viernes, 15 de enero de 2010
el conocimiento tiene un elevado coste
Nadie objeta que las innovaciones y el aprendizaje generan crecimiento económico, pero desde Adam Smith ese aspecto de la economía se ha externalizado. Se suele suponer que el cambio tecnológico y las nuevas innovaciones caen de los cielos como un maná, y que están a disposición de todos gratuitamente (“información perfecta”). No se tiene en cuenta que el conocimiento -especialmente cuando es nuevo- tiene elevados costes y no está en general a disposición de todos. El conocimiento se protege mediante altas barreras a la entrada, constituyendo las economías de escala y la experiencia acumula elementos importantes para erigir esas barreras. Cuanto mayor sea el volumen de producción que una compañía ha acumulado, más bajos serán los costes. En la industria las curvas de aprendizaje tienen un pariente muy utilizado, las curva de experiencia, que se utiliza para medir precisamente eso. Mientras que las curvas de aprendizaje estiman el aumento en la productividad de la fuerza de trabajo, las curvas de experiencia evalúan la evolución de los costes totales de producción. Cuando varias fábricas emplean el mismo tipo de tecnología, la que ha acumulado el mayor volumen de producción tendrá en general los menores costes por unidad producida. En la carrera por reducir costes, puede resultar rentable vender por debajo del coste actual (lo que se acostumbra a denominar dumping) a fin de alcanzar un volumen de producción que más adelante reduzca el coste por debajo del precio estratégico ofertado.
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