y por nuestra naturaleza, para no caer tampoco en un relativismo extremo.

Gracias por tu inestimable aportación.

~
Andrómeda




El poder melodramático
Un error melodramático
(Ella piensa que es una hipocresía indignarse por la locura del ser humano y que es además un despilfarro de sentimiento gritar por la decencia, ella ha decidido que el sufrimiento de las personas no le afectará el sueño por las noches, ella cree ser totalmente indiferente ante sí misma o ante otros y eso ...éstas son sus condiciones para poder vivir, de lo contrario no podría funcionar.)
-Estoy muerta, no, no, no estoy muerta, es un error melodramático, yo no estoy muerta, pero vivo sin respetarme a mí misma, sé que suena tal vez ridículo y pretencioso porque casi todos los hombres y mujeres estamos obligados a vivir sin un sentido de autoestima, humillados profundamente y ahogados por los esputos, no sólo vivimos, no conocemos otra cosa, no conocemos una alternativa, y aunque la supiéramos jamás me comprometería por ella, ¿me entiendes? Puedo estar enferma de humillaciones o es una enfermedad que todos padecemos y con la cual debemos vivir.
-¿Has pensado en una cosa? Que mientras peor lo pasamos ninguna persona alega por ello, al fin todos nos quedamos callados, a pesar de ser seres vivientes con nervios, ojos y manos.
-A veces es casi insoportable. Las palabras que digo, la luz, la luz del día que llega cada mañana y me grita levántate, o el sueño que siempre es la oscuridad tan sólo que nos muestra los fantasmas de la memoria.

-Te entiendo Andreas, no necesitas justificarte.
-En esta sociedad no sabemos qué es ser un fracasado, todo el mundo siente el derecho de decidir por uno, ese breve deseo de pisotear algo viviente, eso nos llena de desprecio.
~
Andrómeda










China dilatándose
lo dijo Andrómeda 17 Febrero 2008 | 11:14 PM
China, dilatándose durante milenios en la flor de su vejez, propone el único ejemplo a seguir; sólo ella ha llegado también desde hace mucho a una sabiduría refinada, superior a la filosofía: el "taoísmo" supera todo lo que el espíritu ha concebido en el plano del desapego.
Según toda evidencia estamos en el mundo para no hacer nada.
Y es demasiado tarde para que la humanidad se emancipe de la ilusión del acto, es sobre todo demasiado tarde para que se eleve a la ilusión del ocio.
Contamos por generaciones, y hemos perdido la conciencia de lo intemporal.
No viene de más que nos lo recuerdes así.
una neófita de zen
Las civilizaciones jadeantes se agotan más rápidamente que las que se acomodan en la eternidad.

China, dilatándose durante milenios en la flor de su vejez, propone el único ejemplo a seguir; sólo ella ha llegado también desde hace mucho a una sabiduría refinada, superior a la filosofía: el taoísmo supera todo lo que el espíritu ha concebido en el plano del desapego. Contamos por generaciones: es la maldición de las civilizaciones apenas seculares el haber perdido, en su cadencia precipitada, la conciencia intemporal.
Según toda evidencia estamos en el mundo para no hacer nada; pero, en lugar de arrastrar perezosamente nuestra podredumbre, exhalamos sudor y echamos los bofes en el aire fétido. La Historia entera está en estado de putrefacción; sus relentes se desplazan hacia el futuro: hacia allí corremos, aunque no sea sino por la fiebre inherente a toda descomposición.
Es demasiado tarde para que la humanidad se emancipe de la ilusión del acto, es sobre todo demasiado tarde para que se eleve a la santidad del ocio.)
~
Andrómeda

La verdad/falsedad, el irracionalismo ético
El eje en torno al cual se desenvuelve dicha orientación no es otro que la función del lenguaje en tanto que medio de comunicación, donde al hablar de la función comunicativa del lenguaje y darle prioridad sobre cualquier otra se entiende que cualquier uso del lenguaje consiste básicamente en “decir algo a alguien” y en tal sentido entraña un acto de comunicación.
Y hay que señalar que es esa transición de la sintaxis a la pragmática pasando por la semántica en la concepción analítica del lenguaje la que indica el camino de despegue de la propia filosofía analítica respecto del positivismo.
La verdad o falsedad de un enunciado únicamente puede decidirse al compararlo con la realidad. Y esa comparación entre lenguaje y mundo -caracterizable a su vez como la totalidad de los hechos posibles- la podemos llevar a cabo porque entre ambos se da un riguroso isomorfismo, es decir, porque uno y otro coinciden entre sí estructuralmente. El lenguaje por excelencia parece ser en un tal caso el lenguaje científico.
De donde se deduce que puede hablarse de “verdad” en la medida en que hay una correspondencia entre el mundo y su representación lingüística, entre la realidad y el lenguaje.
Pero, ¿y si no hubiera nada a que poder llamar el lenguaje y en su lugar tuviéramos multitud de lenguajes diferentes, cada uno de los cuales impusiera visiones asimismo diferentes de eso que antes llamábamos la realidad?
la sugerencia de que lo esencial para que haya lenguaje es que la actividad en que consiste pueda ser compartida por los miembros de una comunidad, la comunidad de quienes lo hablan y alcanzan a comunicarse mediante él.
Wittgenstein no era ciertamente un irracionalista ético. Más bien habría hecho suya la confesión de Kant según la cual se veía obligado a poner límites a la racionalidad científica para así hacer un hueco a cosas más importantes que la ciencia.
~
Andrómeda








La mujer maltratada
Estimado amigo:

Como neófito de "feministo" y desde una cortés distancia hacia tu representación del otro género, y siendo lo importante que somos personas e individuos humanos en igual dignidad pues veo con simpatía que quieras entender algo más de una causa, que como decía el otro día no tiene otra causa que la razón.

El caso particular tristemente que me describes es muy común en las mujeres que son maltratadas porque se crea una dependencia adictiva o emocional con la víctima, se introyecta la humillación en el sujeto y nos creemos que pertenecemos a la otra persona.

Aprender por tanto a ser libres sería algo que deberíamos aprender todos y no tenemos que herir a nadie, pero es algo que se aprende con el tiempo y lamentablemente esto no se enseña en las universidades.

El hecho de que te sientas interesado por una forma de lucha por las mujeres no lo veo con desagrado sino con agradecimiento, hoy día queda mucho que aprender sobre todo desde el código afectivo de las relaciones entre hombres y mujeres.

En los jóvenes hay una edad entre los 20 y los 30 en que son muy fuertes pero a partir de ahí tanto en el hombre como en la mujer empezamos a caer en errores si antes no hemos sabido hacer las cosas bien, es muy importante en esa etapa de fortaleza luchar por sentirnos independientes y sacar nuestros mejores ideales, para después no tener que arrepentirnos.

Un cordial saludo!
~
Andrómeda







La envidia
Si se me preguntase cuál es el ser a quien más envidio, respondería sin vacilar: aquél que, descansando entre las palabras, vive en ellas ingenuamente, por consentimiento reflejo, sin cuestionarlas ni asimilarlas a signos, como si correspondiesen a la realidad misma o fuesen lo absoluto disperso en lo cotidiano.
No tendría, como contrapartida, ningún motivo de envidiar a quien las penetra con clarividencia, discerniendo su fondo, su nada.
Para él, ya no hay relaciones espontáneas con lo real; aislado de sus útiles, acorralado a una autonomía peligrosa, alcanza un sí mismo que le espanta. Las palabras le huyen: como no puede alcanzarlas, las persigue con un odio nostálgico y nunca las profiere sin una risotada o un suspiro. Si bien no comulga ya con ellas, no puede, sin embargo, pasarse sin ellas y es precisamente en el momento en que está más alejado cuando se agarra más a ellas.
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Andrómeda




Los balbuceos del poder
Entre esos balbuceos de los que Wittgenstein llegó a decir que era la ética (pues su silencio acerca de la ética habría constituido la mejor expresión de lo que muchos intentaron articular y a lo sumo sólo lograron balbucir, pues considera que la parte "no escrita" de su Tractatus era la importante, pues versaba sobre ética) y entre ellos Apel incluye los de tradiciones de pensamiento tan aparentemente alejadas de la que venimos considerando como el existencialismo, de Kierkegaard a Jaspers, de la misma manera que compara el decisionismo analítico con la ética sartriana de la situación, llegando incluso a hablar de “una complementariedad entre objetivismo ciencista y subjetivismo ético” -o, como alguna vez también se ha dicho, entre (neo)positivismo y (neo)romanticismo- en la que cabría ver una carácterística fundamental del pensamiento contemporáneo.
~
Andrómeda






una ética universal
Una ética universal como la que Apel, el filósofo alemán, nos propone -esto es, intersubjetivamente válida- de la responsabilidad colectiva parece hoy tan necesaria como imposible.
Lo que equivale a decir que de acuerdo con una bien conocida caracterización de la tragedia como punto de confluencia de la "necesidad" y de la "imposibilidad", la mentada situación paradójica es lisa y llanamente una situación trágica.








Una teoría del feminismo
Hemos de suponer que esa igualdad en cuanto a la subjetividad quiere decir: iguales en valores pero diferentes en notas y cualidades subjetivas. Iguales en derechos pero diferentes en notas y cualidades de contenido sustancial de esos mismos derechos, lo que permitiría tener en cuenta los contextos subjetivos de ambos de acuerdo con sus circunstancias personales, pero no en cuanto a valores subjetivos. Se trataría a mi modo de ver de una ontología "axiológica" entre el hombre y la mujer, que no negase un estatuto igual, pero también habría que diferenciar y categorizar contextuándo la diferencia para que ésta no sea negada de su valor y de su existencia.
Las mujeres corremos el peligro de que si perdemos ahora todo lo que ha sido nuestra identidad cultural pasada resultará que perdemos también toda posición en el mundo. Las mujeres no tenemos derecho o no tenemos los mismos derechos pero al menos éramos un "positum", una realidad definida por su presencia. El miedo está en que si ahora no se nos categoriza por nuestro peso importante en la cultura seamos menos que antes.
Esto mismo ocurre también en un proceso de interculturalidad de la ciudadanía. En que la diferencia y la identidad cultural tiene que estar contextuada en un cierto estatuto cultural y subjetivo para tener una subjetividad propia y definida.
De lo contrario se produciría una anomia de ley y un lugar oscuro fuera de la cultura.

Entiendo que en este sentido la mujer tendría que ser elevada a la "ontología" del "sujeto", igual que el hombre.
~





Su imaginería escatológica.
“la utopía de la comunicación plena” que no es escatológica ni cuasi-escatológica sino una aspiración perpetuamente insatisfecha aún si por eso mismo perseverantemente reasumida por la intención utópica, entrañaría un problemático e incierto a posteriori.
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Andrómeda















El poder de alienación

A Ifigenia:

Una suma con toda posibilidad inacabable resumiendo en optimismo o pesimismo el saldo de la historia.

Y ni siquiera es casual que el horizonte sólo nos parezca alcanzable cuando estamos parados.

Pero si la noche y la niebla de la disutopía han hecho desaparecer de nuestro campo de visión todo horizonte, más de una razón, tal vez las únicas razones, para no estarnos quietos provengan de la utopía ética, de la crítica de la utopía o disutopía.

A Zarza, Otredad, Firmin, no quiero parecer demoledora, tan sólo quería recordar estas obras del pensamiento humano que hablan sobre la relevancia del poder y que me parecen reales y necesarias de tenerlas presentes. Y más ahora cuando parece que vivimos en un apogeo, en un crescendo de posibilidades. Los momentos de apogeo y de decadencia se suceden vertiginosamente, aunque en nuestras sociedades complejas cuesta definirlos claramente.

A Daven: Es cierto que he mezclado el "estructuralismo" haciendo una especie de conexión entre la sociología y la antropología. Por otra parte también nos encontramos con el "constructivismo" de Robert Merton para explicar los sistemas modernos de burocratización de las sociedades.

Tal vez no corresponda atacar -y no creo que lo ataque- al estructuralismo de Levi, de quien he leido esa obra última que señalas hace ya un tiempo, pues lo que hace es en cierto modo dejar descubiertas ciertas formas de estructuras de la sociedad que en sí se manifiestan por una fuerza colectiva, por genealogía familiar e institucional, pero no me desdigo de lo que he dicho referente a que el estructuralismo deja fuera al sujeto. Mas bien éste siempre responde a una necesidad cultural. Se trata de ver en él una modalidad de funcionalidad no crítica sino meramente descriptiva de la realidad social y a este carácter sirve con fines metodológicos.

Que el estructuralismo sea el producto irreflexivo de un proceso histórico no es hacer demagogia, créame, sino hacer un flaco favor al estructuralismo al ver en él una herramienta del designio al que le llevó una sociedad determinada, desde esta funcionalidad tanto el estructuralismo como el constructivismo, para mí, constituyen herramientas de análisis y comprension de la sociedad. Pero que como filosofias no son suficientes en ellas mismas.

Creo que Minerva está muy contenta de que yo esté en su bosque, de lo contrario, créame, no estaría ahora en él, pues no es que yo la haya elegido precisamente sino que he venido a ella cuando menos me lo esperaba.

Lo que compromete nuestra libertad individual, por descontado, no garantiza que no continúe habiendo alienación, como tampoco garantiza que no continúe habiendo causalidad social y sigue siendo apremiante, y lo es incluso más que nunca, en la tecnología social de nuestros días, so pena de que ésta se reduzca lisa y llanamente a “ingeniería social”.

Atentamente, y me despido de todos mis contertulios, un abrazo!


Sabiduría de humoradas

Todos se esfuerzan por remediar la vida de todos: aspiran a ello hasta los mendigos, incluso los incurables; las aceras del mundo y los hospitales rebosan de reformadores. El ansia de llegar a ser fuente de sucesos actúa sobre cada uno como un desorden mental o una maldición elegida. La sociedad es un infierno de salvadores. Lo que buscaba Diógenes con su linterna era un indiferente...

Me siento más seguro junto a un Pirrón que junto a un San Pablo, por la razón de que una sabiduría de humoradas es más dulce que una santidad desenfrenada. En un espíritu ardiente encontramos la bestia de presa disfrazada; no podríamos defendernos demasiado de las garras de un profeta... En cuanto eleve la voz, sea en nombre del cielo, de la ciudad o de otros pretextos, alejaos de él: sátiro de vuestra soledad, no os perdona el vivir más acá de sus verdades y sus arrebatos; quiere haceros compartir su histeria, su bien, imponérosla y desfiguraros. Un ser poseído por una creencia y que no buscase comunicársela a otros es un fenómeno extraño a la tierra, donde la obsesión de la salvación vuelve la vida irrespirable. Mirad en torno a vosotros: Por todas partes larvas que predican; cada institución traduce una misión; los ayuntamientos tienen su absoluto como los templos; la administración, con sus reglamentos -metafísica para uso de monos-.






La pasión por un dogma
¿Qué es la Caída sino la búsqueda de una verdad y la certeza de haberla encontrado, la pasión por un dogma, el establecimiento de un dogma? De ello resulta el fanatismo ‑tara capital que da al hombre el gusto por la eficacia, por la profecía y el terror‑, lepra lírica que contamina las almas, las somete, las tritura o las exalta... No escapan más que los escépticos (o los perezosos y los estetas), porque no proponen nada, porque ‑verdaderos bienhechores de la humanidad‑ destruyen los prejuicios y analizan el delirio.

















El espíritu dubitativo

En cuanto nos rehusamos a admitir el carácter intercambiable de las ideas, la sangre corre... Bajo las resoluciones firmes se yergue un puñal; lo ojos llameantes presagian el crimen. Jamás el espíritu dubitativo, aquejado del hamletismo, fue pernicioso: el principio del mal reside en la tensión de la voluntad, en la ineptitud para el quietismo, en la megalomanía prometeica de una raza que revienta de ideal, que estalla bajo sus convicciones y la cual, por haberse complacido en despreciar la duda y la pereza ‑vicios más nobles que todas sus virtudes‑, se ha internado en una vía de perdición, en la historia, en esa mezcla indecente de banalidad y apocalipsis... Las certezas abundan en ella: suprimidlas y suprimiréis sobre todo sus consecuencias: reconstituiréis el paraíso.














Intolerancia
No hay intolerancia, intransigencia ideológica o proselitismo que no revelen el fondo bestial del entusiasmo. Que pierda el hombre su facultad de indiferencia: se convierte en asesino virtual; que transforme su idea en dios: las consecuencias son incalculables. No se mata más que en nombre de un dios o de sus sucedáneos: los excesos suscitados por la diosa Razón, por la idea de nación, de clase o de raza son parientes de los de la Inquisición o la reforma.
















La piedad o la risotada
Abocados a formas degradadas de sabiduría, enfermos de duración (dureé), en lucha con esa tara que nos repele tanto como nos seduce, en lucha con el tiempo, estamos constituidos de elementos todos los cuales concurren en hacer de nosotros rebeldes divididos entre una mística llamada que no tiene ningún lazo con la historia y un sueño sanguinario que es su símbolo y su nimbo.
Si tuviéramos un mundo nuestro, ¡poco importaría que fuese el de la piedad o el de la risotada! nunca lo tendremos, ya que nuestra posición en la existencia se sitúa en el cruce de nuestras súplicas y de nuestros sarcasmos, zona de impureza en la que se mezclan suspiros y provocaciones.















Autocompasión
Más allá de la autocompasión

No toméis por un vencido a quien se enternece sobre sí mismo: todavía posee bastante energía para defenderse de los peligros que le amenazan. ¡Que se queje, entonces! Es su manera de enmascarar su vitalidad. Se afirma como puede: sus lágrimas encubren a menudo un propósito agresivo.
No toméis tampoco su lirismo o su cinismo por signos de debilidad; lirismo y cinismo emanan de una fuerza latente, de una capacidad de expansión o de rechazo. Según las circunstancias, usa una u otra: está bien armado.
Por lo demás, no ignora los consuelos de una existencia sin horizonte, apaciguada, imbuida de sus callejones sin salida, muy orgullosa de culminar en una derrota. Dejadle, pues, a su capricho. Como contrapartida, inclinaos sobre quien ya no puede apiadarse de sí mismo, sobre quien rechaza sus miserias las relega fuera de su naturaleza y fuera de su voz.

Habiendo renunciado a los recursos del lamento y del sarcasmo, deja de comunicarse con su vida que erige en objeto. Incluso sus dolores ocurren al margen de su yo, y si los recensiona es para desplazarlos, para hacer de ellos cosas y abandonarlos a la materia.
Nadie, ni él mismo, sabe a qué reacciona todavía.
Despistados, los sabios se apartan de él; pero quizá despertaría la piedad o la envidia de los locos, si éstos pudieran advertir que él, sin perder la razón, ha ido más lejos que ellos.
La dulzura del abismo




indiferencia

indiferencia
«Que el hombre no ame nada y será invulnerable». («Chuang‑tzé»). Máxima profunda como inoperante. ¿Cómo alcanzar el apogeo de la indiferencia, cuando nuestra misma apatía es tensión, conflicto, agresividad? No hay ningún sabio entre nuestros antecesores, sino insatisfechos, veleidosos, frenéticos, cuyas decepciones y desbordamientos nos será preciso prolongar.
¡Si al menos pudiera contemplar con indiferencia la delicadeza, los prestigios de sus llagas!

Como un juego, he aspirado a hundirme con ella y he sido atrapado por el juego.

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La indiferencia o apatía es ya un estado de tensión, conflicto o agresividad.
Es por tanto inoperante creer que somos invulnerables por ella.
Algunos sabios sólo han sido unos insatisfechos, unos frenéticos.
Si al menos pudiérmos contemplar con indiferencia la delicadeza.
~
Y mientras nos requiere un mundo anterior a las vigilias, envidiamos la indiferencia, la apoplejía perfecta del mineral, indemne por las tribulaciones que acechan a los vivientes, todos ellos condenados al alma. Segura de sí misma, la piedra no reivindica nada, mientras que el árbol, imploración muda y el animal, llamada desgarradora, se atormentarán sin llegar a la palabra.

Eras de silencio y de grito esperan en vano que las liberemos, que las sirvamos de intérpretes; desertores del verbo, no aspiramos más que al reino de lo indiferenciado, a la oscuridad y a la embriaguez de antes del desencadenamiento de la luz, al éxtasis ininterrumpido en el seno de la opacidad originaria de la que, de tarde en tarde, nos ha sido encontrar las huellas en lo más intimo de nosotros mismos o en la periferia de Dios.
~
















el marketing

lo dijo Daven 14 Febrero 2008 | 12:37 AM
Estimado opositor a funcionario:
Sobre el punto del Marketing, punto y final. Lo detesto éticamente, me gusta vender mis productos/servicios honestamente, empresarialmente hay que contemplarlo como parte de la cadena de valor (Porter?). Mi aproximación pragmática, la suya recuerdos de un curso académico. No es mi tema favorito, desde luego, comparado con la pura estrategia empresarial (INDITEX).
Yo no he expresado admiración por la medianía. Usted segmenta el objeto del arte, yo no. El papel del artista es crucial, es el motor de comunicación entre su intención y el receptor. En medio hay una completa manipulación en manos del artista-demiurgo. Por lo que, en términos de comunicación, es la intención y la expresividad más importante que el objeto del arte. De forma Spinozista es tan admirable la observación de como una araña devora a una mosca enredada en su red como el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel. Pero no habla de arte/comunicación, habla de los hechos del mundo. Así pues doy el paso de no ofuscarme con su "lapsus linguae" acerca de la deidad. La deidad espinozista no hace regalos. No tiene personalidad antropocétrica. Es un Dios que contiene todo las posibilidades en el mundo, las que percibimos y las que no. Así que deje su escudo de falacias a un lado, hoplita. Su rey está desnudo.
No se cometen falacias, pero se pueden sembrar en el otro lado. Es pura retórica. Usted al adelantarse ha cometido todos los atropellos. Saludos, hoplita.
¿Que es usted un roble sin sistema nervioso no es suficientemente explícito? No voy a rebajarme a los términos que utilizan sus amigos de por aquí. Me debo a la elegancia, incluso en el vituperio.
Si usted me recomienda que deje a Leonardo, a Dürer, al Bosco, o a Picasso, y vuelva a Grecia, yo le espero allí (Childe Harold). En el mismísimo monte del Párnaso. No hay nada en Grecia que me conmueva más que el discurso fúnebre de Pericles (Hª de la Guerras del Peloponeso, Tucídides). Cuando haya llegado allí, avíseme. Por cierto, poner el canon en Grecia es estancar la creatividad y anegar cualquier progreso en la expresividad (Como hace su vecino ahora mismo con Dumchamp), pero que le vamos a hacer. Tengo claro que Juanjo es un paleto y no tiene ni dos golpes dialécticos. Saludos al gran Fidias y que sus relaciones entre proporciones fueron finalmente fijadas por Leonardo a nivel consciente. Antes era pura intuición. A partir de Leonardo ciencia, y se enseña en las escuelas de arte y en fisiología (Secuencia aúrea, números de fibonacci). Aún así hay arte fuera de ese canon, y los enanos de Velázquez son ejemplo hermoso.
Nadie le ha dejado en albacea con mi chistera, así que no se confunda. No vaya a ser que de pura rabia haya pisado la suya.
Queda aquí un poeta y un amigo socialista
Lord Gordon Byron





Utopía y disutopía

Ya no más aventuras colectivas, no más ciudadanos, sino individuos lívidos y desengañados, capaces todavía de responder a una utopía, a condición, sin embargo, de que venga de fuera, y de que no deba tomarse la molestia de concebirla. Si antaño morían por el sinsentido de la gloria, ahora se abandonan a un frenesí reivindicador; la «felicidad» les tienta.

Apostar a la desaparición de los instintos guerreros, creer en la generalización de la decrepitud o del idilio, el ver lejos, demasiado lejos: la utopía es presbicia de los pueblos viejos.

Los pueblos jóvenes, a los que repugna buscarse la escapatoria de una ilusión, ven las cosas bajo el prisma de la acción: su perspectiva es proporcionada a sus empresas.

Sacrifican la comodidad a la aventura, la dicha a la eficacia, y no admiten la legitimidad de ideas contradictorias, la coexistencia dc posiciones antinómicas:

¿qué otra cosa quieren sino disminuir nuestras inquietudes por medio de... el terror y revigorizarnos triturándonos?

Todos sus éxitos les vienen de su salvajismo, pues lo que cuenta en ellos no son sus sueños, sino sus impulsos.

¿Que se inclinan a una ideología? Aviva su furor, hace valer su trasfondo bárbaro y les mantiene despiertos. Cuando los pueblos viejos adoptan una, les embota, mientras les dispensa esa pizca de fiebre que les permite creerse vivos de algún modo: ligero empujón de lo ilusorio...

lo dijo Ifigenia:

Apostar a la desaparición de los instintos guerreros, creer en la generalización, el ver lejos, demasiado lejos: la utopía es presbicia de los pueblos viejos.

Los pueblos jóvenes no buscan la escapatoria de una ilusión, ven las cosas bajo el prisma de la acción.


¿Qué otra cosa quieren las estructuras societarias viejas sino disminuir nuestras inquietudes por medio del terror y revigorizarnos triturándonos?

Mientras en los jóvenes aviva su furor, hace valer su trasfondo bárbaro y les mantiene despiertos.

Cuando los pueblos viejos adoptan una ideología se les embota, mientras les dispensa esa pizca de fiebre que les permite ese ligero empujón de lo ilusorio...

saludos.

~

No hay utopía que no les ciegue y que no excite su fanatismo. No contentos con haber preconizado la idea de progreso, se han apoderado de ella con un fervor sensual y casi impúdico. ¿Contaban, cuando la aceptaron sin reservas, con aprovechar la salvación que promete a la humanidad en general, beneficiándose de una gracia, de una apoteosis universal?

~
¿Utopía, divagación o barbarie? No lo sé. Pero no puedo impedirme pensar.

~

Y ni siquiera es casual que el horizonte sólo nos parezca alcanzable cuando estamos parados. Lejos de inducirnos al quietismo, la ética como utopía -la utopía ética- nos podría, en cambio, seguir dando -incluso si la noche y la niebla de la disutopía han hecho desaparecer de nuestro campo de visión todo horizonte- más de una razón, tal vez las únicas razones, para no estarnos quietos.

~

Andrómeda




































insurrección contra el tiempo

Lo dijo andromeda a zarza:

¿De qué sirve sublevarse contra lo que el tiempo se sublevará seguro y lo demolerá?

Se subleva uno contra la justicia y contra la injusticia, lo que nos queda tal vez es ese ánimo de perduración a través del tiempo y que implica una superación por una trascendencia que tiene que ver con nuestra realidad física.

Volvemos a nuestras ansias, a nosotros mismos como un grito de insurrección contra el tiempo.





























Argumentos de validez

lo dijo andrómeda a daven:

En el sentido que hablas de lógica lingüística, tal como lo hace Wittgenstein, creo que esa distinción es la misma que cabe efectúar entre argumentos de poder y argumentos de validez.

Los argumentos de validez son los que responden a las mismas reglas lingüísticas, y asegurar las condiciones de la validez de estas reglas significa que estamos dentro de un proceso argumentativo, y que ello también implica un elemento de incondicionalidad. Veracidad de la pretensión, verdad del contenido asertivo, validez de la norma, corrección del proceso, inteligibilidad de los comunicantes.

Tal elemento argumentativo es más importante a veces que el contenido descriptivo de la realidad en cuanto tal, porque lo que importa parece ser es la capacidad de entendernos y todo lo que podemos expresar con el lenguaje.

No obstante está también la distinción entre un consenso fáctico o “convención” y un “consenso racional” o contrafáctico.

Es decir, las reglas lingüisticas no sólo nos permiten expresarnos sino que también nos permitirían "criticar" las propias reglas del lenguaje, y abordar una crítica racional de las instituciones existentes dentro de dicha comunidad y dicho contexto.

Y esto es lo verdaderamente relevante de este aspecto lingüístico, su aspecto institucional.

Otra cosa es la realidad fáctica, y las cuestiones sobre el poder, pero sobre esto mejor hablamos en otra ocasión.

Quede suya, Andrómeda.
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El proyecto de la razón

lo dijo andrómeda:

Queridos amigos:

intentaré constestar por pasos.

A Clitemnestra, Pasolosdías, Aura etéra, y Luis Alfonso, que preferís o elegís cierto aspecto irracional, al parecer, pero que a mi modo de ver no lo sería tanto, dependiendo de una crítica racional.

A Daven que prefiere mantenerse del lado de la conciencia, y asumir como parte de esa motivación, la de las "estructuras" condicionantes, vamos a decirlo así.

Hablas de la Ilustración versus romanticismo, mientras que Luis alfonso apunta más a un lado espiritual -llámese religioso o no del budismo-, para mí o se asume toda la realidad o bien estamos en una realidad a forfait.

Todas estas corrientes en sí no están libres de contradicciones.

Yo no creo que el proyecto de la razón de la Ilustración se frustrara por culpa del Romanticismo, es más la Ilustración sin la "herencia romántica" ya le dije sería un mero o vulgar positivismo.

El peligro de frustración de este proyecto vino sobre todo con la postmodernidad y con los postmodernos, Lyotard, Rorty, llámense, que fueron los que criticaron más directamente el papel de la razón.

El Romanticismo más bien viene de la añoranza de la religión precisamente que fue destruida por la razón ilustrada, aún así no la ataca directamente sino que viene a llenar una oquedad que deja.

La añoranza de la religión que indujo un día a hablar de una ilustración insatisfecha no podría ser acallada, en cualquier caso, por la satisfecha autocomplacencia de una sociedad desilustrada.

Por lo que podemos también preguntarnos: si la capacidad de integración social de la tradición religiosa, que la Ilustración sacudió e hizo estremecer, no podría encontrar alguna equivalencia en el poder de unificar y generar consenso de la razón.

La autoconciencia de la modernidad discurre vertebrada en torno a figuras que se han mostrado preocupada por el mundo que perdimos.

Creo que debemos asumir el proyecto de la modernidad, estimado señor Daven, como habla Habermas, como una "proyecto -todavía- inconcluso". Y no como hablan sus oponentes que se trata de un proyecto que no hay que completar sino que hay que revisarlo. Mas una revisión de tal proyecto sería al margen de la razón.

Pero Habermas se enfrenta a los que en vez de reemplazar una "razón excluyente" por una "razón comprehensiva" tratan de oponerla a lo "otro de la razón".

Y aquí también quiero contestar al resto de los comentarios, a Otredad, y Atenea.

"Lo otro de la razón" vendría a ser la naturaleza, el cuerpo humano, la fantasía, el deseo, los sentimientos o, mejor dicho, “todo eso en tanto en cuanto la razón carece del poder de anexionárselo”.

Pero Habermas -para quien en sus diversas configuraciones a lo largo de la historia la razón puede y debe ser criticada desde la perspectiva de lo otro que ella misma- apunta que semejante crítica no dejaría, en última instancia, de ser una crítica racional.

Por tanto, llevemos la razón hasta sus extremos de la crítica y no acabemos con el proyecto de la Ilustración tampoco.

Realmente el comentario del señor Daven es el que tiene más enjundia y no por conceptualismos sino porque volvemos a la historia de las ideas y de la razón y porque me toca usted otra vez al señor Platón.

La razón que otro tiempo igualaba a los hombres -si no de hecho, al menos sí en principio- comenzó a dividirlos, sacudida por toda clase de inclinaciones e intereses.

Calicles pudo aducir, así, que la moral no es otra cosa que un invento de los débiles para contrarrestar la hegemonía de los poderosos.

No es de extrañar que en medio de esta descorazonadora situación, el mensaje de Platón se alzase en lontananza como un augurio de restauración de la razón, una y la misma para todos y garante de unos valores en los cuales cupiese confíar aun cuando acaso no cupiese alcanzarlos.

¿Por qué no habla de Hegel o de Nietzsche o de horkheimer o de Marx entre los filósofos ideólogos de una razón como representación de voluntad de poder, y de un sistema igualitario? No creo que toda la culpa la tenga Platón.

Y comprendo también sus razones como yo no abrazaría tampoco la necesidad del platonismo, mas no pude plenamente porque, en última instancia, el error, la fealdad y el mismo mal siempre me parecieron menos inhumanos que las ideas de verdad, belleza o bien.

El proyecto de la razón más ambicioso que el hombre haya soñado nunca acometer es, como sabes, el de la instauración de una sociedad sin clases.

Y sólo en una sociedad así tendría sentido hablar de esa razón patrimonio de todos.

En cuanto a las religiones, y me dirijo a Luis Alfonso, quisiera añadir que para identificarse con una doctrina venida de lejos, habría que adoptarla sin restricciones: ¿Cómo se compagina consentir en las verdades del budismo y rechazar la trasmigración, base misma de la idea de renunciamiento? ¿Y suscribir a los Vedas, aceptar la concepción de la irrealidad de las cosas y comportarse como si existieran? Inconsecuencia inevitable para todo espíritu educado en el culto de los fenómenos.

La sonrisa de Buda, esa sonrisa que flota sobre el mundo, no ilumina nuestros rostros. A lo máximo concebimos la dicha, y las religiones de la revelación se recrean demasiado en el dolor como para poder adoptarlas de buen grado, como retoños de una tradición masoquista.

Por último he de añadir que la pretensión de universalidad no implica una sociedad de comunicación como un totalitarismo igualitario, en cuanto esta no está consumada en sí misma, sino que siempre debe estar abierta al diálogo.

Y que la oportunidad del disenso mas que del consenso es lo que mide la verdadera progresividad de una democracia.

Hay otros temas que quedan pululando, el problema lingüístico y decir algo sobre Pavlov, todavía, intentaré contestarlo en otro comentario.

Mientras tanto quedáis con mi mayor estima. Un abrazo.

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Andrómeda






















Argumentación y proceso argumentativo

sobre el lenguaje y la argumentación:

Desde la perspectiva del participante en un proceso argumentativo, las condiciones que hacen posible la acción orientada al logro de un entendimiento (understanding, Verständigung) incorporan un elemento de incondicionalidad...

En su creencia de poder reemplazar la concepción implícitamente normativa de los argumentos válidos por el concepto descriptivo de argumentos tenidos por tales aquí y ahora, Rorty, incurre en una falacia objetivista, dirá Habermas.

Lo que Rorty fustiga no es tan sólo el prurito producido por la preocupación acerca de cómo rellenar la oquedad abierta en la cultura occidental tras la volitización de la religión, sino el producido por la aparente necesidad de distinguir entre consenso fáctico o “convención” y “consenso racional” o contrafáctico; o si lo preferimos decir en otros términos, entre cuestiones de poder y cuestiones de validez.

Que era la distinción que se ventilaba en la polémica de Habermas con los postmodernos.

Pues efectivamente Habermas advierte que si no hay posibilidad de distinguir entre argumentos que sean válidos y argumentos que simplemente son “aceptados por una comunidad” en tal o cual contexto sociohistórico, tampoco la habrá de abordar una crítica racional de las instituciones existentes dentro de dicha comunidad y dicho contexto.

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Andrómeda



budismo

budismo

no se trata de un budismo mal entendido sino de una sabiduría para la existencia.

Para identificarse con una doctrina venida de lejos, habría que adoptarla sin restricciones: ¿Cómo se compagina consentir en las verdades del budismo y rechazar la trasmigración, base misma de la idea de renunciamiento? ¿Y suscribir a los Vedas, aceptar la concepción de la irrealidad de las cosas y comportarse como si existieran? Inconsecuencia inevitable para todo espíritu educado en el culto de los fenómenos.

Hemos elegido desaparecer por nuestras obras, no por nuestros silencios: nuestro futuro se lee en la risotada de nuestros rostros, en nuestros rasgos de profetas mortecinos y afanosos. La sonrisa de Buda, esa sonrisa que flota sobre el mundo, no ilumina nuestros rostros. A lo máximo, concebimos la dicha; nunca la felicidad, privilegio de las civilizaciones fundadas sobre la idea de salvación, sobre la negativa a saborear sus males, a deleitarse en ellos; pero, sibaritas del dolor, retoños de una tradición masoquista.

¿Quién nos columpiará entre el Sermón de Benarés y el Heautontimoroumenos? «Soy la herida y el puñal»1: tal es nuestro absoluto, nuestra eternidad.

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Andrómeda











Platon

Tal vez esta comprensión peculiar de la maldad y degradación inherentes a toda situación injusta, que perjudica por igual a todas las partes implicadas, sea un hallazgo singular de Mill -influido sin duda por Platón- que pone al descubierto la fuerza moral de las reformas sociales pendientes, en función de los beneficios que de ellas se derivan no sólo para los peor situados.

La razón que otro tiempo igualaba a los hombres -si no de hecho, al menos sí en principio- comenzó a dividirlos, sacudida por toda clase de inclinaciones e intereses.

Calicles pudo aducir, así, que la moral no es otra cosa que un invento de los débiles para contrarrestar la hegemonía de los poderosos. O Trasímaco sostener que la justicia se reduce al provecho del más fuerte. Y hasta el adivino Eutrifón llegó a afirmar que lo piadoso no es aprobado por los dioses por ser tal sino que únicamente es tal por merecer su aprobación.

No es de extrañar que en medio de esta descorazonadora situación, el mensaje de Platón se alzase en lontananza como un augurio de restauración de la razón, una y la misma para todos y garante de unos valores en los cuales cupiese confíar aun cuando acaso no cupiese alcanzarlos.

No sé si el resto de la historia de la razón es como antes se ha contado. Pero, en cualquier caso, yo pertenezco a su prehistoria.

Comprendía con Sócrates la necesidad del platonismo, mas no pude abrazarlo plenamente porque, en última instancia, el error, la fealdad y el mismo mal siempre me parecieron menos inhumanos que las ideas de verdad, belleza o bien.

Aquel proyecto no remite a los cielos platónicos poblados de abstracciones, sino a una muy concreta coyuntura histórica que no había madurado todavía en los tiempos de Sócrates.

El proyecto de la razón más ambicioso que el hombre haya soñado nunca acometer es, como sabes, el de la instauración de una sociedad sin clases.

Y sólo en una sociedad así tendría sentido hablar de esa razón patrimonio de todos con que a su vez soñara Sócrates un día, sin por ello desnaturalizarla de la tierra nutricia en la que ha de arraigar todo proyecto que no quiera dejar de ser humano

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Andrómeda




























pretensión de universalidad

pretension de univesalidad

La pretensión de universalidad que contienen en ellos estos sistemas no es criticable, sino cuanto se decida que ésta está consumada y al estarlo así ya no permite más la reflexión crítica y por tanto no permite una vía a la misma pretensión de universalidad que se terminaría ahogando. Y esto ocurre con todas las morales que son dogmáticas o que existen dentro de aquellas sociedades en que se imponen como elemento de dominación.

Concebir, por tanto, una pretensión de universalidad -que es el tema que nos trae y he expuesto- conlleva estar abierto siempre al diálogo.



























La razón y el proyecto de la Ilustración

Donde Habermas asumía el proyecto de la modernidad como un “proyecto inconcluso”, sus oponentes sostendrán que “no se trata ya de completar el proyecto de los modernos, sino lo que hay que hacer es revisarlo”.

¿Mas en qué podrá consistir una revisión de tal proyecto al margen de la razón -se pregunta Habermas imperturbable- cuando hasta los mismos que la pregonan añaden a continuación que “la Ilustración no ha quedado incompleta, sino insuficientemente esclarecida”, esto es, insuficientemente ilustrada?

En definitva, la idea de una “ilustración de la Ilustración” es tan vieja como la propia modernidad, remata Habermas, y el “propósito de revisar la Ilustración sirviéndose para ello de los medios de la Ilustración, es el que ha inspirado su autocrítica desde la primera hora”.

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Pero la Ilustración con esto escribe otro capítulo, el del mejor Romanticismo, que de algún modo la prosigue a la par que la complementa. Algo que ha visto Cassirer y Georges Gudsdorf, en La pensée au siècle des Lumières. Si a la Ilustración le restásemos esa "herencia romántica" todo lo que nos restaría de ella sería vulgar positivismo.



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Renunciando a cualquier garantía de privilegios -como los que en otros tiempos aseguraban al filósofo el oficio de “juez” de los saberes, o cuando menos el de “acomodador” en la sala de audiencias- y resuelto a arrostrar las iras de dondequiera que provengan, Habermas se enfrenta a quienes en vez de tratar legítimamente de reemplazar “una razón excluyente” por “una razón comprehensiva”, limítanse a contraponer a la razón “lo otro de la razón”, para decirlo con el título del libro de Hartmut y Gernot. Lo otro de la razón vendría a ser la naturaleza, el cuerpo humano, la fantasía, el deseo, los sentimientos o, mejor dicho, “todo eso en tanto en cuanto la razón carece del poder de anexionárselo”. Pero Habermas -para quien en sus diversas configuraciones a lo largo de la historia puede y debe ser criticada desde la perspectiva de lo otro que ella misma- apunta que semejante crítica no dejaría, en última instancia, de ser una crítica racional.

Es decir, se trataría de “un acto de la razón en que el lugar del genitivo subjetivo vendría a ser ocupado precisamente por lo otro de la razón.”
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Andrómeda




























El mundo afectivo

Lo dijo andrómeda:

Hola Pasolosdias:

Hoy he estado viendo una película de Almodóvar, Tacones lejanos, y esta es una de las primeras que él hace en que vierte algo de la relación de amor y odio tan fuerte que existe entre madres e hijas.

Sin embargo este mundo afectivo entre mujeres está muy mal entendido.

En cambio cuando se trata de la relación entre padre e hijo todo está representado y protegido por el poder institucional y existe un amor más noble y una serie de lazos culturales y de parentesco que definen lo que se llama la genealogía patriarcal. Estos lazos amorosos entre el padre y el hijo están autorreferenciados a través de la cultura humana, tienen un gran valor, aunque no están exentos de conflictos dentro de ellos pero existen medios pacíficos de arreglo y solución.

Todo esto es de lo que está falta la mujer de crear, ella cree en su independencia pero no tiene un poder afectivo que la defina consigo misma y con relación a la madre está negada, tendrán que pasar generaciones.

Lo que digo puede parecer exagerado pero alguien debe tomar conciencia.

Hola Otredad:

Ya sé que vuelvo a este tema. Y mucho de lo que hay no es una identidad nuestra querida sino la que es querida por otros, por los sistemas de intercambios, y en tanto somos en esencia equivalentes y humanos, tampoco hay que buscar una diferencia en todo. Pero en estas referencias, en torno a la representación subjetiva y de la autoafección sí creo que debemos avanzar si queremos terminar con el maltrato, y hay lagunas pendientes.

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la identidad y el lenguaje

En inglés tú sabes que se dice el género del poseedor del bien y no el del objeto, por ejemplo "his wife" "her husband", las inglesas, y las alemanas tienen esta ventaja en el idioma.
 
Hoy dia ser poseedor de bienes ya se considera pues como una igualdad conseguida y satisfactoria.
 
Pero lo que yo te quería decir tiene más que ver con la palabra y la imagen es decir con el medio de representación del cuerpo femenino y de autorrepresentación de éste y no con el sistema de intercambio entre hombres, y además se trata también de cuidar el aspecto de la representación de los afectos humanos, y esta realidad casi siempre está objetivada en el cuerpo femenino.
 
 
Es que tú parece que me censuras en todo. Porque nada realmente parece propio de ti ni de mí. Y hablo de la representación del cuerpo propio y de los afectos humanos. Tema del que poco he sacado en positivo. Y que siempre permanece inculto. Y que tú lo resuelves casi por omisión siempre. Es decir como si no existiera, para ti no tiene valor o si lo tiene es secundario. No quiero personalizar en ti ni en nadie.
 
Pero ya te digo que hoy se vende a través de la imagen también el lenguaje y todo, y no es cosa secundaria. Son medios de producción como pueden ser otros. Por tanto hay que tratar con ellos.
 
Y mucho de lo que hay no es una identidad nuestra querida sino la que es querida por otros, por los sistemas de intercambios, y en tanto somos en esencia equivalentes y humanos, tampoco hay que buscar una diferencia en todo. Pero en estas referencias, en torno a la representación subjetiva y de la autoafección sí creo que debemos avanzar si queremos terminar con el maltrato, y hay lagunas pendientes.
 
Creo que con esto ya he tocado fondo y ahora puedo estar más tranquila.


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Andrómeda





marketing y el cuerpo

lo dijo Daven 10 Febrero 2008 | 01:35 PM
Estimado anfitrión:
Es natural en el cuerpo femenino que las mamas pierdan firmeza y los pezones caigan debido al desgaste de los mecanismos de sujección, extremadamente relevante si ha habido periodos de lactancia.
Sin embargo nada de eso le resta belleza y hermosura a un cuerpo desnudo de mujer. Puesto en que toda sublimación subyace una retención fantasiosa, una elección involuntaria, le invito amablemente a descubrir los desnudos maduros de los maestros Leonardo da Vinci, Albrecht Dürer, Rembrant o Ingres.
Compruebe por sí mismo que el envejecimiento es un proceso hermoso, una maduración y un desgaste necesario. La vida es una puerta que se cierra y la muerte una puerta que se abre. Y todo aquello que es necesario no debe ser obviado ni despreciado.
A despecho de los iconos del marketing de champús de ducha y cremas hidratantes, la figura humana es treméndamente bella incluso en su deformidad. Todo en ella respira simpatía. Se lo dice un dibujante.
Queda suyo, agradecido por la estancia
Lord Gordon Byron, socialiste
P.D.: Y la gente es más sabia que los directores de Marketing, y más feliz con su propio cuerpo.

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el género de las palabras

La mayor parte de los lingüistas afirman que el género gramatical es arbitrario, independiente de denotaciones o connotaciones sexuales. De hecho, se trata de una inexactitud, ya que no se han planteado la cuestión, nunca se les ha ipuesto como una necesidad. Su subjetividad personal, sus teorías, se adaptan a ser valoradas en masculino, pasando por lo arbitrario universalizable.

Un trabajo paciente sobre el género de las palabras desvela casi siempre su sexo encubierto.

Todo lo importante ha de ser masculino. Así el avión es superior a la avioneta, el Boeing a la Caravelle, por no hablar del Concorde...

El género puede responder a un prefijo o un sufijo, y no a la raíz de la palabra; puede ser tributario de la época en que el término ha entrado en el léxico, y del valor relativo de los géneros femenino y masculino en aquel momento (desde este punto de vista, el italiano es menos coherente en su sexismo que el francés); quizás estuvo determinado por la lengua a la que pertenecía antes de su importación; el inglés ha sido uno de los mayores exportadores de términos que luego, en español, se vuelven masculinos.

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Andrómeda












sexismo en la lengua

Evidentemente, se trata de alcanzar un estatuto profesional, de tener un puesto de trabajo, pero esto es algo que no se puede poseer como cualquier otro objeto.

Forma parte de la identidad subjetiva, aunque no sea lo único que la constituye. Además su reivindicación se conjuga con facilidad con las reivindicaciones sociales ya presentes en el mundo masculino.

El problema es, por tanto, relativamente fácil de plantear, y casi generalmente aceptado por todos. No suelen oponérsele más que las realidades ya codificadas lingüísticamente (así, el femenino de ciertas profesiones ha llegado a ser nombres de objetos o formas de designar una disciplina profesional y no son ya nombres de personas; y a veces, el femenino correspondiente del nombre profesional no existe o designa un oficio distinto) y ciertas resistencias sociales, según los grados de acceso que se permiten o prohíben a las mujeres.

La cuestión del sexismo en la lengua apenas se aborda al tratar el género de los nombres de profesiones, y las soluciones propuestas intentan a menudo esquivar los problemas que revela.
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Para tal liberación la lengua representa un instrumento de producción indispensable. Debo hacerla evolucionar si quiero tener derechos subjetivos equivalentes a los que disfrutan los hombres, si quiero intercambiar con ellos lenguajes y objetos.


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poseer bienes equivalentes

Poseer bienes equivalentes a los de los hombres no resuelve la custión del género para las mujeres de lenguas románicas, desde el momento en que tales bienes no pueden llevar la marca de sus propietarias sujetos.

Decimos un hijo mío y el falo mio, seamos hombres o mujeres.

Es decir, para los “objetos” de valor la marca de posesión es la misma. En cuanto a los otros “objetos”, generalmente pierden su valor cuando son susceptibles de ser propiedad de las mujeres o manipulados por éstas.

El problema del objeto y de su conquista no puede, pues, resolver la desigualdad de los derechos sexuados en todas las lenguas. Pienso, por otra parte, que no es capaz de resolverlos en ninguna lengua. Puede, sin embargo, satisfacer más o menos exigencia, más o menos urgencia.

Si la cuestión de los nombres profesionales ha tenido éxito es porque representa un espacio intermedio entre sujeto y objeto, objeto y sujeto.

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un saber sobre el Tao


El ser mismo no es más que una pretensión de la Nada. ¿Ha llegado en su manual de filosofía a Sartre? ¿Volvemos a Platón? ¿Somos y vivimos entre apariencias?
Pero continúa prefiriendo su propio fracaso a la naturaleza que fracasa eternamente en la salud. Todos esos "eternamente" tienen vicios de absoluto, de ser así no debieran ser percibidos. Como no es percibido el gobierno de la no-acción. Siempre existe el equilibrio entre dos vértigos: Existir y no existir, silencio y sonido, orden y caos. En Oriente a esa Unidad la llamamos Tao. Pero no es por su nombre por lo que tiene representación, la llamamos por llamarla de alguna manera. Y somos consecuentes. Es la madre de todas las cosas. No observar el Tao es dirigirse directamente al fin, a veces mediante el funambulismo.
Volvamos al simple pensamiento antitético, sin vicios de absolutismo:
"Si no existiera el sol no distinguiríamos la luz de la oscuridad, salvo por el brillo de las estrellas".
Heráclito de Efeso.
El vicio achacado al Obscuro es precisamente su gran virtud. El logos ígneo que se expresa con la claridad de los emancipados. La consciencia, ese accidente de la naturaleza, es una emancipación.
Nada más tengo que decir.
Si no va a practicar "Abrazar el mundo", puede depositar sus comentarios, pero no serán contestados.
Así es la ley en esta casa.

Lord Gordon Byron, libertos

lo dijo sylphides:

La filosofía china es una filosofía práctica y del cambio, en eso consiste su sabiduría.












Demasiado rencor:


lo dijo sylphides 27 Enero 2008 | 02:17 AM
Estimado señor:
Mientras teníamos el prejuicio de la vida, abrazábamos un error que nos ponía en pie de igualdad con los otros...
Pero nos hemos evadido de la especie...
Desacostumbrados de ser hombres, rompiendo nuestra osamenta, nos ha reducido a una existencia fofa, chusma invertebrada extendiéndose sobre la materia para mancharla de baba.
Por otro lado, el ser mismo no es más que una pretensión de la Nada.
Y es que no hay vida más que en la falta de atención a la vida. El espíritu se aja al acercarse a la salud: el hombre es inválido o no es.
Pero continúa prefiriendo su propio fracaso a la naturaleza que fracasa eternamente en la salud.
Suya afectísima.
lo dijo Daven 27 Enero 2008 | 06:20 AM
Estimada señorita:
Desde luego que estoy acostumbrado al lenguaje antitético, pero esta vez creo borda el funambulismo. Leo con temor que atraviesa con palabras el mismísimo vacío. Y hay una preguntas éticas ineluctables ¿Por qué? ¿Hacia donde? ¿A quién se dirige? ¿Cuál es su camino?
“chusma invertebrada extendiéndose sobre la materia para mancharla de baba”. Acatando esa consciencia ¿No es una invitación al suicidio?. Demasiado rencor.

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el mercado del sexo:

Estimada Antígona:

hago honor a tu nombre, y en verdad se crea esa confusión siempre y hemos reducido por desconocimiento mas que otra cosa y por reducción cultural la diferencia de género a lo sexuado única y exclusivamente en lo que tiene relación con la capacidad de reproducción, o con la denegación de ésta. Para esto es para lo que ha servido utilizar el cuerpo de la mujer en los sistemas de intercambio por el hombre, y es una evidencia la reduccion por pasiva que se opera dentro de internet como mercado del sexo, lo cual me parece una aberración, no el uso o abuso en si mismo sino el sistema y el mercado, cada uno puede hacer con su cuerpo lo que le plazca pero es evidente que se ha desbordado de un modo exagerado, donde volvemos a sentirnos como objeto nuevamente.

Y precisamente está pasando esto por no tener en cuenta lo que anteriormente le decía a Cyrano, un cambio cultural en la evolución del lenguaje y de la sociedad. Una liberación real de la mujer que suponga una definición subjetiva.

La liberación sexual no puede llevarse a cabo sin cambios en las leyes lingüísticas relativas a los géneros. La liberación subjetiva requiere un empleo de la lengua no sometido a las reglas que sujetan o anulan (si es que esto es posible sin recurrir a la magia) la diferencia sexual.

En el discurso masculino como ya dije la cultura no deja de ser una naturaleza secundaria, arrancada de sus raíces corporales, de su entorno cósmico, de su relación con la vida. Esta relación sólo expresa denegación, y permanece en un perpetuo paso al acto inculto.

Por tanto, la dimensión sexuada es una de las más indispensables y no sólo para la reproducción, sino para la cultura y la conservación de la vida.

Muchas gracias Antígona y Cyrano por aportar vuestros enriquecedores comentarios.

Un abrazo, me despido con mi nuevo nombre, Andrómeda.

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la vis grata puellis

Esta circunstancia, "la vis grata puellis", se produce en los delitos de “seducción” y opera como una atenuante para el agente ofensor, pues se trata de que él cree que la persona seducida muestra una falaz resistencia hacia él, como si fuese un juego o una invitación, como el juego grato de los niños, y ello mismo le es ofrecido como una incitación, en estos casos tiene relevancia la edad de la menor o bien también la familiaridad de las costumbres como circunstancias que pesan en el “factum” de los hechos y que pueden por ello desgravar o exonerar de la pena como si se tratase de una falaz resistencia, de un consentimiento velado aunque no sea un evidente acto de provocación.

Estamos ante la "creencia" de que el sujeto de la seducción no cree en la resistencia o en la voluntad negativa de la ofendida por lo que se deben prestar ciertos indicios y evidencias para que pueda excusar ante la ley, ante un delito de agresión o ante un delito de seducción, que es aquel que se produce cuando hay un vicio en el consentimiento de la ofendida.

Otras veces y siempre atendiendo a las circunstancias del momento la “vis grata puellis” será un motivo para no creer en una verdadera resistencia, sobre todo en atención a las circunstancias de debilidad mental de una mujer y ya no a las de su edad, circunstancias que son más o menos visibles, y en las que se puede creer o no dependiendo de una evidencia normal.

Vemos que se bordea una franja muy débil de actos en estos delitos de seducción, donde el consentimiento o la resistencia que se opone todo parece muy frágil y débil y la misma conciencia de la mujer casi siempre está dañada o sufre por un estado de embriaguez o pérdida transitoria.

En otros casos la “vis grata puellis” no operaría ante la evidencia o contundencia de la fuerza exterior con que se realiza el acto de la agresión, luego es solamente un argumento del “orbitae dictae” de la sentencia, es decir, una alegación más como posible circunstancia argumental; la racionalidad práctica también se conforma así, dando cabida a las alegaciones de ambas partes interesadas, como ocurre en esta próxima sentencia que se pone como ejemplo.

STS.5344, de 15 de diciembre de 1976:

“Llegándose fácilmente a la conclusión de que el acceso carnal que el procesado tuvo con la indicada joven, soltera y de 25 años de edad, no fue consentido libremente por ésta sin que su resistencia constituyera un a modo de “vis grata puellis” que proporcionara mayor incentivo o hiciera más atractivo el acto carnal preludiándolo con el juego pseudo ruboroso y aparentemente recatado del efectivo y real querer y acceder pero aparentando inicialmente lo contrario, sino que fue obtenido gracias a la violencia exteriorizada por el reo en sus inopinados manoseos a quien transportaba por cortesía, al hacer bajar del automóvil que ocupaban en un descampado solitario a esas horas y sobre todo en el hecho de haberle sujetado las manos con unos grilletes o esposas.”


STS. 2050, de 31 de mayo de 1978:

“Si bien teniendo en cuenta la edad del reo su vida en el ambiente rural que hace suponer su inexperiencia en materia de sociabilidad de las relaciones sexuales lo que probablemente le imposibilitó para distinguir entre un verdadero rechazo, resistencia u oposición al acceso carnal pretendido de la llamada resistencia-consentimiento practicada como juego amoroso, coquetería o simplemente como última manifestación del instinto del pudor por cierta clase de mujeres que negando acceden, unido a la fama de mujer fácil de la ofendida, pudieron inducir a éste erróneamente a creer que se trataba de una falaz resistencia o “vis grata puella”, lo que llevaría aneja una disminución de la reprochabilidad de su conducta, lo que lleva a esta sala dada la gravedad de la pena impuesta y sin perjuicio de su ratificación y ejecución a proponer al gobierno el indulto o reducción parcial de la misma por creerla excesiva.”


STS. 2657, de 7 de mayo de 1983:

“Resistencia en la que se limitó a contestar negativamente a la proposición de su acompañante a realizar el coito pero sin resistencia físicamente a que éste le bajara el pantalón y la braga realizando el acceso carnal pretendido sin violencia de ninguna clase, con lo que al haber desistido de su oposición meramente verbal su conducta se asemeja más a la “vis grata puellis” de la que ya habló Ovidio que a la resistencia abierta, inequívoca, seria y constante exigida por nuestra jurisprudencia por lo que resultaría excesivo castigar a los procesados, quienes por otra parte no se haya siquiera mencionado que conociesen el estado de debilidad mental de la mujer.”


sylphides

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estrategias de la no mezcla en el discurso de las mujeres



Estimado cyrano:

Las estrategias de la no-mezcla son indispensables para estas cuestiones aunque un mundo no puede dividirse entre hombres y mujeres sin lugares de encuentro.

Las mujeres deben aplicarse a cambiar el contenido del discurso en función de las formas y las leyes de la lengua.

El discurso de las mujeres designa a los hombres como sujetos.
Las mujeres establecen relaciones con el entorno real, pero no lo subjetivizan como suyo.

En efecto, las connotaciones de su discurso se expresan sobre todo en los adjetivos, por ejemplo, y no en el predicado actualmente producido.

En este sentido cabe interpretar también otros indicios: las elisiones de yo y de ella, todas las estrategias de anulación del femenino como sujeto del discurso, el problema de la transformación negativa, etc.

Estoy de acuerdo con tu matización, el sexo no es lo mismo que el género. El género es más amplio, obedece a la diferencia en la vida sexuada y no exclusivamente reducida al sexo como reproducción, tal como nos dice Antígona.

Pero es conveniente que las mujeres sean más capaces de situarse a sí mismas como un yo, yo-ella(s), de representarse como sujetos y de hablar con otras mujeres.

Esto requiere una evolución subjetiva y un cambio en las reglas de la lengua.

El sexo es una importante dimensión cultural, el hombre ha querido dar su género al universo, como dio su nombre a sus hijos, a su mujer o a sus bienes. El peso de esta condición en las relaciones entre los sexos en el mundo, en las cosas, en los objetos, es inmenso.

No estoy por tanto de acuerdo contigo cuando quitas importancia a la subjetivización del género femenino, sería un retroceso o una regresión cultural no entender por qué ha sido necesario llegar hasta aquí.

Aparte de los bienes en sentido estricto que el hombre se atribuye, ha dado su género a Dios y al sol, pero también enmascarado en el género neutro, a las leyes del cosmos y al orden social o individual.

Y no estoy de acuerdo en decir que el género neutro no tiene importancia en el lenguaje, sobre todo el lenguaje designado por el género masculino.

El discurso y la lengua pueden utilizarse deliberadamente para obtener una mayor madurez cultural, una mayor justicia social.

En no considerar la importancia de esta faceta de la cultura reside precisamente lo que da tanto poder al imperio de la técnica como algo neutro, a las regresiones sectarias, a la desintegración social y cultural que experimentamos, a los diversos imperialismos monocráticos, etc.

Un abrazo.














Enemy within

Arch enemy.- enemy within

Estoy en contra de la venganza de las naciones, tanto las de europa del este, como las de los estados-nación, en sus diferentes fases de expansión colonial, reduciéndolas al denominador "complejo de culpa occidental" y "victimismo etnocéntrico", una especie de síndrome de estocolmo de los antiguos colonizadores.

Se produce la reacción obviamente a la defensiva frente a la crisis de los grandes artefactos de identidad política, el estado y la sociedad civil, sin los cuales no son viables las sociedades.

Por tanto, dejémonos de reacciones a la defensiva y defendamos la única convicción, sólo una, la de no tener un porvenir de víctima o de sacrificada, así es como aparece el ansia de la tribu, la pasión patológica por la autoafirmación excluyente que exige la muerte del otro.

Firme e intratable, por una vez, me creo perdida, quiero estarlo y lo estaré.

sylphide

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la cultura de consumir el cuerpo

La cultura nos ha enseñado a consumir el cuerpo de la madre -natural o espiritual- sin sentirnos deudores y, en lo concerniente al mundo de los hombres a omitir la apropiación de su nombre.

En realidad estamos asistiendo a una modificación del uso de la lengua por parte de ciertos filósofos que están volviendo al origen de su cultura. Así Nietzsche, Heidegger (y antes Hegel) cuestionan sus fundamentos griegos y religiosos, y Derrida, su relación con los textos del antiguo textamento. Este gesto va unido al recurso a un estilo próximo al de la tragedia, al de la poesía, de los diálogos platónicos, de la expresión de los mitos, parábolas o actos religiosos, es una vuelta hacia el momento en que la identidad masculina se constituye como patriarcal y como falocrática. Todos estos filósofos -salvo Heidegger- se interesan expresamente en la identidad femenina, a veces en su identidad como mujer o como femeneidad.

¿Será cuestión de paciencia? ¿Tenemos el deber de ser pacientes ante las decisiones que se toman en nuestro lugar? Se trata, en mi opinión, de preguntarnos sobre la manera de dar identidad al discurso científico, religioso, político y de situarnos dentro de él como sujetos de pleno derecho. Nuestra identidad tiene que ver con las relaciones genealógicas, con el orden social, lingüístico y cultural.

¿Buscan los hombres el medio de despojarse de sus propios poderes? Es deseable. Tal voluntad implicaría una invitación para que las mujeres compartieran la definición de la verdad y la ejercieran junto con ellos.

Escribir de manera distinta no ha modificado mucho por el momento el sexo de los dirigentes políticos, ni sus discursos civiles o religiosos.



sylphides
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una sexualidad culta

Cultivar la sexualidad no consiste en procrear un hijo (más), sino en transformar la energía sexual para hacer fecunda y agradable la convivencia con los demás.
La sociedad no debería exigir inhibir sus deseos sexuales, anularlos o anegarlos, mantenerlos en la infancia o en la animalidad, sino integrarlos en una subjetividad individual y colectiva capaz de respetarse, a las personas de su sexo y a las del sexo otro, al conjunto del pueblo, de los pueblos.
¡Aún estamos muy lejos! Apelar a la enfermedad para resolver nuestros problemas, destruir toda subjetividad como se rompe un juguete o una cultura por despecho o impotencia responde a gestos sexuales ingenuos y poco responsables.
Sé que resulta difícil imaginar hasta qué punto los comportamientos que ocupan la mayor parte de las declaraciones políticas, que regulan las actitudes llamadas cívicas, que malgastan enormes capitales, que contaminan nuestro medio por razones de seguridad militar, que amenazan en este momento nuestras vidas y nuestra salud física y moral, sean curiosos juegos sexuales entre hombres.
Por desgracia, forman nuestro horizonte desde hace siglos. Desgraciadamente también nuestras culturas están habituadas a destruir todo lo concerniente a la vida en sus conquistas. Es curioso cómo este tipo de economía recuerda a la descrita por Freud como economía sexual masculina: tensión, descarga y vuelta a la homoestasia. Es el tipo de economía que dicta la ley en todo lugar, en todo tiempo, la que directa o indirectamente nos enferma, incluso a través de la ciencia médica.
Una forma de salir de esta atmósfera cultural relacionada con una sexualidad considerada única y masculina (¡neutra, en el mejor de los casos!) consiste ciertamente en educar de forma distinta a los muchachos para modificar así el comportamiento social de los hombres.
La medida me parece tanto más necesaria cuanto que la denuncia constante de la guerra, por ejemplo, va unida a la proliferación de juegos y juguetes bélicos, de imágenes y de comportamientos civiles agresivos, que no contribuyen a la transparencia o a la paz espirtuales, ni en los niños ni en los adultos.

sylphides

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La sociedad y la lengua

Parece que, directa o indirectamente, el hombre ha querido dar su género al universo, como dio su nombre a sus hijos, a su mujer o a sus bienes. El peso de esta condición en las relaciones entre los sexos en el mundo, en las cosas, en los objetos, es inmenso.

Aparte de los bienes en sentido estricto que el hombre se atribuye, ha dado su género a Dios y al sol, pero también en mascarado en el género neutro, a las leyes del cosmos y al orden social o individual. Y ni siquiera se ha planteado cuál es la genealogía de semejante atribución.

¿Cómo podría existir un discurso no sexuado si la lengua lo es? Lo es por agunas de sus reglas fundamentales, lo es por el género de las palabras repartidas de una manera no ajena a las connotaciones o a las propiedades sexuales, lo es también por su corpus léxico.

Las diferencias entre el discurso masculino y femenino son, pues, producto de la lengua y de la sociedad, de la sociedad y de la lengua. La una no puede cambiarse sin la otra.

Pero si no es posible separarlas radicalmente, sí lo es poner el acento del cambio cultural ora sobre la primera ora sobre la segunda, estratégicamente, y por encima de todo, no esperar desde la pasividad a que la lengua evolucione.

El discurso y la lengua pueden utilizarse deliberadamente para obtener una mayor madurez cultural, una mayor justicia social.

En no considerar la importancia de esta faceta de la cultura reside precisamente lo que da tanto poder al imperio de la técnica como algo neutro, a las regresiones sectarias, a la desintegración social y cultural que experimentamos, a los diversos imperialismos monocráticos, etc.

Conviene precisar también que la liberación sexual no puede llevarse a cabo sin cambios en las leyes lingüísticas relativas a los géneros. La liberación subjetiva requiere un empleo de la lengua no sometido a las reglas que sujetan o anulan (si es que esto es posible sin recurrir a la magia) la diferencia sexual.

Los puntos a esclarecer y modificar pueden variar de una lengua a otra, no debemos olvidarlo. Pero no conozco ninguna lengua actual que haya considerado su estatuto como un instrumento útil para repartir e intercambiar dos partes del mundo, formadas por dos sexos diferentes.

Las decisiones individuales, las buenas voluntades colectivas, no pueden sino fracasar en sus objetivos de liberación o de justicia social si no consideran teórica y prácticamente el influjo de los signos y reglas sexuadas de la lengua a la hora de modificar este instrumento cultural.

Sylphides

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La concepcion de la edad

La concepción de la edad

Es evidente que el hecho de vivir en un paisaje urbano nos obliga a olvidar la medida del tiempo que representa el mundo vegetal.

En la ciudad los horarios diarios varían poco de las estaciones. La repetición que no evoluciona cansa, agota, deteriora.

El olvido de que el tiempo en la vida de una mujer es particularmente irreversible, y que se adapta menos que el del hombre a la economía repetitiva, acumulativa, entrópica, en gran parte no evolutiva, que anula nuestro entorno actual.

Así es puesto que su ritmo temporal se adapta en mayor o menor medida a un modelo tradicional de sexualidad masculina. Un modelo que no es el único posible, pero que se ha convertido prácticamente en único para nuestras culturas, y que Freud describió como el sólo modelo existente para ambos sexos. Su funcionamiento responde a los dos principios de la termodinámica: tensión (por acumulación), descarga, vuelta a la homeostasia.

La sexualidad femenina no responde a la misma economía. Es más parecida al devenir, más ligada al tiempo del universo.

La concepción de la edad es la relación de la edad que yo tengo con el tiempo del universo. Los humanos poseen, además de una vida vegetativa, una conciencia.

Si miráis un árbol, veréis que en un año su forma ha cambiado, y no forzosamente para deteriorarse, sino también para crecer en tamaño, en número de ramas. En los humanos su tamaño, su crecimiento pueden ser igualmente espirituales. Tener un año más significa pues dar un paso más en el camino de nuestro devenir.

Sufrir el paso del tiempo como un envejecimiento lleva a olvidar la ventaja de nacer mujer, ventaja que no exige sin duda una elaboración espiritual compleja, múltiple.

En efecto, la espiritualidad de una jovencita no es la de una adolescente, ni la de una amante, ni la de una madre, ni la de una mujer de cuarenta y cinco años o más. Quizás fue la complejidad de este devenir espiritual lo que entrañó una reducción abusiva de la identidad femenina a la función reproductora del individuo, de la especie y de la sociedad.

Estas formas de reducción, simplificación y anulación subjetivas acompañan un devenir cultural centrado en los intercambios entre hombres, sobre todo económicos en sentido estricto. Fomentados, al menos en nuestra época, por las religiones monoteístas.

¿Cómo salir de esta parálisis o anulación subjetiva? ¿Cómo guardar y cultivar una identidad subjetiva?

Sylphides























el prejuicio de la vida y la salud

Estimado señor:
Mientras teníamos el prejuicio de la vida, abrazábamos un error que nos ponía en pie de igualdad con los otros...
Pero nos hemos evadido de la especie...
Desacostumbrados de ser hombres, rompiendo nuestra osamenta, nos ha reducido a una existencia fofa, chusma invertebrada extendiéndose sobre la materia para mancharla de baba.
Por otro lado, el ser mismo no es más que una pretensión de la Nada.
Y es que no hay vida más que en la falta de atención a la vida. El espíritu se aja al acercarse a la salud: el hombre es inválido o no es.
Pero continúa prefiriendo su propio fracaso a la naturaleza que fracasa eternamente en la salud.
Suya afectísima.




























La paciencia

lo peor de todo es que has acabado con mi paciencia, porque yo la tuve antes, tenía mucha paciencia, muchas veces callé, llegué sonriendo a mi casa, nunca te pedí nada, tú lo sabes, han sido muchos años...
¿Me querían casado, fútil, cotidiano y tributable?
¿Me querían lo contrario de esto, lo contrario de cualquier cosa?
Si yo fuese otra persona, les daría a todos gusto.
¡Así, como soy, tengan paciencia!
¡Váyanse al diablo sin mí,
O déjenme que me vaya al diablo yo solo!
(pessoa)























maria zambrano el tributo de la historia

María Zambrano ha comparado muy apropiadamente el tributo de sangre derramada en aras de la concepción de la historia como progreso de la razón con los sacrificios d e vidas humanas ofrecidos a los dioses aztecas, y desde luego aquél no es menos espantoso que éstos; pero todavía causa un espanto mayor imaginar cuál podría ser la suerte de nuestra civilización si ni siquiera cupiese atisbar en ella un vislumbre de racionalidad. Lo que hay que hacer en nuestros días no es renunciar a la razón, sino sólo a escribirla con mayúsculas, a diferencia de lo que hacían los viejos ilustrados desde su instalación en un optimismo histórico que hoy desgraciadamente no podemos compartir. La razón sigue siendo, como entonces, nuestro único asidero pero hoy somos conscientes de su fragilidad y de sus límites, que es en lo que habría de consistir nuestra adhesión a una insegura y azarosa racionalidad escrita con minúscula.

Aún si todos somos de un modo u otro postmodernos no deja de ser cierto que no todos tenemos por qué serlo en la misma medida. Como es notorio la constatación de aquella realidad, un siglo marcado por catástrofes como Auschwitz, el Gulaz o Hiroshima, parece haber servido de pretexto para renunciar con resignación, cuando no incluso con alivio, a toda confianza en la razón.

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Por mi parte opino que los filósofos haríamos un flaco favor no ya a la filosofía sino al pensamiento humano sin más, si nos entregáramos en los tiempos que corren al irracionalismo, pues la renuncia a la fuerza de la razón o su desarme -y hasta su “debilitación”, para decirlo con la fraseología de quienes dan la sensación de confunfir la higiénica reacción contra la ampulosidad de la razón con su avitominosis- no equivaldría sino al sometimiento a la razón de la fuerza que nos acecha por doquier.

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las falsas ilusiones

Lo dijo sylphides a pasolosdias:
Hola, gracias por tus siempres agradables y positivas palabras, sólo quiero hacerte una apreciación más.

Creo que el sentido correcto de lo que he querido decir en cuanto a las ilusiones, y es el sentido que le da Freud, es que son ellas las "falsas ilusiones" de optimismo las que nos abandonan a nosotros, por cansancio, agotamiento o por rigidez de la vida también, (de ahí que yo esto lo relacione con la oposición de tu saturno-neptuno que está en tu carta astral), y porque es algo que tiene relación con tu personalidad, creo yo.

Es decir, no es que nos abandonemos a las ilusiones para escapar de la realidad, es que ellas mismas son una realidad tiránica y desconsoladora, las más de las veces. Por eso el cambio de los dioses por los prometeos aunque tentador para un humanismo, ha sido sin embargo frustrado por estas razones.

La solución tendremos que buscarla, como no, en el inconsceinte humano que es el que se aprovecha de todo ello, tal vez eso es lo que tú me quieres decir. Somos una conciencia en un vasto mundo de insconciencias, y estamos lanzados a la vida de este modo, casi todo es un disfraz de la inteligencia que esconde la vida instintiva y orgánica detrás de sí.

Por tanto más que hacer caso a nuestra ilusiones conscientes deberíamos hacer caso a las que son de tipo premonicional o inconsciente, que se presentan sin pensarlas.

Al menos eso es lo que se puede extraer de lo reconciliable entre lo irreconciliable. Y un cierto racionalismo cuanto menos en la interpretación de estos sueños figurativos y estos impulsos que sentimos.

Sin más, le deseo un agradable día!
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Andrómeda














cultura e inhibición

Estimado pasolosdías:

Voy a contestarte empezando por aquello que Freud llama el malestar de la cultura: Toda forma de cultura -viene a decirnos Freud- comporta esencialmente la inhibición de las inclinaciones naturales de los hombres; y habría que preguntarse si el precio pagado por su imposición en represión -y, en definitiva, en insania mental- no es demasiado alto, cualesquiera que sean las ventajas que haya podido reportar.
¿No obraríamos cuerdamente, en consecuencia, olvidándonos del adjetivo “bueno” y sobre todo, de su contrario, el adjetivo “malo”- y tratando de esta manera de recuperar la inocencia perdida?
La gran aportación de freud consiste en el descubrimiento del inconsciente humano, hoy eso es irrefutable, más cuando se sabe que de lo que conocemos del cerebro sólo un dos por ciento es consciencia, mientras que el inconsciente ocupa el mayor lugar.
En fin freud asumió más en profundidad el concepto del inconciente y del superyo de la cultura cuando se dio cuenta de que los lazos que unían la existencia de los pueblos dependían de la cultura y con formas del inconsciente de la misma.
En la introducción al psicoanalisis vemos una obra mas general pero en totem y tabú se resuelven estos planteamientos mas radicales y en moises y el monoteismo.
Freud mostró suficientemente la relación entre la progresión de la tolerancia y el debilitamiento de los lazos amorosos de los que se alimenta el sentimiento religioso.
Se refiere, sobre todo, al papel desempeñado por la conciencia de culpa en la constitución moral de nuestra especie tal y como la conocemos.
La conciencia de culpa, por lo demás, no sólo no consiste en la aserción de la corrección o incorrección de este o el otro “juicio de valor”, sino que no cabe tampoco reducirla al temor de la sanción legal, teniendo más que ver con un sentimiento de pavorosa desolación ante una acción que infringe el orden cósmico y, por tanto, no me afecta sólo a mí, en cuanto a infractor, sino al universo entero, al que amenaza con sumirlo en el caos y la incertidumbre.
Freud puede así caracterizarla como la “ansiedad que sigue a la transgresión no de una ley sino de un tabú”. La presencia del tabú es a la vez el pilar inamovible de cualquier sistema moral, en cuanto diferente de un sistema penal, que aspire a ser viable y un componente integral de la vida religiosa. Ni la religión es una colección de enunciados acerca de la vida de Dios y la Providencia, los cielos y el infierno, ni la moralidad tampoco es un conjunto codificado de pronunciamientos normativos, sino la adhesión vivida a un orden de tabúes. Y para Freud no hay duda que el tabú se ubica en el reino de lo sagrado.
En su opinión carece de fundamento la expectativa de que en una sociedad en la que todos los tabúes hayan sido hechos desaparecer y de la que se haya evaporado la conciencia de culpa, la “coerción legal” baste a hacerse cargo de mantener en pie la entera fábrica de la vida comunal y evitar la disolución de los lazos humanos entre sus miembros.
Los tabúes por tanto son cultura y también viceversa, pues “una cultura sin tabúes vendría a ser algo así como un círculo cuadrado”. Y a nuestra participación en ellos le debemos la misma distinción moral entre el mal y el bien, por este orden.

Y es posible que la mayor grandeza del legado freudiano estribe justamente en haber hecho comprender que la persecución de un “ideal de la razón”, antes podría verse obstaculizado que impulsado por nuestro abandono a la “falsa ilusión del optimismo”. Y estas son ya palabras mayores.
Por un lado esos sueños e ilusiones perturbadores que se quedan en abandono y por otro la razón. (Y aquí pienso por ejemplo en la oposición que tu tienes en tu carta entre neptuno y saturno, que puede alumbrarte suficientemente).
Hemos tocado el problema de un Prometeísmo en el hombre. A veces un humanismo radical nacido para sustituir a la religión de la sumisión del hombre a la tiranía de dios ha acabado por amenazar al género humano con una esclavitud mayor que la que nunca otra religión había alentado.
Al hacer a la gente agudamente consciente de la contingencia y la finitud de la vida, de la corruptibilidad del cuerpo, de los límites de la razón y del lenguaje, del poder del mal en nosotros, y al concentrar esa consciencia en la doctrina del mal o de la culpa se enfrentó el hombre religioso al prometeísmo de la ilustración y hubo de ser inevitablemente reprendido por su inclinación antihumanista. Aún así también todo sentimiento humanista radical puede hacer que nos olvidemos de los lazos reales y el sustrato subconsciente que liga a la cultura.
Por tanto debo decir que no podemos escapar a la influencia del inconsciente humano, de forma que actuamos y reaccionamos automáticamente y sin darnos cuenta de las cosas que pasan o suceden, como un mecanismo de conservación humano, y mucho de esto tiene un reflejo en un sentido de tabú o en un mecanismo de cultura, a la vez que en un instinto de supervivencia, y no podemos saber por qué actuamos así, tal vez mejor no saberlo porque ello está en función de otras leyes que tienen que ver con la vida y la reproducción de la misma.
No hemos por tanto tampoco ser especialmente aflictivos a todo lo sensible, sino tomarlo como una parte más de nuestro conocimiento e intuición.
Muchas veces nos torturamos con cosas que en parte significan una atadura y unas ganas de romper con ellas, pero no sabemos como hacerlo y se nos presentan así en forma de premonición o en sueños pero que no son sino un reflejo sencillo o intrincado de la realidad.
Pero lo dejo también a vuestra consideración y experiencia pues lejos de mi pretensión que esto sea un monólogo por mi parte.
Servidora de usted,
sylphides.

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la conciencia de culpa

Se refiere, sobre todo, al papel desempeñado por la conciencia de culpa en la constitución moral de nuestra especie tal y como la conocemos, Kolakowski se alinea sin ambages con la biblia y con freud.
La conciencia de culpa por lo demás no sólo no consiste en la aserción de la corrección o incorrección de este o el otro “juicio de valor”, sino que no cabe tampoco reducirla al temor de la sanción legal, teniendo más que ver con un sentimiento de pavorosa desolación ante una acción que infringe el orden cósmico y, por tanto, no me afecta sólo a mí en cuanto a infractor sino al universo entero, al que amenaza con sumirlo en el caos y la incertidumbre.

Kolakowski puede así caracterizarla como la “ansiedad que sigue a la transgresión no de una ley sino de un tabú”. “La presencia del tabú -añade- es a la vez el pilar inamovible de cualquier sistema moral, en cuanto diferente de un sistema penal, que aspire a ser viable y un componente integral de la vida religiosa. Ni la religión es una colección de enunciados acerca de la vida de Dios y la Providencia, los cielos y el infierno, ni la moralidad tampoco es un conjunto codificado de pronunciamientos normativos, sino la adhesión vivida a un orden de tabúes.” Y para Kolakowski no hay duda que el tabú se ubica en el reino de lo sagrado.

En su opinión carece de fundamento la expectativa de que en una sociedad en la que todos los tabúes hayan sido hechos desaparecer y de la que se haya evaporado la conciencia de culpa, la “coerción legal” baste a hacerse cargo de mantener en pie la entera fábrica de la vida comunal y evitar la disolución de los lazos humanos entre sus miembros.

En cuanto a los tabúes, éstos -por más que sean violados con frecuencia- conservarán su vigencia en tanto que su violación continúe generando sentimientos de culpabilidad, culpabilidad que es todo lo que la humanidad posee -dejando a un lado la pura coaación física de fuerza- para imponer a sus representantes reglas morales de actuación.

Los tabúes por tanto son cultura y también viceversa, pues “una cultura sin tabúes vendría a ser algo así como un círculo cuadrado”. Y a nuestra participación en ellos le debemos la misma distinción moral entre el mal y el bien, por este orden.

Pues de acuerdo con las premisas que anteceden sólo conoceríamos lo que es bueno conociendo primero lo que es malo, así como únicamente conocemos lo que es malo al realizar el mal nosotros mismos. En esta línea “bíblico-freudiana” que kolakowski hace aquí suya, al mal le corresponde precedencia absoluta sobre el bien en la secuencia de nuestra experiencia moral fundamental.

Nuestros progenitores tuvieron que pecar para llegar a conocer lo que era el bien y el mal; y su pecado, que les condujo a ese conocimiento, les otorgó también su condición humana.
En esa dirección se orienta su personal interpretación de la “esencia del cristianismo”: Al hacer a la gente agudamente consciente de la contingencia y la finitud de la vida, de la corruptibilidad del cuerpo, de los límites de la razón y del lenguaje, del poder del mal en nosotros, y al concentrar esa consciencia en la doctrina del pecado original, el cristianismo se enfrentó al prometeísmo de la Ilustración y hubo de ser inevitablemente reprendido por su inclinación antihumanista.
La medida en que esté justificada dicha acusación dependerá de lo que deseemos entender por humanismo, si le atribuimos el significado de una doctrina que implique la absoluta ilimitación de la perfectibilidad humana o la entera libertad del hombre para establecer por su cuenta los criterios de la bondad y la maldad, el cristianismo ciertamente se opone al humanismo. Eso no significa que el cristianismo sea inhumano empíricamente hablando sino que a la ideología del humanismo tal como se define y según los valores que promueve se le supone así.
La historia reciente mas bien parece sugerir que los intentos acometidos en las sociedades cristianas por humanistas radicales, lo que estos consideraban la sumisión del hombre a la imaginaria tiranía de dios, hubo de acabar amenazando al genero humano con una esclavitud mayor que la que el cristianismo había nunca alentado.
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sylphides

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el poder de la inmunidad

A daven:
dintinguido señor:
¿enfermos de qué? En efecto nadie nunca se pone malo sin razón. Para que un cuerpo sea atacado en su integridad es necesario que su equilibrio esté ya comprometido. Esto que vale para todas las enfermedades es grotescamente evidente en las enfermedades que afectan a la inmunidad. Estar enfermo no es otra cosa que no haber podido arrojar de uno mismo los elementos patógenos.
Mi hipótesis es que nuestros cuerpos y nuestros espíritus están expuestos a una serie de agresiones permanentes que destruyen poco a poco sus mecanismos inmunitarios. Me sorprende también su actitud, ¿no está usted siendo desleal al juramento de Hipócrates?
Intervenir como médico, como terapeuta, hombre del renacimeinto, en la vida de alguien es como entrar a saco en su universo, lo cual cuestiona no sólo la abnegación de su persona sino la educación sexual que además de un asunto de la vida privada pertenece a las relaciones sociales en general.
Es también arrebatarle el derecho a la palabra desde el momento en que no podemos comprender nada de la jerigonza culta, esto es lo que le pasó a quevedo, que por su culteranismo no fue entendido y por eso no se le puso a la misma altura que a Cervantes, cuando realmente podía haberlo estado.

Servidora y leal de usted,




Lo dijo sylphides a pasolosdias:

hola, como le digo a otredad, una práctica culta de la sexualidad debería hoy distinguirse de la utilización de armas, de la chulería ruidosa, de la costumbre de hablar en alto, de la pretensión de querer llevar siempre la razón, de la utilización de las teorías como armas de guerra, etc.

Nuestros procesos de liberación sexual deberían cambiar casi sin sentirse en el marco socio-cultural.

Mientras las máquinas que manejan los hombres invaden todos los espacios de nuestra vida, las que se dejan en manos de las mujeres se supone que no deben superar el límite de las paredes de una casa bien construida.

También los conflictos entre los hombres, entre los pueblos de hombres deberían poder tratarse con educación, amistosamente, al menos sin ruidos ni daños para las mujeres y los niños.

Ya ves cómo hemos coincidido otra vez en el tiempo con nuestros pensamientos, eso se llama empatía
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Andrómeda

la economía sumergida

lo dijo Daven 3 Enero 2008 | 09:53 PM
Estimado Mapache:
Es razón de ser de una economía pragmática a nivel nacional en un mercado global no desincentivar la actividad empresarial con tal presión fiscal. Eso resta competitividad a su sectores primarios, secundarios y terciarios frente a firmas extranjeras. Seguramente conoce el conoce el concepto de EBITDA, beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones, es el equivalente al beneficio industrial. Si ese concepto se devalúa, las empresas no pueden valorarse adecuadamente entre ellas ni permitir el acceso a una deuda bancaria razonable. Está usted en un país que sin duda atraviesa una dura crisis de déficit público o de corrupción. La economía "sumergida" que es consecuencia de ello no hace más que perjudicar aún más el crecimiento real del país, el PIB no refleja esa actividad y no hace más que subir la inflacción subyacente al haber más dinero/deuda en circulación sin control. Tiren al mar a sus políticos. Son necios y no saben adaptarse a un mercado global salvo a golpes de piñata.
Lo lamento mucho, aquí las cosas son diferentes y el nivel competitivo empresarial está muy por encima de nuestros políticos, porque hay una consistencia entre la legitimidad de las actividades mercantiles y los salarios de los trabajadores, que al fin y al cabo es la masa adquiriente final de toda cadena de valor sectorial. Eso no quita que existan ciclos inflacionistas y de deflación, como en toda sociedad mercantil-capitalista.
Un cordial saludo manchego-baturro
Lord Gordon Byron, socialiste





La corrupción

La corrupción (sea negra, gris o blanca) siempre ha existido en todos los países. Y, en todos ellos, han existido leyes para perseguirla que han dado poco resultado porque la corrupción es muy difícil de probar. La eficacia de la legislación es preventiva y sólo suele darse allí donde se combina el rechazo social con una inspección eficaz del Estado y con el abandono voluntario, por parte de las autoridades públicas, de la capacidad de actuación discrecional en la vida económica. Esto es así porque la corrupción es una decisión de los corruptores/corrompidos que ponderan el beneficio que pueden obtener si sus acciones no son detectadas y a la probabilidad de detección existente. Ni el rechazo social ni la inspección del Estado han sido suficientes casi nunca para reducir la corrupción. Sin embargo, sí que ha funcionado la reducción de la discrecionalidad de los funcionarios. En su defecto, mejor sería el Estado reducido. Aunque la historia dice que el mayor castigo posible para los corruptos descubiertos, es que tengan que devolver todo el dinero del beneficio que hayan conseguido con el ejercicio de su corrupción.
















La crisis inmobiliaria:-
ES DIFÍCIL DE ENTENDER CÓMO TANTOS EMPRESARIOS DEL SECTOR INMOBILIARIO HAN RESULTADO SER INGENUOS, ARRIESGADOS Y CARENTES DE INFORMACIÓN SOBRE SU PROPIO SECTOR
. En el Suplemento MERCADOS de EL MUNDO pág 2 se contaba cómo las grandes inmobiliarias adeudan más de 30.000 millones de euros, cerca del 60% de la valoración de sus activos. Por su parte, EXPANSIÓN del 31 de diciembre pág 4, publicaba una información sobre el sector que decía que "Las inmobiliarias españolas han pasado en un solo ejercicio, de los días de vino y rosas en 2006, a un annus horribilis en 2008". En esta falta de visión estratégica, del negocio, algo tendrá que ver la carencia de estadísticas fiables. Acerca de esta anomalía estadística sectorial, se escribía en EL PAÍS de ayer pág 23 bajo el título "Vivienda, estadísticas y otras falsedades". También LA VANGUARDIA del pasado jueves pág 20, se publicaba otra información titulada "Baile de cifras en los precios y el stock de viviendas". Aunque la explicación más racional de esta falta de previsión empresarial, coincide con la opinión del economista, Pedro Pérez (Secretario General del G-14), cuando en una entrevista publicada el 30 de diciembre pasado en EL PAÍS pág 30 decía que, "la base de la corrupción urbanística es la dificultad existente para tramitar la conversión de suelo en urbano, basado en criterios objetivos con plazos de tiempo acotados en un proceso transparente". En EXPANSIÓN pág 37 se publica una opinión del profesor Gonzalo Bernardos (UB) con el título "Año nuevo, crisis vieja inmobiliaria".

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Andrómeda











la burbuja financiera

La enorme volatilidad observada en las Bolsas se debe a que la mayoría de los expertos dan ya por hecho que la economía norteamericana volverá a desacelerarse en los próximos meses, e incluso, podría haber entrado ya en recesión, tal y como acaba de afirmar el banco de inversiones Merrill Lynch. Esa volatilidad sería el efecto de la pugna entre los que creen que la FED y Goldman Sachs, afirman que va a verse obligada a seguir bajando los tipos de interés, y los que piensan que esta "inminente" recesión es inmune a la política monetaria. El instrumental de los Bancos Centrales no sería subir los tipos para atajar una inflación "todavía inexistente", sino bajar los tipos de interés, o mirado desde otro punto de vista, "inundar los mercados de liquidez". Todo ello enmarcado en un ambiente político en el que, debido a las elecciones de 2008, el gobierno de EE UU pueda cambiar de signo ideológico o, como poco, transformar al presidente Bush en un "pato cojo" incapaz de legislar, porque tanto el Senado como el Congreso están controlados por los Demócratas.

Lo importante es que los analistas puedan ser conscientes de que la crisis financiera no podrá resolverse hasta que se defina quién va a ser el pagano de la acción que los Bancos Centrales van a exigir a los Gobiernos para enfriar la burbuja. Se trata de enfriar, para no estar obligados a hacer estallar la burbuja. Es posible que esos paganos terminen siendo los propietarios de los activos financieros, o sus acreedores. La experiencia histórica dice que el ajuste de este tipo de errores y ambiciones ha corrido a cargo del sistema financiero en su conjunto. De ahí, la actual depuración constante de los responsables de los principales bancos de inversión. Éste es el núcleo preciso del riesgo que habrían detectado los responsables económicos nacionales: el riesgo de solvencia de la banca norteamericana y, por contagio, de la europea y del sistema financiero japonés.

Si la política monetaria resulta ineficaz para resolver la crisis definiendo quien deberá pagar por su ajuste, la solución no podría venir más que del benéfico paso del tiempo, o de una restricción en la oferta de productos financieros en todo el área de la OCDE, abriendo camino al volumen de financiación que necesitan las economías emergentes de todo el mundo (China, India, Iberoamérica).
Sobre este asunto pueden ustedes encontrar en la prensa de hoy algunas opiniones útiles, una de ellas es del economista Ángel Ubide en EL PAÍS
pág 30 y en pág 14 de este mismo diario, la del periodista Josep Ramoneda. En EXPANSIÓN el famoso periodista Martin Wolf dice: "que la crisis sea un problema pasajero depende de que la transparencia supere a la ralentización".

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Andrómeda


la subida del precio del crudo


Ayer el precio del crudo llegaba hasta los 104 dólares como consecuencia de la decisión de la OPEP de no incrementar la producción (EXPANSIÓN pág 29 del 6 de marzo).


Esta ha sido la causa de que el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, ante la amenaza inflacionista tal como publica hoy EXPANSIÓN pág 38, decidiera mantener los tipos de interés en la eurozona, alimentando así, una nueva apreciación del euro hasta los 1,5378 dólares, que cuando se corrija inyectará más inflación todavía a la economía europea. S&P llegó a un mínimo desde 2006 en los 1.304 puntos, y el Ibex35 se situó por debajo de los 13.000 puntos (CINCO DÍAS pág 24).

Las bolsas caen a pesar que la economía crece y las empresas ganan más dinero. Ello se debe a que ha aumentado la falta de confianza sobre la gestión de la economía por parte de la Fed y del BCE. El precio del crudo ha reflejado enseguida esa mayor desconfianza, el dinero administrado por los bancos de inversión se ha intranquilizado y los analistas han aumentado la posibilidad de un aborto de la recuperación o rebajado las previsiones de crecimiento económico.

En realidad, la comunidad de analistas está votando contra la gestión de todos los organismos económicos internacionales y los supervisores de las economías de la OCDE. La subida del precio del crudo no se debe exactamente, como se ha dicho, al crecimiento de la demanda de China, India, y otros países emergentes.


La mayoría del consumo de petróleo está concentrado en los países de la OCDE, para mantener tanto su capacidad industrial, como el nivel de vida de los ciudadanos. La fuerte y rápida subida de precios se debe más bien a una combinación de noticias desfavorables sobre los niveles de reservas, producción en nuevos yacimientos, y el futuro del conflicto en Venezuela. Sin haber ningún problema real por el lado de la oferta, los especuladores han agitado todas estas expectativas negativas.

Como el precio del crudo se mide en dólares, el efecto de la subida es mayor cuando se traduce en euros depreciados. El efecto sobre las economías europeas depende no sólo del coste de la importación de crudo, sino de la rapidez con que se haya producido la subida y, sobre todo, del tiempo de permanencia del precio en niveles elevados y del grado/intensidad de utilización de energía que necesita cada economía por unidad de producto.

Si al final se produce un shock petrolífero, las cifras de crecimiento económico e inflación terminarían siendo inferior y superior, respectivamente, a las establecidas en los Presupuestos vigentes. Desde luego, el gasto público no podría satisfacer tantas promesas como se han hecho en todos los países.

La Fed no se atrevería a mantener los tipos de interés en su nivel actual, para no estrangular la posible recuperación económica de EEUU, mientras que el BCE no se atrevería a bajar los tipos de interés, para no incentivar la inflación en la UE. Así que, todos quietos, en espera del final de esta tregua en la que intervienen factores geopolíticos e intereses del lobby del petróleo.

Andrómeda

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técnicas cultas de manipulación



lo dijo Andrómeda a Cyrano



Negar la edad media como negar todo oscurantismo, sí pero eso no quiere decir que signifique negar todo lo público.
De hecho tenemos que aprender mucho de las técnicas cultas medievales de manipular por la creencia.
Hoy día EEUU es el primer pais del mundo experto en técnicas de manipulación por la creencia a través de la propaganda y los medios de comunicación. Por tanto no lo pongamos como ejemplo del paradigma y de la revolución del individuo.

Su política es dominar a las masas haciendo creer que se respetan los derechos individuales.

Escudarse en una falsa dicotomía, es de ser un irresponsable, así tu mismo reduces tus teorías a una falsa dicotomía, publico y privado.

Si ha encontrado un sitio privado en la ilusion en que el poder ya no tiene que jugarsela para poder permanecer, que me lo diga, no hay solución a la tensión.

Andrómeda

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lo dijo andrómeda a pasolosdias:


Decía Aristóteles que, de todos los sentidos que tiene el hombre, para él la vista es el más importante. Idea viene de "videa", historia significa etimologicamente "ver con la mente".
El logos es "invisible" y por eso se produce esa "sublimación" en el hombre, significa ver con la mente.
Y a partir de ahí viene todo lo que es jugar con la "creencia" y la magia de las palabras. Tema al que me gustaría dedicarme.
Pero a pesar de esa operación de sentido que juega por la "creencia" siempre es necesario que haya un "terror" por detrás, porque juega una economía del poder, siempre, en la creencia.
Ya veremos cómo se soluciona.

Gracias por tus palabras y por tu regalo. Un beso.

Andrómeda



La vieja Europa

Basta tener hambre para saber que la corrupción es más humana que la virtud, acercarse a la poesía para entender que la angustia es benéfica. Y siguiendo esta lógica, afirmo que en el hastío duerme una rebelión que tarde o temprano sacudirá a Europa.

~Aun no estoy vencida

En medio de sus perplejidades y sus apatías, Europa guarda, sin embargo, una convicción, sólo una, de la que por nada del mundo consentiría separarse la de tener un porvenir de víctima, de sacrificada. Firme e intratable por una vez, se cree perdida, quiere estarlo y lo está.


Por otra parte ¿acaso no le han enseñado desde hace mucho que nuevas razas vendrían a reducirla y humillarla? En el momento en que parecía en pleno auge, en el siglo XVIII, el abate Galiani constataba ya que estaba en su declive y se lo anunciaba. Rousseau, por su parte, vaticinaba: «Los tártaros se convertirán en nuestros amos: esta revolución me parece infalible». Decía la verdad.

Por lo que respecta al siglo siguiente, es conocida la célebre frase de Napoleón sobre los cosacos y las angustias proféticas de Tocqueville, de Michelet o de Renán. Estos presentimientos han tomado cuerpo, estas intuiciones pertenecen ahora a las pertenencias de lo vulgar.

No se abdica de un día para otro: es precisa una atmósfera de retroceso cuidadosamente fomentada, una leyenda de derrota. Esta atmósfera está creada, como la leyenda.

Y lo mismo que los precolombinos, preparados y resignados a sufrir la invasión de los conquistadores lejanos, debían resquebrajarse cuando estos llegaron, igualmente los occidentales, demasiado instruidos, demasiado penetrados de su servidumbre futura, no emprenderán, sin duda, nada para conjurarla. No tendrían, por otra parte, ni los medios ni el deseo, ni la audacia.

Los cruzados, convertidos en jardineros, se han desvanecido de esa posteridad casera en la que ya no queda ninguna huella de nomadismo.

Pero la historia es nostálgica del espacio y horror del hogar, sueño vagabundo y necesidad de morir lejos..., por la historia es precisamente lo que ya no vemos en torno nuestro.

Existe una saciedad que instiga al descubrimiento, a la invención de mitos, mentiras instigadoras de acciones: es ardor insatisfecho, entusiasmo mórbido que se transforma en sano en cuanto se fija en un objetivo pero existe otro que disociando al espíritu de sus poderes y a la vida de sus resortes, empobrece y reseca.

Hipóstasis caricaturesca del hastío, deshace los mitos o falsea su empleo. Una enfermedad, en resumen. Quien quiera conocer sus síntomas y su gravedad, se equivocaría en ir a buscarlos lejos: que se observe a sí mismo, que descubra hasta qué punto de Oeste éste le ha marcado ...

Si la fuerza es contagiosa, la debilidad no lo es menos: tiene sus atractivos; no es fácil resistírsele. Cuando los débiles son legión, os encantan os aplastan: ¿cómo luchar contra un continente de abúlicos? Dado que el mal de la voluntad es además agradable, uno se entrega a él gustoso. Nada más dulce que arrastrarse al margen de los acontecimientos; y nada más razonable.


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La pesadilla de Europa

Si aspiro a una carrera metafísica, no puedo a ningún precio guardar mi identidad; debo liquidar hasta el menor residuo que me quede de ella; mas si, por el contrario, me aventuro en un papel histórico, la tarea que me incumbe es exasperar mis facultades hasta que estalle con ellas. Siempre se perece por el yo que se asume; llevar un nombre es reivindicar un modo exacto de hundimiento.

Pero, imperialistas en nombre de un sueño obtuso y de una ideología hostil a todos los valores surgidos en el Renacimiento, debían cumplir su misión al revés y echarlo a perder todo para siempre. Llamados a regir el continente, a darle una apariencia de ímpetu, aunque no fuera más que por unas cuantas generaciones (el siglo XX hubiera debido ser alemán, en el sentido en que el XVIII fue francés), se le arreglaron tan torpemente que apresuraron su desastre. No contentos de haberlo zarandeado y puesto patas arriba, se lo regalaron, además, a Rusia y América, pues es para éstas para quien supieron tan bien guerrear y hundirse.

De este modo, héroes por cuenta de otros, autores de un trágico zafarrancho, han fracasado en su tarea, en su verdadero papel. Después de haber meditado y elaborado los temas del mundo moderno, y producido a Hegel y Marx, hubiera sido su deber ponerse al servicio de una idea universal, no de una visión de tribu.

Y, sin embargo, esta misma visión, por grotesca que fuese, testimoniaba a su favor ¿acaso no revelaba que sólo ellos, en Occidente, conservaban algunos restos de barbarie, y que eran todavía capaces de un gran designio o de una vigorosa insanía? Pero ahora sabemos que no tienen ya el deseo ni la capacidad de precipitarse hacia nuevas aventuras.

Que su orgullo, al haber perdido su lozanía, se debilita como ellos, y que, ganados a su vez por el encanto del abandono, aportarán su modesta contribución al fracaso general.

Tal cual es, Occidente no subsistirá indefinidamente: se prepara para su fin, no sin conocer un período de sorpresas ... Pensemos en lo que ocurrió entre los siglos V y X. Una crisis mucho más grave le espera; otro estilo se dibujará, se formarán pueblos nuevos. Por el momento, afrontemos el caos. La mayoría ya se resigna a él. Invocando la historia con la idea de sucumbir a ella, abdicando en nombre del futuro, sueñan, por necesidad de esperar contra sí mismos, con verse remozados, pisoteados, «salvados»... Un sentimiento semejante había llevado a la antigüedad a ese suicidio que era la promesa cristiana.

El intelectual fatigado resume las deformidades y los vicios de un mundo a la deriva. No actúa: padece; si se vuelve hacia la idea de tolerancia, no encuentra en ella el excitante que necesita. Es el terror quien se lo proporciona, lo mismo que las doctrinas de las que es desenlace. ¿Que él es la primera víctima? No se quejará. Sólo le sucede la fuerza que le tritura. Querer ser libre es querer ser uno mismo; pero él ya está harto de ser él mismo, de caminar en lo incierto.

«Ponedme las cadenas de la Ilusión», suspira, mientras dice adiós a las peregrinaciones del Conocimiento. Así se lanzará de cabeza en cualquier mitología que le asegure la protección y la paz del yugo.

Declinando el honor de asumir sus propias ansiedades, se comprometerá en empresas de las que obtendrá sensaciones que no sabría conseguir de sí mismo, de suerte que los excesos de su cansancio reforzarán las tiranías.


Iglesias, ideologías, policías, buscad su origen en el horror que alimenta por su propia lucidez mejor que en la estupidez de las masas. Este aborto se transforma, en nombre de una utopía de pacotilla, en enterrador del intelecto y, persuadido de hacer un trabajo útil, prostituye el «estupidizaos»2, divisa trágica de un solitario.


Seamos justos: en el punto en que están las cosas ¿qué otra cosa podría hacer? El encanto y la Originalidad de Europa residen en la acuidad de su espíritu crítico, en su escepticismo militante, agresivo; este escepticismo ha concluido su época. De este modo el intelectual, frustrado de sus dudas, se busca las compensaciones del dogma. Llegado a los confines del análisis, aterrado de la nada que allí descubre, vuelve sobre sus pasos e intenta agarrarse a la primera certidumbre que pasa;

pero le falta ingenuidad para adherirse a ella plenamente; a partir de entonces, fanático sin convicciones, ya no es más que un ideólogo, un pensador híbrido, como se encuentran en todos los períodos de transición.

Participando de dos estilos diferentes es, por la forma de su inteligencia, tributario de lo que desaparece, y, por las ideas que defiende, de lo que se perfila. A fin de comprenderle mejor, imaginémonos un San Agustín convertido a medias, flotando y zigzagueando, y que no hubiera tomado del cristianismo más que el odio al mundo antiguo. ¿Acaso no estamos en una época simétrica de la que vio nacer La Ciudad de Dios? Difícilmente puede concebirse libro más actual. Hoy como entonces, los espíritus necesitan una verdad sencilla, una respuesta que los libre de sus interrogantes, un evangelio, una tumba.

Sea cual sea el mundo futuro, los occidentales desempeñarán en él el papel de los graeculi en el imperio romano. Buscados y despreciados por el nuevo conquistador, no tendrán, para imponerse a él, más que los malabarismos de su inteligencia y el maquillaje de su pasado. Ya se distinguen en el arte de sobrevivir. Síntomas de acabamiento por doquiera: Alemania ha dado su medida en la música: ¿cómo creer que descollará en ella todavía?

Ha gastado los recursos de su profundidad, como Francia los de su elegancia.

Una y otra ‑y, con ellas, toda esa parte del mundo‑ están en quiebra, la más prestigiosa desde la antigüedad.

Vendrá después la liquidación: perspectiva no desdeñable, respiro cuya duración no se deja evaluar fácilmente, período de facilidad en el que cada uno, ante la liberación finalmente llegada, estará feliz de tener tras de sí las torturas de la esperanza y de la espera.


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Andrómeda

































Definición de justicia

La justicia tiene que ver con la búsqueda de verdad, se guía por las pretensiones afectadas que se le presentan, por tanto no cabe pretender una justicia ilimitada o de pretensiones infinitas, no cabe ir a un origen remoto de las pretensiones tampoco, hay que mirar al futuro también y guiarse por la libertad y por la igualdad de las pretensiones y de las partes afectadas. Si mirásemos realmente con estos límites las injusticias del mundo se atajarían más rápidamente, pues tendemos a buscar argumentos falsos y a traer orígenes o pretensiones que no tienen nada que ver con el problema actual sino con el pasado y esto parece poco racional. La justicia consiste principalmente en dar argumentos de racionalidad.
Nos interesa por ello también poder hablar de la “veracidad” de las pretensiones que se aducen. Y sólo podemos hablar de la veracidad acerca de la intencionalidad que se manifiesta en el contenido proposicional de la norma o en la pretensión o afirmación de hecho. Los grados de certeza o veracidad son: barrunto, indicio, duda, opinión y evidencia o certeza. Si se tiene una duda ya se tiene algo más que un indicio pero si se tiene una opinión ya es algo más que una duda. Y tener la verdad de una evidencia sería como tener la certeza, es decir, tener la opinión y la fuerza de la afirmación aquí, pues la fuerza de la actualidad es lo que da realidad, y mejor todavía tener un grado consensual de la verdad para que haya más fuerza.
Dar argumentos de racionalidad en definitiva es lo que hace también el derecho, hacemos razones en relación a medios y no sólo a fines, pues los procedimientos justos son importantes también para alcanzar la finalidad justa, pues para alcanzar la justicia no podemos todo empeñarlo a la finalidad de la justicia o de la bondad sino que hemos de trazar medios justos, un buen medio siempre es un buen fin mientras que no todo se puede justificar a una finalidad. Dar argumentos de racionalidad es por tanto la propia tarea de la justicia y de la ética, por ello necesita construir un buen medio que es el lenguaje en su mayor parte y el hecho institucional en sí mismo.
El hecho de que los actos de habla obedecen por sí mismos a un hecho institucional está también en el presupuesto de las nuevas filosofías del lenguaje de carácter anglosajón al uso actual. Y todavía dentro de la institución del derecho ello está más acendrado y claro. El grado de institucionalización de un lenguaje por tanto nos interesa también para afirmar su grado de racionalidad, su fuerza y asentar su realidad.
Y en último término, como ya dije en este mismo blog, los criterios de justicia nos devuelven a los criterios de dignidad, porque la ética hoy no se conforma con la búsqueda de lo que es bueno busca también lo que es justo.
sylphides
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monteverdi, “lamento d'arianna lasciatemi morire”, suena de fondo.







lo dijo Aura 30 Septiembre 2007 | 09:58 PM
Justicia, palabra, tan justa y tan injusta... cuando Juzgamos que facil nos resulta; pero cuando somos Juzgados que dificil es...
La ètica y la dignidad simpre nos indica donde èsta la luz de la verdad, Justa... que asì sea!
¡Que interesante, pensarè en ello toda la semana!
Un Abrazo
lo dijo pléyade 30 Septiembre 2007 | 10:07 PM
donde una intuición más
poderosa descubre un ritmo en el devenir, leyes
ineluctables en el juego, una unidad en esta
diversidad caótica, la augusta justicia de Zeus
ejerciéndose en el centro mismo del drama de
las contradicciones y de los sufrimientos, un
eterno y magnífico elogio a la razón del devenir regido por una
justicia más rigurosa que todas las voluntades
morales del pasado del hombre.
pléyade
lo dijo sylphide 30 Septiembre 2007 | 10:33 PM
hola, aura, creo que tus palabras serán siempre la misma definición de la justicia, otorgas el equilibrio a la palabra donde estés y la belleza instantánea, creo que mucho de eso se debe a la alegría que hay en ti país.
pléyade, me satisface ver como ese devenir incierto acaba venciendo a la razón e impostándose con ella, gracias.
sylphide
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lo dijo tontin13 30 Septiembre 2007 | 11:17 PM
Querida Sylphide:
Depués de tu comentaro en "El cementerio de los libros olvidados", creo que es necesario darte una explicación: En primer lugar me simpatiza mucho mi amiga Barcelonesa porque hemos participado en la defensa de la libertad para escoger lo que quieres leer, sin menoscabo de que sean libros muy seleccionados o "best sellers". Es por ello que me permití ofrecerle un consejo, porque la siento muy frágil en estos días.
Pero porqué "tontin13". Por que estoy convencido, de que a pesar de todos mis pequeños logros como profesionista o como ser humano, aún soy un perfecto ignorante y una persona muy lejana del ideal renacentista. Mis limitaciones son enormes y por más que me esfuerzo por superarme, todavía soy un proyecto muy mediocre de ser humano. El 13 es porque una gitana me djo, ha muchos años, que estaba en mi décima tercera reencarnación. Obviamnte no lo creo, ni soy creyente de ninguna religión, pero se me quedó ese recuerdo y uso el 13 con frecuencia.
Hasta aquí las presentaciones. Ahora dejame felicitarte por tu post sobre la justicia, esa alada y efímera visión que todos deseamos tener de nuestro lado.
Saludos y un beso a la sacerdotisa propiciatoria de la diosa Afrodita.
lo dijo sylphide a tontin13 30 Septiembre 2007 | 11:59 PM
estoy muy agradecida a tus palabras y creo que ese ideal renacentista pronto te será propiciatorio,
un abrazo,
sylphide
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Los límites de la racionalidad en el derecho

Los principios se suelen diferenciar de las normas en que éstos son maximizaciones de optimizaciones de la realidad. Los positivistas los definen así, los naturalistas otorgan además un halo de esencialidad a la norma y a los derechos fundamentales pero en verdad desde nuestro planteamiento todos son grados de racionalidad del lenguaje.
También desde los planteamientos que nos llegan de la filosofía anglosajona se suele establecer una separación y se habla así de un contexto de “descubrimiento” donde se encuentran las proposiciones o enunciados proposicionales de descubrimiento de la realidad perceptiva y en segundo lugar se suele hablar de un contexto de “segundo” orden y de “tercero” para diferenciarlas del lenguaje valorativo y afirmativo, dentro de un contexto de “explicación” y otro de “justificación” última, en donde se encontrarían los juicios de afirmación, las normas o reglas, los valores y los principios.
El interés por las investigaciones funcionales que nos ocupa aquí parece diluirse y no responde a las expectativas de muchos que conciben el postulado de la pureza kelseniano como condición relevante del derecho, pues de lo que se trata es de partir desde la argumentación racional y práctica del discurso jurídico, de ofrecer un mundo de sentidos, de universos y de contextos de sentidos que pueden ofrecer como objeto relevante vivencias y experiencias comunes a todo ese universo.
No sólo está el puro interés cognoscitivo de la moral y del derecho sino el propio interés emancipativo de ambos discursos, en cuanto sus fundamentos de relevancia se acercan o por el contrario se distancian. E interesa además definir las diversas tipificaciones objetivas transformadas en experiencia subjetiva, en su interés cognoscitivo, la transformación en conciencia subjetiva de los valores universales, los derechos colectivos y los bienes individuales. Todo ello además desde los precedentes de las éticas procedimentales y de las éticas de la comunicación universal. Y desde un positivismo jurídico institucional que añade al postulado de la pureza kelseniano (que dice que el derecho se reconoce a través de una norma externa) las diversas investigaciones funcionales de carácter pragmático y político, así como la regla del reconocimiento interno llamada así por H. L. Hart.
Y así como desde una metodología propia de la sociología del conocimiento y de lo que se ha dado en llamar las sociologías del “mundo de la vida”, (Lifeworld o Lebenswelt), cuya noción original corresponde a Husserl, a quien corresponde el estudio de las diversas unidades de sentidos a través del análisis del lenguaje, de su teoría analítica y que toma los contextos de sentidos en unidades de vivencias y están dentro de una teoría descriptiva y analítica del lenguaje lo que vierte un contenido que abunda en una teoría de la socialización y a su vez en la internalización de esa experiencia y en la transformación en experiencia subjetiva y en experiencia inmediata. En todo ello esperamos encontrar respuestas a cómo es posible que se interlacen los lenguajes funcionales de diferentes discursos u órdenes de investigación, y en tal sentido los universos de la moral y su pragmática y del derecho y su control institucional.
El interés emancipativo que ha tenido la propia moral en el discurso normativo se debe al impulso de las libertades y de los derechos individuales dentro del discurso jurídico, al proceso liberador de las sociedades actuales, integrado en los cambios de conductas y costumbres, en un fortalecimiento de las éticas subjetivas, en el propio valor del sujeto en su fundamental derecho a la vida y a la integridad moral y a la dignidad de la vida.

Las posibilidades que tiene no sólo el discurso de la norma, sino el discurso de la fundamentación racional de la propia norma, el discurso de la racionalidad, los parámetros de un discurso que se proponen como universal, cómo puede todo ello integrar un lenguaje que pone los límites ideales del discurso en la racionalidad de la norma, en su aceptación social y en criterios de su aceptabilidad con grados de consensos pactados en mayorías. Los intentos habermasianos y apelianos de formular una ética discursiva con valor trascendental no pasan desapercibidos aquí, cómo es posible que se puedan conectar ambos impulsos de trascendentalidad, la aceptación consensual de los grados de racionalidad del lenguaje, su realización y efectiva realidad.
Los límites de la racionalidad estarían puestos en el propio argumento de relevancia que da universalidad, así como en este campo de sentido, y en otros límites institucionales que ya hemos ido de algún modo introduciendo en este discurso, así lo sería el propio interés emancipativo y liberador de una práctica, su interés cognoscitivo en sí mismo, pero también las propias investigaciones funcionales que guardan relación con ella, es decir, las funcionalidades de otros aspectos como sería la funcionalidad ideológica -que es muy importante en nuestro discurso- así como cultural y a través de lo que hemos denominado las razones “implícitas” al propio derecho, se trataría aquí de ver una regla de reconocimiento interna -no sólo el postulado externo y kelseniano de renocimiento del derecho- y en ella se renocería a su vez una modalidad propiamente de racionalidad del derecho que podría estar presentada con otras funcionalidades.

Las diferentes cargas valorativas que penetran en el lenguaje son analizadas en el analisis de estas funciones así como también del límite de lo que se ha dado en llamar igualmente la “convicción personal del juez”, las llamadas reglas de experiencia, las reglas de la sana crítica o del deber del cuidado objetivo que se da la doctrina jurídica a sí misma para tomar decisiones funcionales e implícitas al propio derecho. Todos ellos son conceptos jurídicos indeterminados que tendremos por el análisis de sus contextos circunstanciales que situar mejor en la experiencia jurídica y del órgano judicial.
La aspiración a un valor de neutralidad ideológica en el discurso funcional de la norma en tanto que discurso universal debería estar presente, venimos señalando los diferentes límites que tiene la racionalidad, dentro de sus límites ideales y de los que son funcionales, a veces trascienden meros aspectos de oportunidad de la ley, la racionalidad responde a una objetivación de la realidad, por tanto tendremos que postularla así a través de un procedimentalismo ético.
En la ética procedimental y el derecho la equiponderancia de los diferentes intereses y las diversas pretensiones sociales serían el fundamento de la vertebración de una sociedad que no sería dogmática ni cerrada al discurso. La razón del interés preponderante en el discurso público, del interés social, vuelven a introducir un fundamento ético en el discurso que se mueve en función de los cambios de la sociedad. Asímismo encontramos un principio ético universal en el fundamento de la protección de la infancia y de la juventud en nuestras sociedades democráticas que velan por salvaguardar ciertos aspectos de las libertades públicas dentro de este control institucional y de su protección con esta función educativa fundamental.

Habría que hablar también de cierta funcionalidad simbólica que guarda el derecho respecto a la moral, estos cuerpos simbólicos responden a creencias que están ancladas en valores, en hondos basamentos de la cultura, en la sedimentación del lenguaje, que dan estructura territorial y unidad del territorio, cuales serían la bandera, el sistema de estado, el imperium o la potestas de ciertos cuerpos del estado, son principios que cumplen la funcionalidad de dar unidad y territorialidad, así como universalidad al discurso, además de responder a sistemas de aceptabilidad racional y de grados de consenso de su aceptación social.
El discurso moral y racional del lenguaje diríamos que no se queda en aspiraciones meramente de funcionalidad sino que todas ellas aspirarían también a la finalidad de la justicia y a criterios y principios de justicia en último término, es por ello que a la vez que puede cumplir esta finalidad dentro del derecho está también pretendiendo confluir en la realización plural de la justicia, así como en la realización de sus pretensiones individuales en la adecuación de la norma a la conciencia subjetiva.
Una mínima ética universal discursiva y política es la que está en el fundamento de los discursos democráticos de los estados modernos, lo sería de una ética participativa de la formación de la opinión pública y plural, pues está implícita en ella la misma funcionalidad ideológica que hemos dicho esconde el derecho cuando se analiza desde su argumentación práctica y su función de reconocimiento interno.
sylphides
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lo dijo Félix 2 Noviembre 2007 | 04:44 PM
Hola, colega. Te habla un ex - filósofo del derecho que ve con simpatía cómo te debates entre los conceptos. Te incluiré entre mis amigos, y me leeré más tarde y más despacio tu post.
¡Un saludo! ¡Y ánimo! (pareces necesitarlo)
lo dijo wnefron 2 Noviembre 2007 | 06:36 PM
zzzzz...
lo dijo cyrano a Sylphide 2 Noviembre 2007 | 07:29 PM
Querida amiga
De corazón te doy las gracias por dedicarme este artículo. Ahora no tengo el tiempo para leerlo y comentarlo como se merece
Recibe mientras tanto un fuerte beso ¿i?racional
Cyrano
Probablemente hasta mañana no pueda leerlo
lo dijo sylphides a felix, wnefron y cyrano 2 Noviembre 2007 | 08:28 PM
creo que hay que enfrentarse con los límites de la realidad y con los de la racionalidad porque si no lo hacemos ahora ¿cuándo lo vamos a hacer? Y Wnefron ya esto es empezar por algo, y si doy conceptos es porque la única herramienta de trabajo para desenmascarar la cuestión es el lenguaje. Y están ahí los he expresado o he creído expresarlos: el límite del objeto o argumento de relevancia (argumento de justificación y argumentos de explicacion concordantes), los límites culturales, los contextos de la cultura (clases sociales, educación, cultura lingüistica, rol social o familiar), los límites institucionales mismos (los organos decisionales), los límites ideológicos y simbólicos. A los ideológicos nos enfrentamos en estas páginas todos los días, pero nadie hace nada por aclararlos, a veces solo obedecen a anclajes familiares, culturales que no tienen que ver con razonamientos lógicos en sí, simplemente a estructuras de parentesco, al hecho institucional mismo, y los límites simbolicos y culturales de la lengua que hablamos, el poder institucional y sus simbolos terrritoriales, todo eso está presente también en el acervo inconsciente de la cultura y el individuo. Y no somos conscientes de ello hasta que no se manifiesta la desestructuración, la desinstitucionalización de algo o el encerramiento dogmatico en una cuestión intocable. El derecho es simplemente un poder de control institucionalizado más, no es el único pero es el último, es la última instancia de control. Por tanto hagamos todo lo posible antes de llegar a él de aprender una etica discursiva y procedimental entre los ciudadanos de a pie, eso es todo lo que quiero decir.
gracias por pasar por aquí Felix, espero que podamos como colegas tener algo en común, y wnefron y Cyrano, espero que también me enriquezcais con vuestros comentarios, gracias.
lo dijo sylphides 2 Noviembre 2007 | 10:30 PM
y además el estudio responde a una metodologia propia de la "sociología del conocimiento", es decir, se basa en el estudio sociologico de la argumentación práctica de la respuestas y decisiones que dan los tribunales o los organos consultivos o ejecutivos, de ahí se van extrayendo las experiencias y los diversos contextos de sentidos y por homologacion de los mimos se crea una modelización y una formalidad racional.
Esta metodología garantiza que la racionalidad se construye por libre construccion y no por entificación de algunos conceptos que se anclan en perennidad y son inamovibles.
lo dijo Beatriz 3 Noviembre 2007 | 01:39 PM
Soy estudiante de filosofía, pero estoy teniendo un problema con el tamaño de fuente de libro de arena ;-) ¿Me permitirías imprimir tu artículo para leerlo detenidamente y poder comentarte? Es prometedor, sencillamente.
Un saludo afectuoso,
Beatriz
lo dijo Beatriz sobre wnefrom 3 Noviembre 2007 | 01:44 PM
sus ronquidos demuestran su total y absoluta falta de urbanidad. Citándole: "... paciencia."... y citándome a mí: "Primer Motor Inmóvil emana hacia mí paciencia" xD
lo dijo Félix (a Sylphides) 4 Noviembre 2007 | 12:37 PM
Bueno. Ya lo he leído.
Leo en alguno de tus comentarios posteriores que el contenido de tu post se apoya en la sociología del conocimiento. Si me permites una observación crítica - muy crítica - quisiera hacerte notar que, como sucede siempre que se intenta fundarlo todo en una sociología, acabas convirtiendo su pretensión cognoscitiva en una nueva fuente de imperativos absolutos, tales como: discurso democrático, ética participativa, ética mínima universal discursiva y política; formación de la opinión pública y plural...
Si quieres hacer las preguntas correctas, no tengas las respuestas dadas de antemano.
La sociología es una ciencia que, como tantas otras, objetiviza al hombre. Y "objetivizar" es eso: convertir algo en el objeto de quien habla. Mira a tu alrededor, y pregúntate si la gente que ves es tu objeto, o si por el contrario son otros sujetos, como tú.
Estoy siendo crítico - muy crítico. Espero no estar siendo borde - muy borde. Si lo fuera, no sería mi intención.
Un saludo
lo dijo sylphides 4 Noviembre 2007 | 04:31 PM
la razón es objetivacion, el derecho es objetivación de la realidad, no obstante yo aquí hablo de los límites y creo entender aunque no me especifique que el sujeto es otro límite de la racionalidad, está indicado cuando se habla de la "convicción personal de un juez" o de cualquier otra persona, en el impulso de las libertades y de las eticas y morales subjetivas. No me hubiera gustado crear esa impresión que tú me dices con la sociología, una cosa es el objeto de la realidad (que puede coincidir con un sujeto) y otra la cosificación o la entificación de la realidad, en este caso se confunde el objeto del conocimiento con una cosa en sí. Mientras que aquí se habla siempre de transformar la experiencia objetiva en experiencia imediata y en vivencia subjetiva, y en esto Husserl es el defensor del sujeto, esa fue precisamente su crítica al racionalismo kantiano. Por eso preferimos hablar de teorías de la razón procedimental, porque en ellas están implicadas solamente las partes afectadas, lo que en derecho se denomina tener un interés legítimo, objetivamos pero también creamos un límite procedimental a la razón contextuandola por homologacion de sus sentidos.
Y si hablo de una etica minima universal no es para crear una petitio principii y resolver así la cuestión del sujeto individual, es porque estamos comprometidos en una sociedad y hemos de partir de una información y un contexto de universalidad para entenderla.
Un saludo y gracias por tu aporte sin duda importante para mí también. Y lo considero una crítica constructiva.
sylphides
lo dijo Félix (a Sylphides) 4 Noviembre 2007 | 05:04 PM
Me alegro de haber aportado algo, aunque no sé qué ha podido ser.
La razón instrumental objetiviza, pero hay razones que no hacen tal cosa. El derecho objetiviza, a veces, y otras no. Cuanto más se tenga en cuenta que es un cuerpo comunicacional, mejro se podrá comprender que no puede objetivizarlo todo. EL sujeto, por cierto, no puede ser un límite a la razón. Decir esto es lo mismo que decir que entre seres humanos no cabe racionalidad alguna, a menos que "objetivices" al otro. Eso recuerda peligrosamente a Stalin y a todos los grandes tiranos y demagogos que han objetivizado al hombre (y a la mujer, no me olvido), y también a los vendedores y grandes capitostes del mundo mercantil, que no ven personas, sino compradores, etc.
El derecho es un objeto demasiado basto para la fenomenología husserliana. La prueba está en que no se ha construido ninguna filosofía jurídica fenomenológica mínimamente consistente.
Procedimentalizar la vida es rigidificarla, en mi opinión. El derecho hace eso a menudo, lo concedo, pero si sólo consideramos la razón como forjadora de procedimientos no iremos muy lejos en la comprensión de las cosas.
No estoy en desacuerdo con una "ética mínima universal", anque quizá elminiaría lo de "universal" - ya sabes que el concepto de lo universal ha sido siempre un concepto muy polémico, y me replantearía que fuera "mínima". Suena demasiado a una entronización de lo consensual, que no acaba de convencerme. Pero supongo que podríamos discutir mucho sobre suis fundamentos.
Acabo: cada posición filosófica tiene su terminología propia. Muchas veces los desacuerdos filosóficos son producto de meras preferencias de vocabulario. Y muchas otras determinadas tesis se revisten de inatacabilidad gracias a una terminología esotérica. Yo tengo que traducirte para intentar entenderte. ¿Tú me entiendes bien a mí?
P.s.: no lo puedo remediar: debo preguntarte ¿Has leído a Gadamer?
lo dijo sylphides a felix 4 Noviembre 2007 | 05:57 PM
No lo he leido directamente pero sí a través de referencias, es el padre de la hermenéutica filosofica, pero tiene puntos de correspondencia con Habermas que es mas conocido.
Cuando hablo de limites a la racionalidad y de que el sujeto puede ser un límite hablo así para salvarlo, no para condenarlo, cuando hablo de que la cultura, el componente cultural simbolico o ideologico es un límite hablo así también para salvarlo y por eso construimos una ética participativa. No se trata de perseguir todo lo que limita la razón sino de hacerla posible teniendo en cuenta todo lo que la limita, sólo así se puede alcanzar.
Tal vez me he expresado mal tienes razón, no es el sujeto el que limita la razón, son las funciones implicitas que el mismo se da en la adquisición de la razón, date cuenta que él se atribuye roles, se impone una autoridad casi siempre, es eso lo que limita, el componente implícito pues no lo conocemos, pertenece a la psiqué del individuo. En las funciones implicitas está el rol de padre, el cuidado objetivo de la diligencia, reglas de experiencia. Quiero que lo comprendas porque si no sí me estás poniendo en un aprieto ideológico bastante duro.
Ni abomino sino que alabo al individuo ni tampoco abomino de las ideologías que han tenido su funcionalidad historica ni de las lenguas ni de las banderas, ni de las religiones, pero sí creo que abomino de las guerras y de las muertes inútiles y de las condenas a la pena ultima, y ahí podemos estar la mayoria de acuerdo.
un abrazo

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