Estimado Eduard Punset:
Hay que admitir diferentes técnicas de liderazgo:
por ejemplo que el arte de la guerra de Sun Tzu puede atraer y servir, aprovechar cuando está el enemigo dormido o cuando está débil o cogerlo por sorpresa. Pero hoy día con los adelantos técnicos que tenemos hay otra formas mucho más efectivas.
Sobre todo aquellas técnicas que sirven para explotar el sentimiento culpable. Y sigo con esto de la culpa -ya hablé de Freud y de Kolakowski en otro sitio
http://estherllull.wordpress.com/2011/01/05/el-debilitamiento-de-los-lazos-religiosos/
- porque hay también algunos maestros que saben usar esta técnica del sentimiento culpable o de la culpa, como buenos juristas que son, y porque todo esto quien como maestra bien lo pergeñó fue la Escolástica medieval, siempre remitiendo hacia una buena ciencia de la Penitenciaría.
Lo que pasa es que aquí hay quien está remitiendo constantemente a esta ciencia penitencial, derecho penal o de la casuística penal, pero se olvida, porque hay ingenuidad en ello, creo, de una buena casuística.
Para eso hay otros modelos, aquí hay quien los usa muy bien, pero también adolece de encierro dogmático; pero es que también hay ingenuidad yo creo; usamos estas técnicas bien sin saber para qué sirven; la publicidad las usa todos los días.
Pero fíjate cuándo más efecto tuvieron; porque el único efecto que tienen es saber captar la atención del ciudadano y sobre todo de su deseo, de capturar su deseo, de modo que él elija efectivamente estar ahí; pero lo que quiero decir cuándo más efecto tuvieron es cuando se capturaba el deseo mediante la represión de un goce, entonces surge el sentimiento de culpa y el sentimiento culpable.
Quién hace esto muy bien, algunos se inventa casuísticas, pero la atención mayor está puesta ahora en el que ha vencido en esto o aquello y parece que ya no le produce más que una fiebre que compensa para seguir viviendo, porque esto es como algo adictivo.
Las técnicas que hoy se utilizan son diferentes a las prácticas cultas medievales, pero la ritualización está presente.
Antiguamente se capturaba el deseo, sobre todo, a partir de la confesión, de una política de confesores, diría yo, la confesión asegura la casuística y ahí está siempre el sujeto y su deseo. Por eso en la edad media se desarrolló un manual sobre la doctrina de la Penitencia en que se especificaban los castigos, los diferentes grados de delitos y la clasificación de los pecados, de una forma compleja y detallada. Fíjate en eso sí que son maestros los escolásticos, ellos aseguraban así la obediencia y el sistema estable.
Hoy día no es necesario el procedimiento de la confesión para asegurar el rito institucional, pero hay otros procedimientos en que podemos decir, a través de las técnicas de la captura publicitaria por una alta restricción del deseo y del sentimiento de culpa, que siguen presentes.
Hoy todo se hace mediante la captura publicitaria.
Lo importante es ver como se juega con la creencia y con la culpa. Y cómo el poder es el que construye esta especie de tiranía de represión por el goce, de esta forma se juega con una imaginería popular y se cala el corazón de la gente. Esto ni Sun Tzú sabría, porque su técnica es de guerra, es decir, el engaño está presente pero por otros medios más rústicos.
Esta materia aparentemente abandonada en la actualidad lo es solamente porque ahora se utiliza otra casuística de una gran precisión y perfección lógica, pero el mecanismo es el mismo, se juega con el deseo. Esta gran precisión lógica es la que nos da la ciencia, o la economía, por ejemplo, hoy se estaba debatiendo el diferencial de la emisión de deuda privada bancaria en 225 puntos fente a 60 puntos de otra entidad, etc.
Pero sobre todo con la imaginería de la mujer, porque es que a mí también en el momento en que en este blog se me puso a juicio, es cuando parecía que todo el mundo tenía atención sobre mí, o sobre el blog; y entonces parecía que algo se dilucidaba.
Pero esta casuística acerca de la mujer es la que mejor está relacionada desde una mitología popular con la captura del deseo; todos caemos en sus redes, está en el Antiguo y Nuevo Testamento con paralelismos claros (la decapitación de varones por parte de mujeres), pero con un simbolismo muy diferente, las historias de Judith y Holofernes y, por otro lado, la de Salomé y Juan el Bautista. Ambas tienen un fuerte componente sexual, aunque el mensaje que lanzan y su resolución sean muy diferentes.
Está en el mito de Adán y Eva, sobre nuestros orígenes. Pero está en muchos más sitios, en los Tratados teológicos sobre todo.
Esto lo ha estudiado Pierre Legendre, en quien me estoy basando, catedrático de la Sorbona, por ejemplo, en “La araña herética” (Haereticus araneus) que es un tratado teológico contra los protestantes, compuesto por el jesuita belga Jean David. En él el error= el horror sexual, el herético sigue siendo sin escapatoria presa de los animales lúbricos. La “mujer”, en su simbología, en los tratados de la Edad media era conminada a los infiernos, erigiéndola primero en el objeto del deseo, por exteriorización culpable y que había que evitar, de ese modo en el momento de la confesión el sujeto se capturaba.
Son técnicas refinadas del lazo institucional que sirven al poder y al sujeto para mantener la creencia de pertenencia entre sí.
Son técnicas refinadas, pero hoy están ahí también de otra manera, porque lo que se pretende es captar el sentimiento culpable de otra manera, y todo para perpetrar la sumisión, que es en definitiva lo que se pretende al final.
Hoy día no sólo se juega con el sentimiento culpable, sino que también se juega con el poder de confesar el goce, porque la confesión es otro sistema de captura. Lo importante es descubrir como el buen orden y el lazo del deseo institucional están presentes aquí en esta misma confesión de la culpa.
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Y si el Vaticano y el dólar, dos símbolos que nacieron en 1929, están en crisis, es lo mismo, porque de lo que se trata es de que todos puedan confesar sus culpas, y eso es lo que ha hecho Gross, el mayor bonista mundial de banca privada, parecía que confesaba pero lo que ha hecho es mantener su sumisión a ese sistema una vez más, por la captura de su deseo. Y es que de este mundo es casi imposible salirse, todos tenemos que renocernos en él, en algún espejo.
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gracias, espero que aunque me haya extendido se comprenda la visión de este problema mejor.
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